Pol¨¦mica con las multas de Competencia

La Comisi¨®n Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) contin¨²a en plena actividad. Esta semana impuso la mayor multa de la historia (de la suya y la de los anteriores organismos que exist¨ªan antes de crearse en el oto?o de 2013) por 171 millones de euros a los fabricantes de autom¨®viles. Para algunos expertos en competencia, la multa no es tan disuasoria como parece porque no llega al 2% del volumen de negocio de las cartelistas, cuando la ley permite que se llegue hasta el 10%. Es decir, los 171 millones podr¨ªan haber sido m¨¢s de 900. Aun as¨ª a las compa?¨ªas les compensar¨ªa si fuera verdad, como sostienen los an¨¢lisis, que su pacto les renta entre el 10% y el 30%.

En esta multa, como en todas las que ha encadenado a lo largo de este a?o, la CNMC aplica la sentencia del Tribunal Supremo de 29 de enero de 2015 y otras posteriores. La sentencia fija las multas en un m¨¢ximo del 10% de la facturaci¨®n del a?o anterior y no sobre el negocio afectado como sosten¨ªan las empresas y defend¨ªa la Audiencia Nacional y, adem¨¢s, pide que se grad¨²e la sanci¨®n de cero a 10 en funci¨®n de la gravedad de las conductas. Es decir, el organismo, cuyas tesis salieron victoriosas del Supremo, debe medir mucho, aunque hasta la fecha no se ha pasado de porcentajes bajos. Ahora ya se ver¨¢ lo que pasa en los recursos en los que las empresas afectadas esperan salir beneficiadas.

RECURSO JUDICIAL

Es lo que ha ocurrido con los coches. Tras la imposici¨®n de la multa, los fabricantes de autom¨®viles, que sostienen que la competencia en el sector es feroz y abrumadora, r¨¢pidamente anunciaron que iban a recurrir ante la Audiencia Nacional. Es decir, cumplieron la secuencia esperada: la CNMC multa y las empresas acusadas recurren, lo que es absolutamente leg¨ªtimo y normal. Ocurre, sin embargo, que el recurso se ha convertido en una especie de coladero porque reduce o anula las sanciones, o bien ha obligado a recalcularlas, como ha ocurrido en numerosos casos y las empresas se han encargado de predicar. Adem¨¢s, muchos de los recursos se amarran a los votos particulares contrarios que, casi en todos los casos, llevan emparejadas las sanciones y siempre de los mismos componentes de la Sala de Competencia.

En total, de las mayores multas impuestas hasta 2014, 12 han sido anuladas o reducidas. Se rebaj¨® la multa de 88,6 millones a 13 navieras que formaron un cartel en la ruta del Estrecho; se elimin¨® la sanci¨®n de 61 millones a Unesa y las el¨¦ctricas Endesa (26 millones) e Iberdrola (21,6) por considerar que las pruebas se hab¨ªan conseguido de forma ilegal; por el mismo motivo se ha perdonado a Colgate Palmolive; tambi¨¦n ha anulado el registro a dos sedes de Trasmediterr¨¢nea por 48,2 millones, entre otras. Tambi¨¦n elimin¨® una multa de 21,6 millones impuesta en 2009 a Mapfre y otra de 15,8 millones a M¨¹nchener al "no considerar probada la participaci¨®n en la conducta colusoria" y orden¨® que se recalculara a la baja la multa impuesta a las otras cuatro aseguradoras (Asefa, Swiss, Scor Global y Caser) que llegaba a 83 millones.

Los precedentes son poco alentadores. Sin embargo, los t¨¦cnicos de la CNMC piensan que ahora ser¨¢ distinto y conf¨ªan en que, tras las citadas sentencias, la apreciaci¨®n de los jueces vaya cambiando las tornas sobre la deriva de las multas hasta ahora. Adem¨¢s, en el caso de los coches, que ha sido uno de los pocos que no ha contado con voto particular, la instituci¨®n cont¨® una empresa que se acogi¨® al programa de clemencia, por el cual recibe el perd¨®n a cambio de informaci¨®n confidencial (en este caso Seat, lo que supuso que el grupo Volkswagen saliera indemne de la quema), lo que hace mucho m¨¢s complicado que el recurso prospere.

Adem¨¢s de la multa a los fabricantes de coches, la CNMC ha actuado con la jurisprudencia de la sentencia con los concesionarios de coches, que acumulan sanciones por valor de 52 millones por repartirse el mercado. Adem¨¢s, el pasado enero impuso una multa de 98,2 millones a 39 empresas de recogida de basuras (estaban las principales constructoras); en marzo, sancion¨® con 88,2 millones a las compa?¨ªas l¨¢cteas (tambi¨¦n estaban las principales); en junio, la mano del organismo recay¨® sobre 18 fabricantes de cart¨®n (ni que decir tiene que aparec¨ªan los m¨¢s importantes); a lo largo del semestre ha impuesto varias multas a las petroleras (la ¨²ltima el 15 de julio a Repsol por 22,8 millones y varias abanderadas) y arrastra varios conatos con el sector de telecomunicaciones, de esta y la anterior etapa.

Probablemente, nadie en el Gobierno pensaba que la nueva CNMC, nacida ya con pol¨¦mica por el rechazo del PSOE a juntar en un solo organismo los antiguos reguladores de los mercados, iba a acarrear tanto ajetreo. A Jos¨¦ Mar¨ªa Mar¨ªn Quemada, que estaba tranquilo como consejero del Banco de Espa?a, le propuso Luis de Guindos para presidir la instituci¨®n y le dijo que hiciera lo que ten¨ªa que hacer. Es decir, esas cosas que se suelen decir; pero que Mar¨ªn, que ha demostrado que no se casa con nadie (al menos en cuestiones relacionadas con la competencia) y se lo ha tomado al pie de la letra. Y ha hecho lo que ten¨ªa que hacer, aunque sus decisiones toquen de lleno al poder econ¨®mico. Eso le ha supuesto ganarse enemistades; pero tambi¨¦n respeto tanto en la oposici¨®n, que ya ve que el modelo funciona, como, incluso, en el entorno del Gobierno. Por lo mismo.