Multinacionales para competir en un mercado global
Espa?a ha pasado de la autarqu¨ªa a tener compa?¨ªas l¨ªderes en numerosos sectores
Hace 30 a?os ser¨ªa impensable lo que hoy es una realidad. En 1985 nadie hubiera imaginado que un grupo textil espa?ol (Inditex) conquistar¨ªa el mundo con 6.777 tiendas en 88 pa¨ªses; nadie hubiera pensado que una entidad financiera espa?ola (Banco Santander) ser¨ªa el primer banco del ¨¢rea euro por capitalizaci¨®n; nadie hubiera imaginado que una constructora espa?ola (ACS) liderase el listado de los grupos de construcci¨®n e ingenier¨ªa con mayor negocio internacional del planeta; nadie hubiera imaginado, en definitiva, que el 64% de las ventas logradas por las compa?¨ªas del Ibex 35 se obtendr¨ªan fuera de Espa?a. La internacionalizaci¨®n de las compa?¨ªas ha sido un modelo de ¨¦xito que las ha permitido abrir nuevos mercados, diversificar sus fuentes de ingresos y capear mejor la crisis que estall¨® en 2008 y que dej¨® tiritando la demanda interna.
¡°Las compa?¨ªas espa?olas han pasado de la adolescencia a la mayor¨ªa de edad muy r¨¢pidamente¡±, sostiene Mauro Guill¨¦n, profesor de The Wharton School. ¡°Espa?a, antes de 1986 era una econom¨ªa protegida y atrasada. La entrada en la UE y el posterior Tratado de Maastricht impuso una din¨¢mica de liberalizaci¨®n y desregulaci¨®n. En las manufacturas, el desarme arancelario signific¨® que hab¨ªa que buscar oportunidades en el exterior, tanto para fabricar como para vender. En las infraestructuras y servicios (bancos incluidos) hab¨ªa que lanzase al exterior para ganar tama?o¡±, a?ade Guill¨¦n.
Las empresas del Ibex 35 ya generan el 64% de sus ventas en el exterior
La primera fase en el proceso de la internacionalizaci¨®n de las empresas espa?olas arranc¨® en la d¨¦cada de los a?os setenta del pasado siglo y se extendi¨® hasta mediados de los ochenta. En este periodo se abrieron al exterior empresas manufactureras de tama?o medio, tales como Chupa-Chups, Nutrexpa, Pescanova o Tudor, entre otras. Posteriormente, se produce la entrada de Espa?a en la Uni¨®n Europea (1986) y arranca una segunda fase en la internacionalizaci¨®n, mucho m¨¢s intensa que la primera, sobre todo en los sectores de construcci¨®n, energ¨ªa, electricidad, gas, petr¨®leo, aguas, telecomunicaciones y banca. El tercer periodo en este fen¨®meno se remonta a la introducci¨®n del euro en 1999. A partir de entonces, las empresas espa?olas disfrutan de tipos de inter¨¦s muy bajos, lo que les permite realizar adquisiciones en el exterior de mucha m¨¢s envergadura, como las protagonizadas por Repsol, Telef¨®nica, Banco Santander y BBVA.
Banco de pruebas
En el mundo de los negocios, como en la vida, hay que estar en el lugar adecuado, en el momento preciso. En este sentido, el impulso exterior de los grupos espa?oles se produjo con un timing casi perfecto: por un lado, hubo un proceso de privatizaciones de empresas p¨²blicas en Espa?a ¡ªen la mayor¨ªa de los casos a trav¨¦s de salidas a Bolsa¡ª que las dot¨® de recursos, profesionaliz¨® su gesti¨®n y cambi¨® su mentalidad; de forma casi paralela, en Latinoam¨¦rica se produjo una apertura al capital extranjero. Esta combinaci¨®n, favorecida adem¨¢s por los numerosos lazos culturales, hist¨®ricos e idiom¨¢ticos, convirti¨® Am¨¦rica Latina en el desembarco natural de las empresas espa?olas y convirti¨® la regi¨®n en el banco de pruebas ideal para coger tama?o y experiencia antes de irrumpir en otros mercados.
¡°En ese momento, las empresas espa?olas eran conscientes de que ten¨ªan que ganar tama?o y esa ventana de oportunidad estaba en Latinoam¨¦rica¡±, destaca Ram¨®n Casilda, profesor del Instituto de Estudios Burs¨¢tiles (IEB). ¡°Tuvimos la suerte hist¨®rica de la apertura del Continente gracias a las propuestas de liberalizaci¨®n del Consenso de Washington. Sin esta coincidencia la aventura exterior de nuestras empresas no se podr¨ªa haber logrado a la velocidad que se hizo. Mientras la construcci¨®n de las grandes multinacionales anglosajonas ha llevado d¨¦cadas, e incluso siglos, en el caso de las espa?olas se ha hecho en tiempo r¨¦cord¡±, a?ade Casilda.
Entre los ¨²ltimos a?os del siglo XX y los primeros del XXI se producen una serie de adquisiciones clave en Latinoam¨¦rica que pusieron los cimientos de todo el desarrollo posterior en la regi¨®n. En 1997 Endesa entra en el capital de la chilena Enersis, dos a?os m¨¢s tarde Repsol toma una participaci¨®n en la argentina YPF, a partir del a?o 2000 Banco Santander incorpora al grupo a Banespa (Brasil), Grupo Serf¨ªn (M¨¦xico) y Banco Santiago (Chile), por su parte BBVA se queda en 2000 con Bancomer (M¨¦xico), mientras que Telef¨®nica gana el concurso en 1998 para hacerse con Telesp en Brasil.
Las pymes se resisten a salir
Espa?a es un pa¨ªs de pymes y eso produce unos fuertes desequilibrios en sus relaciones comerciales, muy concentradas en pocas compa?¨ªas. De hecho, el 40% del volumen total de exportaci¨®n est¨¢ concentrado en un centenar de empresas. Los expertos atribuyen este d¨¦ficit a dos causas principales: el reducido tama?o medio de la empresa y sus problemas para encontrar financiaci¨®n, ambos a su vez, muy relacionados.
Solo un 5% de las empresas espa?olas ¡ªunas 155.000¡ª han dado ya el paso, y ¨²nicamente un tercio de este grupo exporta con regularidad, seg¨²n datos del ICEX. ¡°El reto de las pymes no es convertirlas en multinacionales, sino que sean capaces de exportar de una manera regular y de forma sostenible¡±, dice Xavier Mendoza, profesor de Esade. ¡°Se habla mucho del efecto arrastre en la internacionalizaci¨®n, pero nuestras grandes multinacionales son del sector servicios, no hay tantos grupos industriales fuertes, que son los que realmente tiran de proveedores m¨¢s peque?os¡±, a?ade Mendoza.
Joan Enric Ricart, de IESE, a?ade como otra barrera ¡°la formaci¨®n de los directivos¡± de las pymes, y propone, dado el reducido tama?o de nuestras empresas, ¡°buscar f¨®rmulas de asociaci¨®n para salir fuera¡±. El n¨²mero medio de empleados por empresa en Espa?a es de 4,7, mientras que en Alemania y Reino Unido es de 11 trabajadores. Adem¨¢s, una empresa exportadora tiene de media 178 miembros en plantilla, por 20 empleados aquellas que no venden fuera; asimismo, las sociedades con m¨¢s de 50 personas en plantilla facturan de media el 35% fuera, mientras que las m¨¢s peque?as apenas ingresan el 15% en el exterior.
¡°La internacionalizaci¨®n ha ampliado el horizonte de oportunidades empresariales¡±, destaca Xavier Mendoza, profesor de Esade. ¡°Hasta principios de los a?os noventa la b¨²squeda de oportunidades estaba orientada al mercado dom¨¦stico. La apertura exterior, sin embargo, ha tra¨ªdo un cambio de mentalidad de los empresarios, que ya piensan en global¡±, a?ade Mendoza.
La presencia en Latinoam¨¦rica de los grandes grupos espa?oles se consolida en los primeros a?os del siglo XXI con nuevas adquisiciones. Adem¨¢s, se produce el desembarco al otro lado del Atl¨¢ntico de nuevas compa?¨ªas como Iberdrola, Gas Natural, Prosegur, Mapfre, Indra o Abertis, entre otras, que a su vez arrastran a sus proveedores. ¡°La internacionalizaci¨®n de nuestras empresas lleg¨® con retraso si lo comparamos con las compa?¨ªas de otros pa¨ªses. Es cierto que en un primer momento este proceso estuvo muy centrado en Latinoam¨¦rica, pero es que era el ¨²nico hueco que quedaba porque los intentos de las multinacionales anglosajonas en la regi¨®n no acababan de cuajar¡±, argumenta Salvador Montejo, presidente de Emisores Espa?oles, la principal asociaci¨®n de compa?¨ªas espa?olas cotizadas.
La apuesta latinoamericana fue un aprendizaje de primer orden para los cuadros de mando de las compa?¨ªas espa?olas. Adem¨¢s, proporcion¨® un tama?o ¨®ptimo para poder competir. Sin embargo, una regi¨®n emergente como esta ofrece un gran potencial, pero tambi¨¦n conlleva m¨¢s inestabilidad. Por eso, las compa?¨ªas espa?olas iniciaron en la ¨²ltima d¨¦cada una nueva fase en su proceso de internacionalizaci¨®n que consisti¨® en la entrada en otros mercados desarrollados, econom¨ªas m¨¢s maduras, pero que tambi¨¦n garantizan mayor estabilidad en sus ingresos.
Un punto de inflexi¨®n en esta diversificaci¨®n internacional llega en 2004. Ese a?o el Banco Santander se hace con Abbey, el sexto banco brit¨¢nico, y un a?o m¨¢s tarde adquiere un 20% del estadounidense Sovereign. Telef¨®nica tambi¨¦n da un golpe de tim¨®n en su estrategia al comprar la operadora brit¨¢nica 02 en 2005, mientras que el BBVA se queda con la entidad estadounidense Compass.
¡°Es l¨®gico que el proceso arrancase por los pa¨ªses con mayores afinidades. Sin embargo, las empresas espa?olas son conscientes de que tienen que abrirse a nuevos mercados¡±, dice Joan Enric Ricart, profesor de IESE. ¡°En todo plan de internacionalizaci¨®n la clave es saber cu¨¢l es la ventaja competitiva de la empresa y, en funci¨®n de ella, establecer una estrategia. Si no tengo ninguna cualidad que me haga competitivo fuera, tengo un serio problema porque tarde o temprano vendr¨¢ alguien a mi mercado local y me expulsar¨¢¡±, a?ade Ricart.
El efecto de la crisis
El estallido de la crisis tuvo un doble efecto en la internacionalizaci¨®n. Hubo muchas empresas que se vieron forzadas a salir fuera debido a la ca¨ªda del mercado dom¨¦stico. Sin embargo, muchos grupos que ya estaban en el exterior hab¨ªan financiado su expansi¨®n con deuda bancaria y tuvieron que congelar sus planes o incluso desprenderse de activos. En el ¨²ltimo a?o, sin embargo, han sido varias las empresas que han vuelto a realizar compras fuera. ¡°El proceso de internacionalizaci¨®n es algo absolutamente irreversible. Las empresas han descubierto que salir fuera no es diversificar el negocio, sino algo estrat¨¦gico¡±, destaca Miguel ?ngel Bernal, profesor del IEB.
Uno de los retos pendientes en la internacionalizaci¨®n de las empresas espa?olas es tener mayor presencia en un mercado de gran potencial como el asi¨¢tico. ¡°Aunque hay centenares de empresas radicadas en China e India, no tenemos una presencia importante en esas econom¨ªas emergentes¡±, advierte Mauro Guill¨¦n. Este experto cree que por n¨²mero de multinacionales Espa?a ya puede mirar de t¨² a t¨² a otros pa¨ªses, aunque destaca que nuestras compa?¨ªas son relativamente peque?as y no son globales. ¡°Las empresas holandesas, suecas, alemanas o japonesas son m¨¢s internacionales que las nuestras¡±, matiza.
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