Grecia, al borde
Grecia debe votar "no", y su Gobierno debe estar listo para, si es necesario, abandonar el euro
Es evidente, desde hace tiempo, que la creaci¨®n del euro fue un terrible error. Europa nunca tuvo las condiciones previas para una moneda ¨²nica de ¨¦xito, por encima de todo, el tipo de uni¨®n fiscal y bancaria que, por ejemplo, asegura que cuando la burbuja inmobiliaria estalla en Florida, Washington protege autom¨¢ticamente a la tercera edad de cualquier amenaza sobre su atenci¨®n sanitaria o sobre sus dep¨®sitos bancarios.
Stiglitz tambi¨¦n opta por el No
Joseph Stiglitz, ex economista jefe del Banco Mundial (BM) y profesor de la Universidad de Columbia de Nueva York, tambi¨¦n defiende que los griegos voten "no" en la consulta de este domingo.
"Un voto por el s¨ª significar¨ªa una depresi¨®n casi sin fin (...). Un voto por el no abrir¨ªa al menos la posibilidad de que Grecia, con su fuerte tradici¨®n democr¨¢tica, pueda asir su destino en sus propias manos", apunta el Nobel de Econom¨ªa de 2001 en un art¨ªculo publicado en The Guardian.
De esta manera, agrega Stiglitz, de 72 a?os, "los griegos podr¨ªan lograr la oportunidad de modelar un futuro que, aunque quiz¨¢ no tan pr¨®spero como el pasado, es mucho m¨¢s esperanzador que la inconsciente tortura del presente".
Abandonar una uni¨®n monetaria es, sin embargo, una decisi¨®n mucho m¨¢s dif¨ªcil y m¨¢s aterradora que nunca; hasta ahora las econom¨ªas con m¨¢s problemas del Continente han dado un paso atr¨¢s cuando se encontraban al borde del abismo. Una y otra vez, los Gobiernos se han sometido a las exigencias de dura austeridad de los acreedores, mientras que el Banco Central Europeo ha logrado contener el p¨¢nico en los mercados.
Pero la situaci¨®n en Grecia ha alcanzado lo que parece ser un punto de no retorno. Los bancos est¨¢n cerrados temporalmente y el Gobierno ha impuesto controles de capital (l¨ªmites al movimiento de fondos al extranjero). Parece altamente probable que el Ejecutivo pronto tendr¨¢ que empezar a pagar las pensiones y los salarios en papel, lo que, en la pr¨¢ctica, crear¨ªa una moneda paralela. Y la semana que viene el pa¨ªs va a celebrar un refer¨¦ndum sobre la conveniencia de aceptar las exigencias de la troika ¡ªlas instituciones que representan los intereses de los acreedores¡ª de redoblar, a¨²n m¨¢s, la austeridad.
Grecia debe votar "no", y su Gobierno debe estar listo para, si es necesario, abandonar el euro.
Para entender por qu¨¦ digo esto, debemos primero ser conscientes de que la mayor¨ªa de cosas ¡ªno todas, pero s¨ª la mayor¨ªa¡ª que hemos o¨ªdo sobre el despilfarro y la irresponsabilidad griega son falsas. S¨ª, el gobierno griego estaba gastando m¨¢s all¨¢ de sus posibilidades a finales de la d¨¦cada de los 2000. Pero, desde entonces ha recortado repetidamente el gasto p¨²blico y ha aumentado la recaudaci¨®n fiscal. El empleo p¨²blico ha ca¨ªdo m¨¢s de un 25 por ciento, y las pensiones (que eran, ciertamente, demasiado generosas) se han reducido dr¨¢sticamente. Todas las medidas han sido, en suma, m¨¢s que suficientes para eliminar el d¨¦ficit original y convertirlo en un amplio super¨¢vit.
Lo que hemos o¨ªdo sobre el despilfarro y la irresponsabilidad griega es falso
?Por qu¨¦ no ha ocurrido esto? Porque la econom¨ªa griega se ha desplomado, en gran parte, como consecuencia directa de estas importantes medidas de austeridad, que han hundido la recaudaci¨®n.
Y este colapso, a su vez, tuvo mucho que ver con el euro, que atrap¨® a la econom¨ªa griega en una camisa de fuerza. Por lo general, los casos de ¨¦xito de las pol¨ªticas austeridad ¡ªaquellos en los que los pa¨ªses logran frenar su d¨¦ficit fiscal sin caer en la depresi¨®n¡ª, llevan aparejadas importantes devaluaciones monetarias que hacen que sus exportaciones sean m¨¢s competitivas. Esto es lo que ocurri¨®, por ejemplo, en Canad¨¢ en la d¨¦cada de los noventa, y m¨¢s recientemente en Islandia. Pero Grecia, sin divisa propia, no ten¨ªa esa opci¨®n.
?Quiero decir con esto que ser¨ªa conveniente el Grexit ¡ªla salida de Grecia del euro¡ª? No necesariamente. El problema del Grexit ha sido siempre el riesgo de caos financiero, de un sistema bancario bloqueado por las retiradas presa del p¨¢nico y de un sector privado obstaculizado tanto por los problemas bancarios como por la incertidumbre sobre el estatus legal de las deudas. Es por eso que los sucesivos gobiernos griegos se han adherido a las exigencias de austeridad, y por lo que incluso Syriza , la coalici¨®n de izquierda en el poder, estaba dispuesta a aceptar una austeridad que ya hab¨ªa sido impuesta. Lo ¨²nico que ped¨ªa era evitar una dosis mayor de austeridad.
Pero la troika ha rechazado esta opci¨®n. Es f¨¢cil perderse en los detalles, pero ahora el punto clave es que los acreedores han ofrecido a Grecia un "t¨®malo o d¨¦jalo", una oferta indistinguible de las pol¨ªticas de los ¨²ltimos cinco a?os.
Esta oferta estaba y est¨¢ destinada a ser rechazada por el primer ministro griego, Alexis Tsipras: no puede aceptarla porque supondr¨ªa la destrucci¨®n de su raz¨®n pol¨ªtica de ser. Por tanto, su objetivo debe ser llevarle a abandonar su cargo, algo que probablemente suceder¨¢ si los votantes griegos temen tanto la confrontaci¨®n con la troika como para votar s¨ª la semana que viene.
Es hora de poner fin a este inimaginable. De lo contrario Grecia se enfrentar¨¢ a la austeridad infinita
Pero no deben hacerlo por tres razones. En primer lugar, ahora sabemos que la austeridad cada vez m¨¢s dura es un callej¨®n sin salida: tras cinco a?os, Grecia est¨¢ en peor situaci¨®n que nunca. En segundo lugar, pr¨¢cticamente todo el caos temido sobre Grexit ya ha sucedido. Con los bancos cerrados y los controles de capital impuestos, no hay mucho m¨¢s da?o que hacer.
Por ¨²ltimo, la adhesi¨®n al ultim¨¢tum de la troika conllevar¨ªa el abandono definitivo de cualquier pretensi¨®n de independencia de Grecia. No nos dejemos enga?ar por aquellos que afirman que los funcionarios de la troika son s¨®lo t¨¦cnicos que explican a los griegos ignorantes lo que debe hacerse. Estos supuestos tecn¨®cratas son, en realidad, fantaseadores que han hecho caso omiso de todos los principios de la macroeconom¨ªa, y que se han equivocado en cada paso dado. No es una cuesti¨®n de an¨¢lisis; es una cuesti¨®n de poder: el poder de los acreedores para tirar del enchufe de la econom¨ªa griega, que persistir¨¢ mientras salida del euro se considere impensable.
As¨ª que es hora de poner fin a este inimaginable. De lo contrario Grecia se enfrentar¨¢ a la austeridad infinita y a una depresi¨®n de la que no hay pistas sobre su final.
Paul Krugman recibi¨® el premio Nobel de Econom¨ªa en 2008.
? The New York Times Company, 2015.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Alexis Tsipras
- Syriza
- Troika
- Paul Krugman
- Rescate financiero
- Comisi¨®n Europea
- FMI
- Grecia
- Crisis deuda europea
- BCE
- Crisis econ¨®mica
- Austeridad
- Recortes presupuestarios
- Recesi¨®n econ¨®mica
- Balcanes
- Crisis financiera
- Coyuntura econ¨®mica
- Pol¨ªtica econ¨®mica
- Europa sur
- Partidos pol¨ªticos
- Bancos
- Uni¨®n Europea
- Finanzas p¨²blicas
- Europa
- Organizaciones internacionales