Los servicios p¨²blicos entran en las negociaciones del pacto transatl¨¢ntico
La Comisi¨®n ha seleccionado algunos sectores sensibles, como el agua, para su inclusi¨®n en el TTIP pero deja la decisi¨®n final sobre su privatizaci¨®n a los Estados miembro
Las negociaciones sobre el tratado de libre comercio e inversi¨®n (TTIP, por sus siglas en ingl¨¦s) entre la Uni¨®n Europea y Estados Unidos entrar¨¢n la semana que viene en la ronda n¨²mero 11 que se celebrar¨¢ entre Washington y Miami. Los negociadores de ambos bloques se sentar¨¢n en la mesa para negociar sobre las tarifas, la cooperaci¨®n regulatoria y lo que hasta ahora ha sido uno de los (muchos) puntos d¨¦biles del tratado: los servicios p¨²blicos y su posible liberalizaci¨®n.
¡°Hay ciertos sectores que no son negociables y, por tanto, no formar¨¢n parte del Tratado¡±, asegur¨® el mi¨¦rcoles la comisaria de Comercio, Cecilia Malmstr?m, a un reducido grupo de periodistas. Los opositores al TTIP, en Bruselas capitaneados por el fuerte grupo de lobby Corporate Europe, aseguran que los servicios p¨²blicos como el agua y la educaci¨®n de la Uni¨®n est¨¢n en peligro pues ser¨¢n privatizados y gestionados por empresas estadounidenses en caso de que, finalmente, se rubrique el tratado comercial, lo que a¨²n se ve lejano. La propia comisaria reconoce la urgencia en su r¨²brica que, preferiblemente, quiere se haga bajo el mandato del presidente Barack Obama. ¡°La Comisi¨®n Europea ha preguntado a los Estados miembro si estar¨ªan dispuestos a ser m¨¢s flexibles con las solicitudes estadounidenses en relaci¨®n con los sistemas educativos¡±, asegura la organizaci¨®n. "La Comisi¨®n no obliga a privatizar. Ni siquiera anima a hacerlo¡±, justifica el Gobierno comunitario que deja el tema en una zona gris.
Ante esta situaci¨®n, Bruselas ha creado una lista negativa en la que se encuentran sectores ¡°sensibles¡± como el agua. Esto no quiere decir, sin embargo, que est¨¦n blindados a una potencial privatizaci¨®n, sino que en estos sectores ¡°clave¡± la Comisi¨®n dar¨¢ v¨ªa libre a las 28 capitales para que decidan si son susceptibles de ser privatizados o no, seg¨²n confirma una fuente europea con implicaci¨®n directa en la negociaci¨®n. Es decir, al final, todo depender¨¢ de la pol¨ªtica de cada capital.
¡°Lo mismo ha ocurrido con los llamados Organismos Gen¨¦ticamente Modificados (GMO, por sus siglas en ingl¨¦s). Bruselas, seg¨²n la ONG medioambiental Greenpeace, se comprometi¨® a restringir los GMO ¡ªque en EE UU est¨¢n muy extendidos¡ª en territorio comunitario. Pero lo que el Gobierno de la Uni¨®n ha hecho en realidad es devolver la pelota a los Estados miembro para que sean ellos los que decidan sobre su prohibici¨®n o no. Hasta la fecha, 15 pa¨ªses los han prohibido de manera total o parcial en su territorio y Espa?a, donde se planta el 90% de ma¨ªz gen¨¦ticamente modificado de toda la UE, no se encuentra entre ellos.
En cuanto al acceso a los mercados, los negociadores europeos pondr¨¢n "por primera vez" sus ofertas encima de la mesa de manera simult¨¢nea, seg¨²n fuentes de la Comisi¨®n que presumen de haber conseguido mejorar la propuesta estadounidense frente a la europea. "Ahora ya existe el mismo nivel de ambici¨®n" en cuanto a la apertura de los mercados, sostienen las mismas fuentes. Nueve son los sectores de los que se hablar¨¢ en esta 11? ronda; automoci¨®n, farmac¨¦utica, instrumental m¨¦dico, cosm¨¦ticos, inform¨¢tica, qu¨ªmicos, pesticidas, ingenier¨ªa mec¨¢nica y textil.
Bruselas est¨¢ completamente a favor de abrir "lo m¨¢s posible" el mercado pues afirma que "cuando se est¨¢ completamente abierto, todo va bien", explica una alta fuente en la negociaci¨®n. La UE, por eso, ha conseguido que EE UU eleve su oferta hasta rondar el 90% de apertura, aunque las cifras exactas a¨²n no han sido desveladas. Lo que a¨²n se desconoce son los sectores que EE UU est¨¢ dispuesto a abrir pero a la UE le valdr¨¢, seg¨²n fuentes europeas, con el sector del transporte mar¨ªtimo. "A cambio EE UU busca un mayor comercio digital", aseguran al tiempo que explican que se trata solamente de flujo de datos, y no su protecci¨®n. "Eso no es negociable porque se trata de un derecho fundamental", reiteran desde la Comisi¨®n.
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