Northrop Grumman construir¨¢ los nuevos bombarderos de EE UU
La firma estadounidense gana el concurso de 80.000 millones de d¨®lares frente a Boeing y Lockheed Martin
El Pent¨¢gono tiene una necesidad urgente por modernizar la flota de bombarderos estrat¨¦gicos y as¨ª poder adaptar estas fortalezas volantes a las nuevas guerras que se libran desde el cielo. La elegida para renovar los B-52 y B-1, dos s¨ªmbolos del poder¨ªo militar de Estados Unidos, es el grupo de defensa Northrop Grumman. El contrato se eleva a 80.000 millones de d¨®lares (72.400 millones de euros), uno de los mayores concedido nunca por la Air Force.
La concesi¨®n se produce despu¨¦s de cuatro a?os de puja con Lockheed Martin y Boeing, las otras dos grandes contratistas que nutren los arsenales del Departamento de Defensa. El contrato contempla la entrega de hasta 100 unidades el bombardero de ¨²ltima generaci¨®n, que tendr¨¢n la capacidad de volar sin piloto a bordo. El anuncio fue recibido con un alza del 7% en Wall Street.
Northrop Grumman se hace cargo desde hace dos d¨¦cadas del ensamblaje del B-2. La compa?¨ªa aeron¨¢utica hizo tambi¨¦n pi?a con la europea Airbus en la oferta conjunta que presentaron para hacerse con la licitaci¨®n para renovar la flota de aviones cisterna de la Air Force, un contrato que en su d¨ªa se valor¨® en 35.000 millones y que fue concedido tras una controvertida puja a su rival Boeing.
El nuevo bombardero estrat¨¦gico tendr¨¢ que dise?arse para poder operar durante el pr¨®ximo medio siglo. Ser¨¢, como se?ala el Pent¨¢gono, ¡°la columna vertebral¡± de todo el operativo militar de la Fuerza A¨¦rea estadounidense. El precio medio estimado que se pagar¨¢ por cada avi¨®n supera los 550 millones. A esta cantidad hay que sumar todo el coste en ingenier¨ªa para su mantenimiento.
Los detalles del proyecto est¨¢n clasificados. Tambi¨¦n se mantienen en m¨¢ximo secreto las caracter¨ªsticas de la nueva generaci¨®n del bombardero, en cuanto a su dise?o y especificaciones t¨¦cnicas como la altura a la que podr¨¢ volar, la velocidad y la distancia. Adem¨¢s de tener las capacidades de un drone, estar¨¢ en condiciones de transportar armamento nuclear.
La compa?¨ªa de defensa dej¨® claro, por su parte, que se compromete a desarrollar estos aviones dentro de los l¨ªmites presupuestarios. No es un mensaje casual, y no solo por los recortes de gasto en Defensa. El Pent¨¢gono quiere evitar que se le disparen los costes como en el programa del caza bombardero F-35 de Lockheed Martin, considerado como el arma m¨¢s cara de la historia.
El F-35 entr¨® en operaci¨®n el pasado mes de julio, con tres a?os de retraso y una factura pr¨®xima a los 400.000 millones, el doble de lo previsto. Se da por hecho que el proyecto para el desarrollo de los bombarderos de largo recorrido superar¨¢ la cifra prevista, como pas¨® tambi¨¦n con el B-2. El contrato a Northrop supondr¨¢, en cualquier caso, una infusi¨®n de liquidez para otras firmas de defensa.
La compa?¨ªa con sede en Falls Church (Virginia) anticipa que el contrato contribuir¨¢ a crear 1.400 nuevos empleos en el complejo que opera en Palmdale, al sur de Los ?ngeles en el desierto de Mojave, durante la pr¨®xima d¨¦cada. Es ah¨ª donde construye el bombardero con forma de murci¨¦lago B-2. Est¨¢ por ver, en todo caso, si Boeing y Lockheed Martin disputan ahora la licitaci¨®n.
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