La defensa como negocio
Tambi¨¦n en este sector es necesaria m¨¢s Europa ante la excesiva dependencia del presupuesto nacional
La industria de defensa generar¨¢ unos ingresos a las empresas espa?olas de 8.800 millones de d¨®lares en el a?o en curso. Las amenazas terroristas y las tensiones territoriales son los principales est¨ªmulos dom¨¦sticos al mantenimiento de esa industria, al menos a la satisfacci¨®n de la demanda generada por el correspondiente ministerio con cargo al presupuesto p¨²blico. Pero m¨¢s all¨¢ de ello, las empresas espa?olas tratan de vender una parte cada d¨ªa mayor de su producci¨®n al exterior, especialmente al muy activo mercado de Oriente Pr¨®ximo, pero tambi¨¦n a los mercados de Asia y la cada d¨ªa m¨¢s pujante pero no menos conflictiva ?frica. Los datos de la Direcci¨®n general de Armamento del Ministerio espa?ol de defensa destacan que una parte mayoritaria de las exportaciones desde Espa?a las llevan a cabo empresas del sector de capital extranjero (p¨²blico o privado) radicadas en Espa?a. Pero tambi¨¦n tratan de participar en el reparto regional de capacidad b¨¦lica que dicta Bruselas, y que deber¨ªa ser una de las gu¨ªas fundamentales de esta industria.
Con independencia del empleo espec¨ªfico que pueda generar, en torno a las 20.000 personas, a la industria de defensa se le atribuye en general un efecto favorable sobre la investigaci¨®n y el fortalecimiento del capital tecnol¨®gico, entre otras consecuencias favorables. Para que ello tenga lugar, se ha de contar con la calidad y la intensidad tecnol¨®gica suficientes, adem¨¢s de la vinculaci¨®n estrecha con los centros de investigaci¨®n del pa¨ªs.
Los antecedentes m¨¢s inmediatos no son precisamente una demostraci¨®n de gran calidad de la oferta. El accidente del Airbus A400, debido a un fallo del sistema inform¨¢tico que controla la potencia de los motores, es un exponente. Pero tambi¨¦n est¨¢n de actualidad los asociados al desarrollo de un submarino, el S80, con un dise?o que ha incorporado una sobrecarga de toneladas que le impide hacer las maniobras necesarias. Adem¨¢s del deterioro reputacional de la industria, tambi¨¦n se ha resentido el correspondiente presupuesto, que ya alcanza a 2.000 millones de euros.
El presupuesto de defensa ha sufrido durante los a?os de crisis, pero parece que en los pr¨®ximos a?os iniciar¨¢ una cierta recuperaci¨®n. Un estudio del que da cuenta de la consultora Research and Markets anticipa que tras la decisi¨®n del gobierno espa?ol el pasado mayo de asignar 856 millones de euros a diversos programas militares - incluyendo aviones de transporte, veh¨ªculos blindados y helic¨®pteros- el pa¨ªs continuar¨¢ invirtiendo en equipos que garantizar¨¢n crecimientos de las ventas a las empresas a un ritmo cercano al 2% anual, hasta 2020. Las amenazas a seguridad dom¨¦stica antes comentadas son la principal para anticipar unos aumentos tales en el valor de la producci¨®n de la industria espa?ola.
Pero m¨¢s all¨¢ de las ventas internas derivadas de los Presupuestos Generales del Estado, la capacidad competitiva de las empresas espa?olas depende de la intensidad tecnol¨®gica y de que sean capaces de ganar cuota en los mercados internacionales. De forma m¨¢s acusada a lo que exigen otros sectores productivos, el tama?o de las empresas es un factor cada d¨ªa m¨¢s relevante en ese entorno competitivo global. Dimensiones medias m¨¢s elevadas son necesarias para generar los rendimientos a escala que la inversi¨®n en I+D requiere. Y el objetivo de crecimiento inorg¨¢nico de las empresas sigue condicionado por las limitaciones a las fusiones transfronterizas y las susceptibilidades que respecto a este sector mantienen la mayor¨ªa de los gobiernos, incluso los europeos. La integraci¨®n europea, la visi¨®n de un verdadero mercado ¨²nico, no parece actuar tan intensamente en este sector. Pero no hay muchas m¨¢s alternativas a la excesiva dependencia del presupuesto nacional. Tambi¨¦n en este punto es necesario m¨¢s Europa.
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