?Es posible reducir la tasa de paro?
La reforma laboral no ha acabado con los principales problemas del mercado de trabajo espa?ol
Seg¨²n la Comisi¨®n Europea, a lo largo de la Gran Recesi¨®n la tasa de paro m¨¢s elevada fue la de Grecia que, en 2013, lleg¨® a alcanzar un r¨¦cord del 27,5%, seguida de Espa?a con el 26,1%, mientras que la del ¨¢rea euro (AE) era del 12%, menos de la mitad que en Espa?a. Su estimaci¨®n para 2015,es del 25,6% para Grecia y del 22,4% para Espa?a pero solo del 11,1% para el AE, menos de la mitad que Espa?a, a pesar de que Espa?a crecer¨¢ al 3%, el doble que el AE (1,5%).
Esta tasa de paro es todav¨ªa m¨¢s incomprensible cuando se han realizado 52 reformas laborales desde el Estatuto de los Trabajadores de 1980 hasta finales de 2014, un r¨¦cord mundial, que han demostrado su ¨ªnfima eficacia para reducirla. Sin embargo, las reformas del Real Decreto Ley 3/2012 de 10 de febrero y la Ley 3/2012 de 3 de julio de 2012 que lo convalida y mejora, han resultado m¨¢s profundas y eficientes, aunque hay que esperar a decisiones judiciales para ver sus efectos reales. Han conseguido salarios m¨¢s flexibles y mayor facilidad para despedir, pero no han cambiado ni la estructura de la negociaci¨®n colectiva, al no ser capaces de sustituir los convenios provinciales por los nacionales, ni han acabado con la perversa dualidad contractual.
Durante la dictadura de Franco, los sindicatos y las patronales eran la misma cosa, el despido estaba muy restringido y los salarios eran determinados por los gobiernos y no por las empresas, aunque eran muy bajos. Entre 1960 y 1972, el paro oscil¨® entre el 2,5% y el 3%, alcanzando el 4% en 1975. En 1958, se cre¨® un sistema de negociaci¨®n colectiva, pero los salarios segu¨ªan determinados, en ¨²ltima instancia, por el Gobierno y, en 1961, se crearon las primeras prestaciones por desempleo, que eran muy bajas. En 1978, en democracia, los salarios empezaron a adaptarse a las variaciones del IPC. Tras la Constituci¨®n de 1978, el paro empez¨® a aumentar, hasta el 7% y m¨¢s tarde hasta el 13%, tras aprobar el Estatuto de los Trabajadores de 1980, sin adaptarlo a los sistemas europeos ya existentes y heredando parte del sistema franquista. El paro subi¨® al 15% entre 1981 y 1984, al 16% en 1987, cayendo al 15% en 1992, para rebotar hasta un r¨¦cord del 22% durante la crisis de 1993 a 1996.
Posteriormente, el paro cay¨® hasta el 8% durante la Gran Burbuja Inmobiliaria de 2005-2008, a pesar de haber aumentado la poblaci¨®n en edad de trabajar en casi cinco millones, debido al abandono temprano escolar de muchos espa?oles y a la entrada de una gran masa de inmigrantes con baja cualificaci¨®n, entre 1999 y 2005, de los que hoy muchos contin¨²an parados y otros han vuelto a sus pa¨ªses de origen o a otros pa¨ªses de Europa. Seg¨²n la OCDE, en 2012, la poblaci¨®n trabajadora extranjera en Espa?a alcanzaba el 14,9% de la poblaci¨®n total, frente al 10% de la UE a 28 y su tasa de paro era del 35%, frente al 22% en Portugal y el 17% en Francia.
Pero siguen subsistiendo otros problemas graves en el sistema laboral espa?ol: primero, existe una enorme dislocaci¨®n entre los trabajadores con contratos indefinidos, que son personas mayores y los trabajadores con contratos temporales, que son j¨®venes casi en su totalidad. Los primeros tienen costes de despido de 45 d¨ªas por a?o trabajado y los segundos solo de entre cero y hasta 12 d¨ªas, al cabo de tres a?os. La gran diferencia entre ambos es que los primeros est¨¢n muy sindicados y los segundos muy poco o nada. La tasa de Espa?a de trabajadores con contratos temporales duplica la de Alemania, Francia, Italia y Reino Unido, pero durante la Gran Crisis, cay¨® desde el 34% al 23% del total, por haber sido despedidos masivamente, por resultar mucho m¨¢s barato despedirles a ellos que a los fijos, a pesar de que pose¨ªan mayores conocimientos y mayor productividad media. Esta situaci¨®n no durar¨¢ mucho tiempo, ya que los trabajadores con contrato indefinido est¨¢n jubil¨¢ndose a gran velocidad cayendo, en junio 2015, al 10% de total, frente al 35,6% de los contratados a tiempo parcial y al 34,7% de los contratados por horas.
Segundo, seg¨²n la OCDE, el porcentaje de empleo a tiempo parcial ¡°voluntario¡± sobre el total de empleados, que es el que permitir¨ªa trabajar a muchas m¨¢s mujeres y m¨¢s j¨®venes, es, en Espa?a, s¨®lo del 14,7%, frente al 24% en la UE, al 38,5% en Holanda, al 26,9% en Suiza, al 24,1% en el Reino Unido, al 23,4% en Irlanda y al 22,3% en Alemania. Por contra, en Espa?a, el empleo a tiempo parcial ¡°involuntario o no deseado¡± es el 64,6% del total, el segundo m¨¢s elevado despu¨¦s de Grecia, siendo s¨®lo el 37,5% en Francia y el 36,9% en Portugal. La OCDE confirma que la tasa de paro en Espa?a est¨¢ bajando ya que, tras su record del 26,1% en 2013 y pasar¨¢ al 21,5% en 2015 y al 19,7% en 2016, pero son porcentajes muy alejados del 10,3% del AE, en ambos a?os. Adem¨¢s, la OCDE estima que solo 2,23 millones de parados (el 54,5% del total) percibe alg¨²n tipo de prestaci¨®n, frente al 80,9% del total en 2009 y que la afiliaci¨®n a la Seguridad Social ha mejorado ligeramente pasando de 16,1 millones, en enero de 2014, a 17,25 millones, en junio de 2015.
Tercero, la OCDE muestra que el sistema educativo de la poblaci¨®n espa?ola, al contrario que el de otros miembros de la UE, no est¨¢ preparado para hacer frente a las nuevas demandas de trabajo de las empresas. Por un lado, el 35% de los j¨®venes y el 67% de los mayores tiene un nivel educativo bajo, es decir, de primaria, uno de los porcentajes m¨¢s altos de la UE. Por otro lado, el porcentaje de j¨®venes (25-35 a?os) con nivel educativo medio, es decir, de secundaria, es s¨®lo del 25%, uno de los m¨¢s bajos de la UE, siendo del 29% en Portugal, del 45% en Grecia, del 50% en Italia, del 40% en Francia y del 77% en Austria, y, el porcentaje de mayores (55-64 a?os), es s¨®lo del 11%, s¨®lo por encima de Portugal. Finalmente, el porcentaje de educaci¨®n superior de la poblaci¨®n joven en Espa?a es del 40%, muy superior al de Alemania (29%), Austria (20%) e Italia (20%), similar al de Finlandia y justo por debajo del de Francia y B¨¦lgica. Pero es s¨®lo del 18% en los mayores.
Asimismo, como muestran Pilar Garc¨ªa Perea y C¨¦sar Molinas, el porcentaje de la poblaci¨®n espa?ola (25 y 64 a?os) con nivel educativo inferior a secundaria superior es tambi¨¦n del 40%. Dentro de este nivel, s¨®lo el 9% ha cursado estudios de formaci¨®n profesional, un ¨ªndice de un punto porcentual m¨¢s bajo que Portugal, seis puntos m¨¢s bajo que Grecia y 22 puntos por debajo de Italia y Francia. Adem¨¢s, el 31% restante s¨®lo ha cursado formaci¨®n general o acad¨¦mica, pero no aplicada, un ¨ªndice superior al de Alemania, Austria, Francia, Italia, Grecia y Portugal. Esta enorme falta de competencias espec¨ªficas se produce, por un lado, entre los ¡°ni-nis¡±, tanto por su alta tasa de fracaso escolar, como por su alta tasa de abandono escolar temprano, debida, tanto a la burbuja inmobiliaria que les hizo abandonar sus estudios, como a su posterior estallido que les llev¨® masivamente al paro. Finalmente, el 33,5% de la poblaci¨®n espa?ola, entre 25 y 64 a?os, est¨¢ hoy sobrecualificada para lo que hace 11 puntos porcentuales m¨¢s que Austria y B¨¦lgica, 13 puntos m¨¢s que Francia y 16 m¨¢s que Alemania e Italia.
Cuarto, el Servicio Estatal P¨²blico de Empleo (SEPE) no est¨¢ hoy capacitado para colocar a tantos parados, que es para lo que fue creado en su d¨ªa, como INEM, y se limita mayoritariamente a registrarlos, a pesar de contar con 9.300 funcionarios y 764 centros en toda Espa?a, por tener que atender a millones de parados. Los empresarios desconf¨ªan del SEPE para contratar empleos de calidad por considerarlo incapaz de conseguirlo y el SEPE ha tenido que subvencionar con 200 millones de euros al a?o a las 80 empresas de trabajo temporal (ETT), como ayuda para lograrlo, pero s¨®lo colocan un m¨¢ximo del 4% del total y su comisi¨®n por colocarlos oscila desde 300 hasta 3.000 euros en los casos m¨¢s dif¨ªciles. Hay otras 80 agencias de colocaci¨®n (AC) que no contratan pero intermedian telem¨¢ticamente con el SEPE que les ayuda a financiarse que son desde profesionales independientes, ayuntamientos, hasta organizaciones como C¨¢ritas y otras.
Quinto, la demanda de trabajo est¨¢ mejorando y podr¨ªan llegar a crearse 600.000 empleos en 2015. El empleo indefinido est¨¢ aumentando con la tarifa plana a la Seguridad Social y la dualidad laboral se est¨¢ reduciendo. Ahora bien, el n¨²mero de parados es todav¨ªa enorme y mayoritariamente con cualificaciones que no se adaptan a la creciente nueva demanda y que se deterioran cada a?o. Seg¨²n la EPA de junio de 2015, la tasa de paro de los j¨®venes (de 16 a 24 a?os) ha ca¨ªdo de 55% en junio de 2009 al 48,5% en junio 2015, pero el porcentaje de parados que llevan buscando empleo durante m¨¢s de un a?o ha pasado del 49% del total en 2010 al 63% en junio de 2015. Adem¨¢s, muestra que hay todav¨ªa 3,7 millones de parados que no reciben prestaci¨®n alguna y 2,1 millones de parados que llevan m¨¢s de dos a?os en paro.
Guillermo de la Dehesa es presidente honorario del Centre for Economic Policy Research (CEPR) de Londres.
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