La suerte del ¡®Financial Times¡¯ se decidi¨® en 10 minutos
Relato de c¨®mo el prestigioso peri¨®dico econ¨®mico brit¨¢nico acab¨® en manos del grupo japon¨¦s Nikkei
En mayo de 2013, en una fiesta en el Upper East Side de Manhattan por el 125 aniversario del Financial Times, Michael Bloomberg sali¨® al paso de los insistentes rumores sobre su intenci¨®n de a?adir la prestigiosa cabecera brit¨¢nica a su imperio de la prensa econ¨®mica. ¡°La gente me dice todo el tiempo que deber¨ªa comprar el FT¡±, reconoci¨®, subido a la tribuna de oradores. Y a?adi¨®: ¡°?Si ya lo compro cada d¨ªa!¡±.
Los rumores acerca de la venta del Financial Times, acordada finalmente el jueves con el grupo japon¨¦s Nikkei, llevaban a?os circulando. Y fue la propia Bloomberg la que, a principios de esta semana, public¨® que un acuerdo estaba a punto de cerrarse. Incluso dentro del peri¨®dico, donde solo el peque?o grupo de trabajo que llevaba las negociaciones estaba al corriente de los avances, aquello son¨® a serpiente de verano, una de esas noticias que se estiran para aliviar la sequ¨ªa informativa de los meses estivales. Pero el mismo jueves por la ma?ana, Reuters primero y el propio FT a continuaci¨®n, publicaban que el acuerdo estaba casi cerrado, sin especificar la identidad del comprador.
Al mediod¨ªa el FT publicaba que el comprador era el grupo alem¨¢n Springer, pero poco despu¨¦s correg¨ªa la informaci¨®n y confirmaba que su nuevo propietario era Nikkei. Lo atropellado del relato ¨Caparte de poner de manifiesto, como bromea un trabajador, la proverbial falta de habilidad que exhiben las empresas de comunicaci¨®n a la hora de comunicar sus propias noticias- refleja el fren¨¦tico ritmo de unas negociaciones que, seg¨²n publica hoy el Financial Times, se resolvieron en los ¨²ltimos diez minutos.
Springer, que llevaba a?os negociando con Pearson, el grupo brit¨¢nico todav¨ªa propietario de la cabecera, se daba por ganador durante la ma?ana del jueves. Pero en la recta final fue adelantado al sprint por la mejor oferta del grupo japon¨¦s, que hab¨ªa empezado las negociaciones hace apenas cinco semanas. A las dos de la tarde, hora de Londres, el acuerdo estaba cerrado. A las 15.13, Pearson comunicaba los t¨¦rminos del acuerdo -844 millones de libras pagables en efectivo- a los mercados.
?Qu¨¦ pudo hacer inclinarse la balanza hacia los japoneses? En primer lugar, seg¨²n el FT, la oferta en efectivo de Nikkei -cinco veces lo que pag¨® Jeff Bezos por el Washington Post en 2013- superaba a la del grupo alem¨¢n. Por otro lado, est¨¢ el hecho de que las relaciones entre los ejecutivos de Nikkei y de FT eran buenas desde que firmaron un acuerdo de colaboraci¨®n ¨Csindicaci¨®n de contenidos, formaci¨®n, eventos- en marzo de 2013. Antes, desde 1997, Nikkei ten¨ªa una relaci¨®n con Dow Jones, competidor del FT. Incluso compart¨ªan redacci¨®n en Tokio. Pero en 2007 News Corp compr¨® Dow Jones y termin¨® su alianza con Nikkei para acercarse a Yomiuri, la compa?¨ªa de peri¨®dicos m¨¢s grande del mundo.
La ventaja de Nikkei para el Financial Times es que, si lo hubiera comprado un competidor ¨Cse habl¨® de Bloomberg, Thomson Reuters o Dow Jones-, se habr¨ªan podido plantear sinergias e integraciones de redacciones. Algo que no es probable que suceda ahora, debido, de entrada, a la barrera del idioma.
Por otro lado, Nikkei posee m¨²sculo para invertir. Pearson, que hab¨ªa sufrido ¨²ltimamente con los resultados de su operaci¨®n core de educaci¨®n, no estaba invirtiendo en la cabecera, y en los ¨²ltimos tiempos hab¨ªa cierto malestar en la redacci¨®n por la contenci¨®n del gasto. Y no solo porque Henry Mance, tras su almuerzo con el magnate de los medios Richard Desmond para la secci¨®n Lunch with the FT del pasado 12 de junio, tuiteara su comprensible terror mientras sub¨ªa al departamento financiero del peri¨®dico con la factura de 758,81 libras (cerca de 1.100 euros) que inclu¨ªa una prohibitiva botella de Ch?teau Palmer de 1983.
Lo cierto es que, seg¨²n una fuente interna del FT, Nikkei no es una empresa que tenga que publicar resultados, con lo que la presi¨®n por los resultados a corto plazo es menor. ¡°Nuestro estilo es hacer inversiones basadas en perspectivas a largo plazo, y esperamos invertir en el FT para desplegar todo su potencial¡±, confirmaban los dos mayores ejecutivos de Nikkei en una carta enviada a los trabajadores.
La principal preocupaci¨®n de la redacci¨®n, seg¨²n fuentes internas, es el compromiso de los nuevos propietarios con la independencia editorial del diario. Dicho compromiso no est¨¢ por escrito en el acuerdo, como tampoco lo estaba en la etapa de Pearson. Tanto el director del FT, Lionel Barber, como John Fallon, m¨¢ximo ejecutivo de Pearson, aseguraron ante la redacci¨®n que la independencia no est¨¢ en peligro. Lo confirm¨® Nikkei en su carta a los trabajadores.
Seg¨²n fuentes internas, el respeto a la independencia editorial fue un requisito previo antes de empezar cualquier negociaci¨®n, lo cual limit¨® el elenco de candidatos. Otros, como la reportera del New York Times Hiroko Tabuchi, son m¨¢s pesimistas: ¡°Preocupante. Nikkei es b¨¢sicamente un m¨¢quina de relaciones p¨²blicas al servicio de las empresas japonesas¡±, tuite¨® el jueves.
Otra preocupaci¨®n es la perspectiva de un eventual cambio de sede de la redacci¨®n. Las sedes de Londres y de Nueva York no entran en el acuerdo de venta, y las opciones son pagar un alquiler a Pearson o plantearse una mudanza. La posibilidad de cambiar de sede lleva a?os contempl¨¢ndose, explica una fuente interna. Lo m¨¢s probable, seg¨²n la misma fuente, es que la venta acelere el proceso y, de aqu¨ª a unos a?os, el Financial Times abandone su hist¨®rico cuartel general junto al T¨¢mesis.
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