Una industria sin potencia de fuego

Dicen los militares que disparar en todas direcciones al mismo tiempo no es una garant¨ªa para acertar, sobre todo si a uno le escasea la munici¨®n. La industria de armamento espa?ola est¨¢ en eso, intentando sacar la cabeza al exterior y a la vez, especializ¨¢ndose para competir en el reparto regional de capacidad b¨¦lica que intenta dictar Bruselas. Un escenario en el que las empresas tienen que lidiar con sus propios fracasos. Algunos tan terribles como el que le cost¨® la vida a cuatro tripulantes en Sevilla tras el accidente del Airbus A400 por un fallo en el sistema inform¨¢tico que controla la potencia de los motores. Otros tan bochornosos como los 2.000 millones que Espa?a se est¨¢ gastando en desarrollar un submarino, el S80, cuyo dise?o tuvo que modificarse porque la nave pesaba m¨¢s toneladas de las razonables para poder emerger.

Munici¨®n, bombas, fragatas, aviones, helic¨®pteros y, en fin, todos los sistemas necesarios para que la maquinaria de seguridad y la guerra funcione generan un negocio nada despreciable. En 2015 los ingresos de las empresas espa?olas rondar¨¢n los 8.800 millones de d¨®lares (7.756 millones de euros), seg¨²n las proyecciones del estudioFuture of the Spanish Defense Industry publicado hace una semana por la empresa Strategic Defence Intelligence (SDI). Su analista, Dev Mehta, es moderadamente optimista: ¡°En mayo el Gobierno espa?ol aprob¨® una inversi¨®n de 856 millones de euros para diversos programas militares, incluyendo aviones de transporte, veh¨ªculos blindados y helic¨®pteros. Teniendo en cuenta el hecho de que se espera que el pa¨ªs contin¨²e comprando equipos en los pr¨®ximos cinco a?os, pronosticamos un crecimiento [de la facturaci¨®n] del 1,92% cada a?o en el per¨ªodo 2016-2020¡±. Cree que el presupuesto del Gobierno en defensa, que se ha reducido dr¨¢sticamente durante la crisis, ¡°aumentar¨¢ a medida que crecen las amenazas de seguridad del terrorismo internacional¡±.

Las buenas perspectivas no ocultan ciertas fragilidades del tejido industrial. Las sociedades espa?olas dedicadas a la defensa parecen moverse entre varias aguas sin abrazar decididamente ninguna opci¨®n, pero queriendo apuntar a todas. Anuncian que para ser competitivas necesitan ganar tama?o, pero recelan de hacerlo a trav¨¦s de fusiones nacionales o transfronterizas (la ¨²nica operaci¨®n destacada de los ¨²ltimos tiempos ha sido la compra realizada por la francesa Thales de la divisi¨®n de programas de Amper por cinco millones). Exportan cada vez m¨¢s, y al mismo tiempo presionan para que el Estado ampl¨ªe sus compras. Necesitan dar un salto tecnol¨®gico, aunque han reducido dr¨¢sticamente inversiones en I+D. El resultado es un tanto deforme: un sector que emplea a cerca de 20.000 personas, orientado a exportar, pero que sigue manteniendo una intensa, -y seg¨²n algunas voces, muy insana- relaci¨®n de dependencia con los presupuestos p¨²blicos nacionales.

El Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo (SIPRI) cifra que Espa?a es responsable del 3% del comercio mundial de armas y es el s¨¦ptimo exportador del mundo (datos del cuatrienio 2010-2014). Los compradores son en un 81% fuerzas armadas de otros Estados, principalmente en Emiratos ?rabes, Australia, Reino Unido, Arabia Saud¨ª o Francia. ¡°Esta crisis nos ha ense?ado a competir en el mundo global¡±, reflexiona Marcos Gonz¨¢lez, director de DF N¨²cleo y DF Epicon, ambas del grupo Duro Felguera. El directivo lamenta la ca¨ªda de la demanda interna: ¡°Si no tienes referencias fuertes en tu propio pa¨ªs, no te dan oportunidad en el extranjero para competir¡±. Sus empresas exportan entre el 80% y el 97% de lo que facturan. ¡°Para conseguirlo necesitas una inversi¨®n fuerte en tecnolog¨ªa¡±. Para ¨¦l, los mercados clave de Espa?a est¨¢n en Oriente Pr¨®ximo m¨¢s all¨¢ de que ¡°Asia y ?frica est¨¦n creciendo, y por supuesto siempre han estado ah¨ª Centroam¨¦rica y Sudam¨¦rica, mercados de los que siempre hemos estado cerca por nuestra proximidad cultural¡±.

El mayor uso de esa palanca internacional va acompa?ado de un incremento de las cr¨ªticas de colectivos sociales sobre la conveniencia de que Espa?a venda armas a Gobiernos o monarqu¨ªas absolutistas que, por ejemplo, proh¨ªben a las mujeres conducir o votar o que participen en sangrientas represiones de movimientos opositores a sus gobiernos. Egipto compr¨® el a?o pasado material por 107 millones de euros; a Venezuela se le vendi¨® armamento por 10 millones pese al reguero de muertos tras las protestas de la pasada primavera, y as¨ª una larga lista de pa¨ªses, entre los que se encuentran varios Estados del Golfo P¨¦rsico.

Con raz¨®n las cifras publicadas por el lobby de la industria Tedae (donde est¨¢n Airbus, Crisa, Navantia, Cesa, ITP o Aernnova), cuyo presidente ha declinado contestar a preguntas de El PA?S, dibujan un sector altamente competitivo, que exporta m¨¢s del 70% de lo que vende. Los datos de la Direcci¨®n General de Armamento puntualizan que las empresas de defensa de capital extranjero (p¨²blico o privado) radicadas en Espa?a dominan esa facturaci¨®n, ya que suponen el 65% del total. En un informe de 2013 se puede leer que ¡°cada a?o existe un mayor porcentaje de negocio de la industria en manos extranjeras¡±.

El Eurofighter

Reino Unido, Alemania, Italia y Espa?a han desarrollado un programa para la adquisici¨®n de 620 aviones (87 para Espa?a) de combate EF-2000. El Eurofighter es un avi¨®n bimotor monoplaza caracterizado por su gran agilidad y capaz de realizar maniobras a velocidades muy altas. El coste del proyecto para Espa?a asciende a 9.254 millones de euros.

Pero esa es solo una parte de la historia. El futuro del sector depender¨¢ de lo que pase en Europa y de la pol¨ªtica industrial del Gobierno espa?ol. En 2013, la Comisi¨®n Europea public¨® un informe que marcaba una hoja de ruta para intentar conseguir un sector comunitario m¨¢s competitivo y eficiente, sin trabas impuestas por el celo de los gobiernos. Sin embargo ¡°cada pa¨ªs sigue practicando una pol¨ªtica obstinadamente nacional¡±, que obstaculiza el mercado interno libre por el que suspira la CE, como denunci¨® el a?o pasado el semanario The Economist. ¡°?Sabe cu¨¢ntos contratos ha dado Francia a empresas de otros pa¨ªses desde entonces? Cero¡±, ilustra Bernardo Navazo, experto de la Fundaci¨®n Alternativas, vinculada al PSOE.

Empresas m¨¢s grandes

Si el camino depende de las fusiones, el ministro Pedro Moren¨¦s tiene su propia hoja de ruta como explica en unas declaraciones a este peri¨®dico: ¡°Protegimos una compa?¨ªa de primera magnitud como Indra. Cuando Bankia vendi¨® su 20% pod¨ªa aparecer, y de hecho rondaba, cualquier grupo extranjero que podr¨ªa haberse quedado con una empresa clave para la defensa nacional desarrollada con muchos a?os de inversi¨®n p¨²blica. Reaccionamos inmediatamente y compramos ese 20% ?Con un af¨¢n de permanencia? En mi opini¨®n, no. Con un af¨¢n de proteger una empresa tractora del proyecto que tenemos en marcha¡±. A punto de agotar la legislatura, Moren¨¦s dice ahora que va a reordenar el sector para ¡°hacer lo que han hecho brit¨¢nicos, franceses o italianos, con nuestras peculiaridades¡±. ?C¨®mo? ¡°No podemos obligar a que las empresas se fusionen, es una actividad privada, pero s¨ª promover asociaciones a trav¨¦s de los programas que lanzamos [como las nuevas fragatas F-110 o los blindados 8x8]¡±. En esa l¨ªnea proteccionista de la que habla Moren¨¦s, el Consejo de Ministros del 29 de mayo anunci¨® una lista de sectores estrat¨¦gicos sobre los que Espa?a tendr¨¢, a partir de ahora, competencia plena. Los analistas piensan que es un paso para hacer lo que hacen otros Estados: considerar la defensa como una industria estrat¨¦gica y bloquear a competidores de otros lugares. Arteaga cree que ese ha sido uno de los errores que ha cometido Espa?a, que no ha considerado la Defensa dentro de sus prioridades y la ha ¡°enclaustrado alrededor del Ministerio. Y eso, que funcionaba en ¨¦poca de vacas gordas, se acab¨®¡±.

La falta de estad¨ªsticas y la dificultad para recoger opiniones de directivos del sector dificulta el an¨¢lisis de ese enorme cliente que es el Ministerio. ¡°Defensa es la instituci¨®n m¨¢s opaca del pa¨ªs¡±, denuncia Navazo. ¡°Est¨¢ instalada la ret¨®rica de que en su seno la corrupci¨®n no existe. Pero los estudios comparados te dicen que la compra p¨²blica de armamento es muy oscura. Y de la opacidad surgen hongos. En las grandes empresas, que hasta ayer eran brazos del Ministerio [cada ej¨¦rcito ten¨ªa una gran empresa adscrita] reinan las puertas giratorias¡±. El propio ministro Moren¨¦s ocup¨® puestos relevantes en dos industrias del sector antes de ocupar el cargo (MBDA, que fabrica misiles, y Segur Ib¨¦rica, de seguridad privada).

EADS-Airbus (con presencia de Alemania, Francia y Espa?a), Indra y Navantia son las tractoras, a las que le siguen unas 400 firmas auxiliares de segundo y tercer nivel dedicadas a electr¨®nica, veh¨ªculos, armamento, materias primas, navales y areon¨¢uticas. Como sus hom¨®logas de otros pa¨ªses europeos, estas empresas trabajan en un sector fuertemente condicionado por desarrollos industriales muy largos y costosos de productos que se aplican a series, por lo general, cortas. ¡°Es un negocio singular, los competidores son extremadamente celosos de la informaci¨®n, por no decir abiertamente opacos. El precio no es el ¨²nico criterio para vender¡±, a?ade un directivo de una compa?¨ªa mediana.

Navazo, que ha publicado varios estudios sobre los recortes del presupuesto en ese sector, cree que las Fuerzas Armadas van camino de convertirse pronto en un ¡°ej¨¦rcito bons¨¢i¡±, con un enorme arsenal de tanques, helic¨®pteros o fragatas in¨²tiles. ¡°Compramos a la industria ingentes cantidades de equipos en los 19 programas de armamento (PEAs), que se iniciaron en 1997 pero que se empezaron a pagar en 2008. Por el camino se han quedado 15.000 millones en pr¨¦stamos y ahora nos encontramos con una factura enorme que hay que abonar a la industria en detrimento del entrenamiento de las tropas. El resultado es que los soldados llevan los ¨²ltimos cinco a?os dando vueltas a campos de f¨²tbol porque no tienen d¨ªas de mar, ni pr¨¢cticas de vuelo¡±.

El programa "Tigre"

La sociedad Eurocopter Espa?a, (del grupo Airbus) fue la responsable de este proyecto para la construir 24 helic¨®pteros de combate. Su desarrollo se presupuest¨® en 1.517 millones. Participaron sociedades auxiliares de Alemania, Francia y Reino Unido.

Como prueba del despilfarro pone como ejemplo compras de armas innecesarias, ¡°como un carro de combate de 63 toneladas que no puedes transportar en un avi¨®n porque el l¨ªmite de carga es de 44 toneladas. Tenemos unas 300 unidades de ese modelo que nos sirven¡­ ?para defendernos de un ataque de Portugal y Francia!¡±, ironiza. Siguiendo el rastro que dejan los contratos del ministerio que llegan al Bolet¨ªn Oficial del Estado, Gin¨¦s Soriano, periodista de la web especializada Infodefensa, ha descubierto que el 58% de las adjudicaciones a empresas se realizaron en 2013 mediante contratos negociados sin publicidad. A punto de comunicar los datos del a?o pasado, avanza que ¡°ese porcentaje se ha ido reduciendo, pero esa f¨®rmula de adjudicaci¨®n sigue siendo la principal¡±.

Capacidad obsoleta

F¨¦lix Arteaga, investigador de seguridad y defensa del Instituto Elcano, destaca que Espa?a tiene ¡°una base de subcontratistas muy importante que se han desarrollado al calor de los PAE¡±, pero lamenta otro punto d¨¦bil: ¡°Nos est¨¢ matando el hecho de que no se invierta lo suficiente en I+D+i. La capacidad militar que tenemos ahora se va a quedar obsoleta en pocos a?os¡±. Navantia, por ejemplo, reconoce que su inversi¨®n en investigaci¨®n ha pasado de 106 millones en 2010 a 60,2 en 2014, algo que no s¨®lo perjudica a la empresa p¨²blica: ¡°La actividad de I+D+i de Navantia se apoya en universidades, centros tecnol¨®gicos, y centros de investigaci¨®n que aportan sus conocimientos b¨¢sicos t¨¦cnico-cient¨ªficos para ser aplicados en nuestra industria mediante acuerdos de transferencia tecnol¨®gica¡±, asegura un portavoz.

¡°Todo el mundo entiende que todo tejido empresarial avanzado, con mucho valor a?adido, hay que sostenerlo. La industria ha dualizado su producci¨®n, son empresas que tambi¨¦n viven del mercado civil, pero dentro de las subcontratistas hay un monocultivo en defensa. Y no todas tienen capacidad de internacionalizaci¨®n¡±, apuntan desde el Instituto Elcano. ¡°A nosotros [la reducci¨®n del mercado] nos coge en el peor de los mundos, con empresas medias que no son lo bastante grandes para defenderse ni lo bastante peque?as para superar obst¨¢culos¡±, a?ade Arteaga.

El ¨²ltimo gran bache, el accidente del Airbus, ha aireado las miserias de una industria muy poco cohesionada donde los Estados se echan la culpa entre s¨ª por los errores. Espa?a se ver¨¢ arrastrada, como ilustra el analista Dev Mehta: ¡°El origen del accidente se debi¨® a m¨²ltiples fallos [relacionados con el control] del motor y la industria de turbo propulsores espa?ola es uno de los proveedores. Esto se une a que Airbus ha incurrido, durante el desarrollo de la aeronave, en enormes sobrecostes y retrasos. Esos factores tendr¨¢n probablemente un impacto negativo en los pedidos de otros pa¨ªses. Adem¨¢s, Espa?a es responsable del montaje final, lo que puede llevar a especulaciones con respecto a los conocimientos t¨¦cnicos de la industria dom¨¦stica¡±. El camino para consolidar un potente sector militar est¨¢, como se ve, m¨¢s abierto que nunca.

Fragatas, blindados o drones

Entre los nuevos programas esbozados se encuentra la Fragata F-110: cinco buques con un coste de 800 millones cada uno. Tambi¨¦n destaca el proyecto para desarrollar 4000 blindados 8x8 por 1.500 millones y el programa de aviones cisterna valorado en 800 millones. Defensa quiere encargar cuatro aviones no tripulados.