Grecia y m¨¢s all¨¢

El verano ha sido positivo en lo referente a la crisis griega,llena de eventos que han llevado a una situaci¨®n, de momento, de relativa calma a pesar de las nuevas elecciones del d¨ªa 20.

El refer¨¦ndum de principios de julio fue hasta cierto punto cat¨¢rtico para el Gobierno griego y buena parte de la poblaci¨®n, que lo vivi¨® como una victoria sobre Europa a pesar de que llev¨® a un programa de ayuda y de reformas muy similar al que estuvo a punto de firmar pocos d¨ªas antes. Durante el verano se ha llegado a un tercer acuerdo de refinanciaci¨®n, por 86.000 millones de euros y tres a?os de duraci¨®n, "que se ha alcanzado en varios pasos, ya que el Eurogrupo exigi¨® que algunas de las reformas se aprobasen por adelantado tras la desconfianza generada por muchos meses de negociaciones.

La buena noticia del nuevo programa es que se centra m¨¢s en las reformas estructurales que en acelerar la consolidaci¨®n fiscal: los objetivos de super¨¢vit primario del sector p¨²blico que se le exigen a Grecia son bastante menos estrictos que lo que se barajaba al inicio, mientras que las prioridades se centran en medidas para cuadrar el sistema de pensiones, mejorar el cumplimiento impositivo, liberalizar sectores cerrados a la competencia y privatizar algunos servicios p¨²blicos.

A pesar del acuerdo, quedan varias inc¨®gnitas por delante. La primera y principal es la implementaci¨®n real del programa de reformas por el nuevo gobierno que se forme. El primer ministro Tsipras afirm¨® en agosto que el gobierno aprobar¨ªa un programa en el que no cree, solamente para mantenerse en el euro. Pero sin la apropiaci¨®n del programa reformista, y si se sigue viendo como una imposici¨®n ¡°desde fuera¡±, es dif¨ªcil que se lleve a cabo la modernizaci¨®n de la econom¨ªa. Es probable que el pr¨®ximo Gobierno sea m¨¢s favorable al acuerdo, ya que los partidarios de Syriza que apoyan la salida del euro han abandonado el partido y tanto Tsipras como el nuevo l¨ªder de Nueva Democracia (de centroderecha, y con quien est¨¢ empatado en las encuestas) son ahora m¨¢s favorables a coaliciones con partidos proeuropeos.

La segunda inc¨®gnita se refiere a la participaci¨®n del FMI en el programa, algo que se decidir¨¢ probablemente en octubre y que ser¨¢, probablemente, de menor cuant¨ªa de la habitual, ya que los pa¨ªses emergentes han presionado al Fondo para no seguir dando lo que consideran condiciones favorables a Grecia respecto a lo que es la pol¨ªtica habitual de la instituci¨®n.

Y esto nos lleva a la tercera pregunta que queda pendiente: hasta qu¨¦ punto el Eurogrupo va a dar condiciones m¨¢s generosas de repago tras la primera revisi¨®n positiva del programa (probablemente en noviembre). Durante el verano las autoridades del FMI han estado criticando veladamente (o no tan veladamente) el nuevo rescate, argumentando que es necesaria una quita nominal de deuda que la haga sostenible. Pero Europa probablemente se limitar¨¢ a reducir algo m¨¢s los tipos de inter¨¦s y extender de nuevo los plazos de pago.

Y con raz¨®n, ya que con las favorables condiciones actuales, el pago de intereses es en Grecia el 3,8% del PIB, menor que el de otros pa¨ªses perif¨¦ricos. Parece mucho mejor centrar los esfuerzos en las medidas estructurales. Y, ante la relativa calma propiciada por el nuevo acuerdo, las autoridades europeas pueden pasar a temas que parecen m¨¢s urgentes o importantes, como la crisis de refugiados o el propio futuro de la eurozona.

Miguel Jim¨¦nez Gonz¨¢lez-Anleo es economista jefe para Europa de BBVA Research.