Un polic¨ªa contra los c¨¢rteles
El pa¨ªs ha desarrollado organismos de Competencia para perseguir los ama?os
La competencia es un concepto econ¨®mico que se ha ido introduciendo en las sociedades avanzadas y que va pegado al libre mercado como una lapa. Las empresas juegan con la idea de competencia seg¨²n les vaya en su sector o mercado. Dicen que la quieren, pero pecan de posici¨®n de dominio en cuanto pueden. Para ello nacieron organismos que sirvieran de guardia de tr¨¢fico en los cruces de carreteras por los que circulan autoridades, compa?¨ªas, precios y consumidores.
El Tribunal de Defensa de la Competencia (TDC) da sus primeros pasos reales en el a?o 1992. Entonces estudi¨® los sectores de telecomunicaciones, energ¨ªa el¨¦ctrica, gas, as¨ª como ciertos monopolios locales como servicios funerarios, recogida de basuras, y suelo, sin olvidar una de las ¨¢reas con menos competencia como era la farmac¨¦utica. Miguel ?ngel Fern¨¢ndez Ord¨®?ez, presidente del Tribunal, entonces dec¨ªa que no hac¨ªa falta ninguna t¨¦cnica especial para introducir elementos de competencia en el mercado: ¡°Lo importante es que haya voluntad y consenso pol¨ªtico¡±. El TDC naci¨® como un ¨®rgano de vigilancia y sancionador de las conductas contra la libre competencia. Sus primeras multas, de 1992, resultan hoy lejanas y una nimiedad: fueron de solo 400 millones de pesetas (2,4 millones de euros).En los primeros 20 a?os de funcionamiento de la vigilancia en competencia se sancionaron unos 10 c¨¢rteles. En los ¨²ltimos cinco a?os son 37.
El acuerdo para fijar precios y los repartos de mercado han sido las dos pr¨¢cticas m¨¢s extendidas por la empresas infractoras a lo largo de estos 25 a?os. Guillermo de la Dehesa, asesor econ¨®mico de Goldman Sachs, escrib¨ªa que ¡°mientras no se eliminen las rigideces, las inercias, las segmentaciones, las barreras, los fraudes, los privilegios y los abusos que existen en casi todos los mercados europeos y especialmente en el espa?ol, no se conseguir¨¢ un crecimiento estable y sostenido¡±.
Zancadillas
El mecanismo de clemencia, que salva a quien denuncia, ha dado buenos resultados
El avance en la defensa de la competencia ha venido muchas veces soportando zancadillas de los grandes grupos, al socaire de intereses que nada ten¨ªan que ver con los de los consumidores. Bruselas ha sido un aliado tanto del Servicio de la Competencia, que iniciaba los expedientes, como del Tribunal que los cerraba con multas en la mayor¨ªa de los casos. Pero tambi¨¦n Bruselas ha estado vigilante en el desarrollo y destete del sistema de vigilancia espa?ol. En abril del 2001 la Comisi¨®n Europea criticaba duramente el control que ejerc¨ªa el Gobierno espa?ol sobre los ¨®rganos de Competencia. Aunque desde la UE reconoc¨ªa avances, ped¨ªan al entonces Gobierno de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar que asegurase que las autoridades de Competencias fueran independientes y tuvieran recursos para su labores.
Amadeo Petitb¨®, que fue presidente del TDC en los a?os 90, criticaba en el a?o 2001 que la lentitud de la justicia socavaba la funci¨®n del Tribunal que resolv¨ªa los expedientes en un a?o, mientras que los jueces tardaban unos cuatro a?os en despachar las apelaciones de los damnificados. Petitb¨®, al igual que su sucesor Luis Berenguer, impuls¨® la labor del Tribunal y breg¨® contra marea en los c¨ªrculos de poder para instalar en la empresa y en los consumidores la idea de que un mercado limpio y competitivo redunda en beneficio de todos.
El debate sobre el papel coercitivo de las multas siempre ha estado en la mente de los legisladores, que han ido completando y redondeado una normativa que perd¨ªa el paso con la europea. La nueva reglamentaci¨®n introdujo el procedimiento de clemencia que tan buenos resultados ha dado en los pa¨ªses anglosajones. Consiste en que una empresa que est¨¢ inmersa en un c¨¢rtel (acuerdo entre empresas para repartirse el mercado o pactar precios) denuncie al resto de las empresas y ella queda eximida de la multa por la infracci¨®n denunciada. Luis Berenguer siempre defendi¨® esta pr¨¢ctica, que seg¨²n algunos expertos no cuajar¨ªa en los pa¨ªses latinos. Los hechos han dado la raz¨®n a Berenguer, y con este procedimiento se han desmantelado un buen n¨²mero de c¨¢rteles en los ¨²ltimos a?os.
A finales de enero de 2010 la Comisi¨®n Nacional de Compencia (CNC) impuso la primera multa por el procedimiento de clemencia, que hace un par de meses ha sido confirmada por el Supremo para Sara Lee por 3,7 millones. Henkel fue quien delat¨® el acuerdo para subir un 15% el precio de los geles de ba?o y qued¨® libre de sanci¨®n.
La uni¨®n de los diferentes supervisores en la CNMC ha levantado ampollas
En el a?o 2008, con la competencia como objetivo instalado en la econom¨ªa, el propio Berenguer abri¨® el debate en el Congreso de los Diputados sobre el car¨¢cter disuasorio de las multas y se ampar¨® en las tesis que defendi¨® Neelie Kroes, comisaria de Competencia de la UE, partidaria de aumentar su cuant¨ªa. En el a?o 2010, Berenguer lanza la idea de crear una ¨²nica agencia responsable de la regulaci¨®n de los mercados que aglutine las funciones que entonces ejerc¨ªan la Comisi¨®n Nacional de la Energ¨ªa (CNE), la Comisi¨®n del Mercado de Telecomunicaciones (CMT) y la propia CNC para conseguir mayor eficacia y ahorrar costes.
Fusi¨®n
El Gobierno del PP quiso unir los ¨®rganos de supervisi¨®n en un ¨²nico organismo. ?ste arranc¨® el 7 de octubre de 2013 bajo el nombre de Comisi¨®n Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). Su objetivo es ser un ¨®rgano independiente que refuerce la seguridad jur¨ªdica de la competencia.
La CNMC, que nace con la oposici¨®n del PSOE y con fuertes reticencias por parte de la Comisi¨®n Europea, est¨¢ formada por dos salas. La primera, de Competencia, esta presidida por Jos¨¦ Mar¨ªa Mar¨ªn Quemada, el presidente del organismo, y la segunda, de Regulaci¨®n Sectorial, por la vicepresidenta Mar¨ªa Fern¨¢ndez P¨¦rez.
La CNMC naci¨® entre cr¨ªticas a los reguladores unificados y el PSOE llev¨® la batalla a Bruselas, que amenaz¨® con un procedimiento de infracci¨®n que finalmente qued¨® en el aire. Sin embargo, Mar¨ªn Quemada se ha convertido en un presidente muy activo en su lucha contra empresas de sectores tan potentes como las telecomunicaciones, las el¨¦ctricas y las petroleras y ha mantenido incluso en intervenciones p¨²blicas un enfrentamiento con empresarios de fuste que se sintieron heridos en sus intereses. Es verdad que la Audiencia Nacional y el Tribunal Supremo ha frenado un tercio de las multas impuestas, pero no es menos verdad que los empresarios se est¨¢n tomando en serio la capacidad sancionadora de la CNMC.
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