Padres funambulistas
A la hora de elegir carrera, los progenitores deben permanecer en un delicado equilibrio entre autoridad y confianza
"Yo quer¨ªa ser artista, pero mi padre me oblig¨® a estudiar Derecho¡±. Frases como esta (o similares) no eran dif¨ªcil de escuchar entre la generaci¨®n que estudi¨® hace algunos a?os. Padres autoritarios que hac¨ªan o¨ªdos sordos a la vocaci¨®n de sus hijos y les ordenaban estudiar las carreras que eran consideradas como provechosas, respetables y con buenas salidas laborales. O la que mandaba la tradici¨®n familiar.
Los tiempos han cambiado: hoy en d¨ªa la elecci¨®n de carrera no se hace desde edades tempranas, no se siguen obligatoriamente tradiciones familiares, no existen tantas fervientes vocaciones, la relaci¨®n entre estudios y trabajo es m¨¢s laxa, se han relajado las costumbres y diluido la autoridad paterna. Aunque puedan seguir existiendo casos como estos, el nuevo paradigma apunta hacia contemplar tambi¨¦n los deseos de los hijos. Eso s¨ª, conviene no dejarles totalmente a su libre albedr¨ªo, as¨ª que hacer equilibrismo entre ambas posturas, la autoritaria y la lib¨¦rrima, no es nada f¨¢cil. ?C¨®mo guiar a los hijos en una decisi¨®n tan trascendental?
Lo primero es darse cuenta de que no es tan trascendental. ¡°Hay que desdramatizar¡±, dice Carlos Arroyo, experto en t¨¦cnicas de desarrollo intelectual. ¡°La elecci¨®n de la carrera es un momento tenso porque se considera crucial, pero ya no lo es tanto¡±. Hoy en d¨ªa la l¨ªnea entre carrera universitaria y vida laboral es muy difusa: muchas personas acaban trabajando en ¨¢reas distintas o solo relacionadas levemente con sus estudios. O engrosando las colas del paro. Aparecen nuevas profesiones ligadas a los avances tecnol¨®gicos adem¨¢s de que, simplemente, el estudiante puede decepcionarse con su elecci¨®n, decidir dar un giro y cambiar de carrera. Un cambio de este tipo no tiene por qu¨¦ resultar traum¨¢tico, es solo una fase m¨¢s en el proceso de crecimiento.
A?o sab¨¢tico
Y qu¨¦ no cunda el p¨¢nico: en algunos pa¨ªses extranjeros, como Reino Unido, incluso es com¨²n que los que acaban el bachillerato se peguen un a?o sab¨¢tico dando la vuelta al mundo o se pongan a trabajar una buena temporada, el tiempo en el que deciden hacia d¨®nde enfocar¨¢n su existencia. ¡°No se trata tanto de dar en el centro de la diana como de no desorientarse demasiado¡±, ejemplifica Arroyo. ¡°Hay que perder la obsesi¨®n por acertar porque en el futuro puede pasar cualquier cosa¡±. Qui¨¦n sabe: ese chaval que decide seguir la inestable carrera de Arte Dram¨¢tico puede llegar a ser el nuevo Javier Bardem.
Algo muy importante a la hora de elegir carrera es que esa tensi¨®n no se convierta en un lastre para las relaciones familiares ni deteriore los v¨ªnculos afectivos. ¡°Cuando el afecto se pone sobre la mesa es mala cosa¡±, dice Eduardo Arroyo, psic¨®logo responsable de la unidad de Familia de la Cl¨ªnica Centta. ¡°En el momento de la elecci¨®n de la carrera es cuando sale a la luz si las relaciones en una familia son sanas o no.
"No se trata tanto de dar en el centro de la diana como de no desorientarse demasiado", dice un experto
Las familias saludables negocian y llegan a acuerdos¡±, dice Arroyo que la adolescencia es algo as¨ª como ¡°un estado de psicosis socialmente aceptada¡±, y ve con buenos ojos que los hijos se rebelen contra la autoridad paterna, porque ¡°forma parte de su proceso de individuaci¨®n¡±. Eso s¨ª, los padres tienen que ejercer cierta autoridad, asesorar, servir como gu¨ªa. ¡°Lo que no puede ser es el otro extremo al autoritarismo: que los padres se desentiendan de este proceso y deleguen todo el proceso en el colegio¡±, dice Arroyo.
En ocasiones se ven acuerdos del tipo: ¡°Si quieres estudiar Bellas Artes, primero estudia Ingenier¨ªa¡± o ¡°si quieres estudiar danza, p¨¢gatelo t¨² mismo¡±. ?Son opciones correctas? ¡°Siempre que haya negociaci¨®n es bueno, porque no se pone en juego el v¨ªnculo afectivo. Y es normal que no haya consenso a priori, no tiene por qu¨¦ haberlo, lo bueno es que se negocie y se llegue a acuerdos¡±, explica el psic¨®logo. Si existe una tradici¨®n laboral familiar, como en familias de varias generaciones de m¨¦dicos o abogados, seguirla puede tener muchas ventajas para el estudiante: heredar¨¢ conocimientos, prestigio y contactos. Pero si el joven decide emprender otro camino, habr¨¢ que respetar su decisi¨®n: la tradici¨®n no obliga.
Los expertos recomiendan que los padres, gracias a su edad y experiencia, sean una conexi¨®n con la realidad para los hijos. A los 17 a?os los estudiantes pueden no prever las consecuencias de su elecci¨®n, o llegar a mitificar ciertos caminos vitales, por eso los padres tienen que dejarles bien claro el panorama. La realidad frente al deseo. ¡°Es conveniente que los chavales hablen con gente que ya desempe?a la profesi¨®n para que les cuenten c¨®mo es y c¨®mo est¨¢ el mercado laboral. Tambi¨¦n con profesores de la carrera, para hacerse una idea m¨¢s real de en lo consiste¡±, explica Pedro Lara, vicerrector de Innovaci¨®n y Calidad Acad¨¦mica de la Universidad Europea.
Y tambi¨¦n hacer que se conozcan a s¨ª mismos: ¡°Hay que pedirles que reflexionen mucho, que traten de conocerse bien. Que tengan en cuenta lo que se les da bien, pero tambi¨¦n aquello que puede hacerles felices en el futuro, que al final es lo que cuenta¡±, dice el vicerrector. Para ayudarles en su reflexi¨®n conviene transmitirles serenidad y confianza, y prestar atenci¨®n a sus sue?os, habilidades, aficiones o perspectivas para el futuro.
Tambi¨¦n los padres tienen sus deberes: informarse y no dejarse enga?ar por los estereotipos de las carreras con prestigio y salidas laborales: hoy en d¨ªa la situaci¨®n es muy cambiante y ser abogado, m¨¦dico o ingeniero no garantiza nada (muchos j¨®venes hiperformados se ven obligados a emigrar en la llamada ¡°fuga de cerebros¡±). Y adem¨¢s, cada vez m¨¢s, a la hora de la contrataci¨®n, se valoran otras facetas adem¨¢s de los estudios. Cosas como las habilidades paralelas, el estilo personal, la versatilidad o la experiencia no profesional. ¡°Es importante que los padres no piensen que van a acertar m¨¢s que los hijos y que no introduzcan la racionalidad de manera dictatorial, porque no podemos predecir lo que pasar¨¢ en el futuro¡±, dice Arroyo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.