China, los peligros de un gigante en plena transici¨®n
Su viejo modelo econ¨®mico basado en las exportaciones y la inversi¨®n se ha agotado
El aleteo de una mariposa en Jap¨®n puede causar una tormenta en Nueva York, seg¨²n la c¨¦lebre premisa de la teor¨ªa del caos. Y las dudas sobre la marcha de la econom¨ªa china pueden desatar un tsunami en las Bolsas mundiales. Esta semana se evaporaron m¨¢s de tres billones de euros de la riqueza financiera global, y desde junio el mercado de Shangh¨¢i ha ca¨ªdo un 35%, m¨¢s de dos billones. El hombre m¨¢s rico de China, Wang Jianlin, perdi¨® de un plumazo 3.100 millones de euros. Millones de peque?os inversores chinos vieron esfumarse sus beneficios, ya muy mermados tras las correcciones de junio y julio.
Wang Xiaomei, una administrativa de 35 a?os, hab¨ªa doblado su capital y ganado cerca de 200.000 yuanes en los meses previos a julio. Ahora solo tiene 130.000 y ¡°cada d¨ªa est¨¢n cayendo m¨¢s¡±, se lamenta. Xiaomei forma parte de los cerca de 90 millones de peque?os ahorradores que alimentan las Bolsas chinas. En muchas ocasiones han invertido sin saber lo que hac¨ªan, simplemente imitando al amigo o al pariente que ya hab¨ªa ganado un buen bot¨ªn. Por ello sus vaivenes ¡ªsus gigantescas burbujas y sus dr¨¢sticas correcciones¡ª no guardan relaci¨®n con la econom¨ªa real china.
Aunque lo que dispar¨® el p¨¢nico esta semana fueron, precisamente, las dudas sobre la situaci¨®n verdadera de esa econom¨ªa real, la segunda del mundo y uno de los grandes motores de crecimiento global, con una aportaci¨®n del 15% al PIB del planeta. Porque, cuando los mercados ya estaban con la mosca detr¨¢s de la oreja tras una serie de indicadores a la baja ¡ªla venta de veh¨ªculos, la producci¨®n de electricidad, los precios mayoristas¡ª, a mediados de agosto el Banco Popular de China devalu¨® en casi un 4% el yuan o renminbi, la divisa nacional. Es una medida que devuelve competitividad a las exportaciones, que en julio retrocedieron un 8,3%. Algunos analistas lo interpretaron como un intento desesperado de apuntalar una econom¨ªa en peores condiciones de lo que se cre¨ªa.
S¨ª y no. La devaluaci¨®n ¡°representa una liberalizaci¨®n hacia un tipo de cambio m¨¢s flexible y determinado por el mercado, no la desesperaci¨®n sobre el crecimiento¡±, sostienen en un informe presentado esta semana los analistas de Nomura, que se alinean as¨ª con los argumentos del Gobierno chino. ¡°China a¨²n tiene un amplio margen de maniobra mediante medidas fiscales y monetarias m¨¢s convencionales, lo que significa que un aterrizaje forzoso no es algo tan claro o inmediato como los mercados temen ahora mismo¡±.
Pero tambi¨¦n es cierto que la econom¨ªa china se encuentra en plena transici¨®n hacia un cambio de modelo. El antiguo, basado en las exportaciones y en la inversi¨®n en infraestructuras, est¨¢ agotado despu¨¦s de 30 a?os de r¨¢pido crecimiento. Aumentan los salarios y la pol¨ªtica demogr¨¢fica empieza a afectar a la disponibilidad de una mano de obra que parec¨ªa inagotable. El gasto fiscal y el derroche de liquidez han generado una burbuja inmobiliaria y un manifiesto exceso de capacidad.
Anteponer las ganancias a cualquier otra prioridad ha devastado el medioambiente. La desigualdad social se ha disparado. Y el crecimiento, finalmente, se ha ralentizado. El objetivo oficial para este a?o es de ¡°aproximadamente¡± un 7%, medio punto porcentual menos que el de 2014, y hay serias dudas de que se llegue a cumplir.
¡°El gran desaf¨ªo ahora mismo es alentar nuevas fuentes de crecimiento econ¨®mico¡±, apunta el profesor de Econom¨ªa y Finanzas Xu Bin, de la escuela de negocios CEIBS en Shangh¨¢i. ¡°Har¨ªa falta que el Gobierno diera m¨¢s poder al sector privado, lo que es un gran desaf¨ªo, ya que afecta a los intereses fundamentales de las empresas estatales y de los funcionarios del Gobierno¡±.
Al menos en teor¨ªa, la idea es acometer una amplia serie de reformas que permitan reemplazar el modelo caduco por uno basado gradualmente en el consumo interno. Pero a un ritmo muy lento. Se han tomado medidas para alentar el consumo; entre las m¨¢s sorprendentes, quiz¨¢, se encuentra la instrucci¨®n del Consejo de Estado para fomentar que los empleados p¨²blicos tomen libre el viernes por la tarde en verano y puedan hacer escapadas de fin de semana. Pero el consumo representa a¨²n tan solo el 38% del PIB, muy por debajo del 60% o 70% de los pa¨ªses desarrollados. El PIB per capita es a¨²n de solo 7.600 d¨®lares anuales, menos que Gab¨®n o Azerbaiy¨¢n.
¡°El giro hacia el consumo como motor de la econom¨ªa es a¨²n imposible¡±, argumenta el profesor Hu Xingdou, del Instituto de Tecnolog¨ªa de Pek¨ªn. ¡°No hay otro remedio de momento que continuar el viejo modelo de desarrollo, depender principalmente de la inversi¨®n del Estado¡±.
Miguel Otero-Iglesias, investigador principal de Econom¨ªa Pol¨ªtica Internacional del Real Instituto Elcano, coincide con esa idea. Las autoridades chinas ¡°son muy keynesianas¡±, apunta, y ¡°van a seguir aumentando la inversi¨®n¡± para ir poniendo al pa¨ªs en el camino de poder competir globalmente, despacio pero seguro. China ¡°ha aprendido la lecci¨®n de Jap¨®n: no liberalizar demasiado pronto, solo cuando cuente con un mercado financiero s¨®lido¡±.
En el proceso de transici¨®n, esa inversi¨®n a¨²n conserva trazas de los viejos moldes. El exceso de capacidad necesita un destino mientras se le encuentran alternativas. Ah¨ª encajan proyectos como la Nueva Ruta de la Seda, la red de transportes e infraestructuras con la que Pek¨ªn quiere abrir caminos por tierra y mar hacia el Oeste y que, seg¨²n el Ministerio de Comercio, ha supuesto en lo que va de a?o 43.813 millones de euros en jugosos contratos para las empresas chinas. En el interior del pa¨ªs a¨²n hay espacio para grandes proyectos de desarrollo.
Pero en este nuevo modelo la inversi¨®n tambi¨¦n se encamina a destinos nuevos, como el sector servicios, la tecnolog¨ªa y la innovaci¨®n. El primer ministro, Li Keqiang, ha dado su apoyo p¨²blico a las startups chinas. El plan Made in China 2025 pasa por la reconversi¨®n industrial para potenciar los productos de alto valor a?adido en sectores como la biomedicina o la rob¨®tica. En el ¨¢rea del comercio electr¨®nico, China ya es un pa¨ªs l¨ªder. En cualquier caso, ¡°la dificultad de gestionar la transici¨®n de las viejas pautas basadas en la inversi¨®n a un sistema en el que la innovaci¨®n sea el motor es mucho mayor de lo que se hab¨ªa pensado. Llevar¨¢ tiempo, y son inevitables algunos traspi¨¦s¡±, considera el profesor Xu.
Una deuda que crece
La enorme deuda acumulada ¡ªMcKinsey la calcula en unos 26 billones de d¨®lares, o m¨¢s del 280% del PIB en 2014¡ª es uno de los factores potenciales de riesgo. Mucha procede de los gobiernos locales o de las empresas estatales, que aprovecharon las facilidades de cr¨¦dito que ofrec¨ªan los bancos p¨²blicos, alentados por Pek¨ªn despu¨¦s de la crisis financiera global de 2008. Muchas de las inversiones as¨ª financiadas ofrecieron un escaso rendimiento. A juicio de Otero-Iglesias, ¡°no van a tener m¨¢s remedio que reestructurar cierta deuda¡±, aunque apunta que ¡°la ventaja que tiene el Partido Comunista es que es m¨¢s f¨¢cil reestructurar la deuda en China que en otros sitios¡±.
Otro gran interrogante ¡ªel gran interrogante¡ª es hasta qu¨¦ punto los actuales dirigentes est¨¢n dispuestos a poner en marcha las reformas necesarias. Al fin y al cabo, el Partido Comunista de China no es un bloque monol¨ªtico. Un comentado art¨ªculo en la p¨¢gina web de CCTV el 19 de agosto, y firmado con el seud¨®nimo ¡°Guoping¡± ¡ªempleado por un grupo de comentaristas vinculados al Gobierno¡ª denunciaba que a la hora de poner en marcha los cambios ¡°la escala de las dificultades, la amplitud de la oposici¨®n, la testarudez, ferocidad, complejidad e incluso rareza de los que no se han adaptado a las reformas o se oponen a ellas va mucho m¨¢s all¨¢ de lo que mucha gente se imagina¡±.
El mensaje del Gobierno chino sigue siendo de tranquilidad. Esta semana Li Keqiang ¡ªel principal adalid de las reformas¡ª reconoc¨ªa que ¡°las condiciones econ¨®micas globales siguen siendo complicadas y confusas, con unas fluctuaciones sustanciales en el mercado, lo que ha afectado la econom¨ªa china¡±. Aun as¨ª, puntualizaba, la segunda econom¨ªa mundial se mantiene ¡°en un nivel razonable¡±.
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