Guindos busca apoyos contra reloj para poder presidir el Eurogrupo

Espa?a y Holanda buscan votos contra reloj en la carrera por presidir el Eurogrupo, la reuni¨®n de ministros de Econom¨ªa y Finanzas del euro. Luis de Guindos, el aspirante conservador espa?ol, parte con desventaja respecto al actual presidente, el socialdem¨®crata holand¨¦s Jeroen Dijsselbloem, quien se siente favorito y quiere forzar la votaci¨®n el jueves. Berl¨ªn apoya a Guindos; Par¨ªs a Dijsselbloem, cuyo equipo est¨¢ seguro de sacar adelante la reelecci¨®n. Madrid redoblar¨¢ su ofensiva diplom¨¢tica si logra retrasar el voto, en una jugada decisiva para calibrar el peso espa?ol en las instituciones europeas.

Dijsselbloem se ve ganador en una votaci¨®n entre los 19 ministros del Eurogrupo en la que se requiere mayor¨ªa simple. Tanto su equipo como media docena de fuentes consultadas en Bruselas aseguran que el actual presidente cuenta con apoyos para repetir. La Moncloa cree que las opciones est¨¢n al 50%, pero los ¨²ltimos movimientos apuntan a que Dijsselbloem es favorito: Holanda quiere votar ya; Espa?a, con el apoyo de Alemania, intent¨® hace unos d¨ªas sin ¨¦xito retirar el debate sobre la elecci¨®n del presidente de la agenda del Eurogrupo que se celebrar¨¢ en Luxemburgo. ¡°La correlaci¨®n de fuerzas en este momento est¨¢ clara: si Holanda quiere votar y Espa?a no, el favorito es holand¨¦s¡±, subrayan fuentes europeas. Madrid se agarra a que la agenda a¨²n no est¨¢ fijada. ¡°Se decidir¨¢ al comienzo de la reuni¨®n; si un grupo de pa¨ªses lo prefiere, se dejar¨¢ para m¨¢s adelante¡±, sostienen fuentes del Eurogrupo.

Berl¨ªn apoya a Guindos; Par¨ªs y Roma, en principio, a Dijsselbloem

Intrigas al margen, Espa?a boxea muy por debajo de su peso en Europa. Madrid perdi¨® en 2012 su silla en el BCE con una gesti¨®n desastrosa de esa jugada. Y acept¨® un ¨¢rea de relevancia media en la Comisi¨®n (Energ¨ªa, para Miguel Arias Ca?ete) a cambio de la promesa impl¨ªcita de obtener la presidencia del Eurogrupo para Guindos, un ministro bien valorado en Europa. Esa silla es una oportunidad de oro para recuperar poder¨ªo tras un rescate financiero perturbador al principio, pero que despu¨¦s permiti¨® poner en orden a la banca, oblig¨® a hacer reformas y ha cristalizado con una recuperaci¨®n m¨¢s s¨®lida que la de la eurozona. La posibilidad de volver al BCE no llegar¨¢ hasta 2018. Por eso el Gobierno se agarra a esa posibilidad.

Madrid quiere sacar partido de sus reformas y de la sensaci¨®n de agravio por haber perdido peso. Pero Guindos tiene varios factores en contra. Uno: la opini¨®n sobre Dijsselbloem ha mejorado desde la sensacional metedura de pata que supuso el rescate a Chipre. Dos: las presidencias de la Comisi¨®n y del Consejo ya son para conservadores, y el equilibrio entre centroizquierda y centroderecha en Bruselas resultar¨ªa m¨¢s sencillo con una jefatura del Eurogrupo socialdem¨®crata. Y tres: Espa?a tiene cerca sus elecciones; el resultado es cualquier cosa menos predecible. La presidencia permanente del Eurogrupo no est¨¢ sobre la mesa, y Guindos ha dicho que no va a repetir como ministro. ¡°Esa incertidumbre le ha restado opciones¡±, destacan fuentes alemanas.

La delegaci¨®n espa?ola daba como ganador seguro a Guindos hace unos meses. Pero Francia se decanta por Dijsselbloem (como otros pa¨ªses: Eslovaquia y Eslovenia, por ejemplo), que, seg¨²n las fuentes consultadas, habr¨ªa pescado alg¨²n voto en el caladero de los nueve ministros del PP europeo que se sientan en el Eurogrupo. El entorno de Guindos se resiste a reconocer esa posibilidad, y de la mano del alem¨¢n Wolfgang Sch?uble tratar¨¢ de cerrar filas en el PP. Italia puede ser clave: Roma no ha decidido a¨²n el sentido de su voto, aunque en principio el ministro Pier Carlo Padoan se inclina por Dijsselbloem. El primer ministro Matteo Renzi no ha dicho a¨²n la ¨²ltima palabra.

Retrasar la elecci¨®n

Rajoy y Guindos maniobrar¨¢n para impedir que se vote en Luxemburgo, con intenci¨®n de redoblar su ofensiva diplom¨¢tica de cara a la cumbre europea, a final de mes. Rajoy cuenta con el apoyo expresado por la canciller Angela Merkel y con el acuerdo impl¨ªcito de la cumbre del 30 de agosto de 2014, en la que se decidieron los cargos de jefe del Consejo (Donald Tusk) y jefa de la diplomacia europea (Federica Mogherini).

¡°Para Espa?a ser¨ªa un fracaso no conseguir el puesto¡±, dicen fuentes diplom¨¢ticas.

Espa?a intent¨® incluir en ese paquete la presidencia del Eurogrupo, pero el entonces presidente del Consejo, Herman Van Rompuy, disuadi¨® a Rajoy de que planteara esa posibilidad en la cumbre. El presidente espa?ol se conform¨® con una declaraci¨®n ante la prensa de Van Rompuy a favor de Guindos. Espa?a confiaba en esas dos bazas; al final, el respaldo germano ha demostrado ser, por el momento, de baja intensidad, y las promesas a un a?o vista, en Bruselas, corren el peligro de que se las lleve el viento. ¡°Para Espa?a ser¨ªa un fracaso no conseguir el puesto¡±, cierran fuentes diplom¨¢ticas.