Subasteros 2.0
El sistema de subastas judiciales 'online' de bienes embargados ya est¨¢ autorizado El Gobierno intenta atraer a m¨¢s p¨²blico a estos procesos y dejar atr¨¢s su s¨®rdida leyenda
Un martes a las diez de la ma?ana, en una fr¨ªa sala de audiencias de los Juzgados de Plaza Castilla de Madrid, un secretario judicial recita con voz mec¨¢nica, a toda velocidad, algo sobre un lote y unos terrenos. La subasta acaba en apenas unos minutos ¡ªdos pujas y adjudicado¡ª y el visitante ne¨®fito no se ha enterado de nada. Afuera, la cosa no mejora si intenta expurgar informaci¨®n en los tablones de anuncios o en carpetones que le extienden funcionarios desganados, en papeles repletos de palabras m¨¢gicas como lanzamiento, certificaci¨®n de cargas o tercer¨ªa de dominio¡
El ambiente y los procedimientos de las subastas judiciales, absolutamente hostiles para particulares primerizos en estas lides, las han convertido siempre en un terreno acotado para unos pocos: los licitadores profesionales, como prefieren ellos, o subasteros, como se les conoce popularmente, que se dedican a comprar bienes hipotecados (normalmente pisos) para venderlos un poco m¨¢s caros o a ayudar a otros a adquirirlos a cambio de un sueldo. Los sucesivos Gobiernos llevan m¨¢s de una d¨¦cada prometiendo acabar con ese coto privado ¡ªcuya leyenda negra incluye t¨¢cticas mafiosas para ama?ar precios o sacarle los cuartos a desavisados compradores¡ª, a base de hacer llegar m¨¢s informaci¨®n al p¨²blico en general y, a partir de ahora, con las largamente prometidas subastas electr¨®nicas.
Desde el pasado 15 de octubre, todas las pujas judiciales y notariales (pueden ser de casas o terrenos, pero tambi¨¦n cualquier otro bien hipotecado como un coche o una joya) que se convoquen se har¨¢n a trav¨¦s de Internet. Cualquier usuario desde cualquier parte podr¨¢ participar de forma telem¨¢tica una vez que se haya dado de alta (con firma electr¨®nica autorizada) en el portal que centraliza todos los procesos (https://subastas.boe.es) y haya puesto un dep¨®sito, un aval del 5% del valor del bien en juego. Las pujas estar¨¢n abiertas durante 20 d¨ªas.
Con este nuevo sistema, el Gobierno espera ahorrar costes y atraer a m¨¢s participantes para que no se queden tantos procesos desiertos (ahora son en torno al 95%) y para conseguir precios m¨¢s altos. El a?o pasado hubo 67.000 subastas judiciales en toda Espa?a.
De momento, no se ha convocado ninguna con el nuevo modelo electr¨®nico, y contin¨²an las presenciales que ya estaban convocadas. En los juzgados hipotecarios de Plaza Castilla de Madrid, por ejemplo, las habr¨¢ por lo menos hasta finales de a?o. All¨ª, un martes sobre las 10.10 de la ma?ana, entre funcionarios y visitantes con caras compungidas que acaban de perder definitivamente su piso, hab¨ªa un subastero.
Hombre fornido de unos 50 a?os, con buena presencia pero sin traje, y unos ojos claros que miran alternativamente al suelo, al interlocutor y al fondo del pasillo, se niega a dar su nombre, porque, asegura, la prensa nunca refleja lo que ¨¦l considera la verdad, v¨¦ase: que no hay mafia subastera desde hace 40 a?os, solo unos profesionales sin los cuales todas las subastas quedar¨ªan desiertas porque ning¨²n particular va a soportar las trabas burocr¨¢ticas, los retrasos y todas las cosas que judicialmente se pueden torcer. Ense?a una documentaci¨®n que demuestra que todav¨ªa est¨¢ esperando que le entreguen un inmueble comprado hace dos a?os.
¡°Poner el cazo¡±
Dos son las t¨¢cticas cl¨¢sicas que han alimentado la leyenda negra de los subasteros y ahuyentado tradicionalmente de las pujas al p¨²blico en general. La primera es la de pactar precios: por ejemplo, dos licitadores pujaban, uno con un precio muy alto y otro muy bajo; el primero evidentemente ganaba, pero al final, en el momento de pagar, se retiraba, dejando el piso al siguiente por un precio rid¨ªculo. Trist¨¢n el subastero, alias tras el que se esconde un licitador desde los a?os noventa que mantiene la p¨¢gina Subastanomics.com, asegura que eso hace mucho tiempo que no ocurre, que ¨¦l solo ha visto intentos como ese un par de veces y nunca han funcionado. S¨ª admite que puede seguir habiendo gente que, en vez de ir a pujar, ¡°van a poner el cazo¡±. Esto funciona de la siguiente manera: justo antes de una subasta, un grupo de licitadores amenaza a alg¨²n comprador con pujar fuerte, haciendo subir el precio final de compra, a no ser que les den dinero, en cuyo caso se retirar¨ªan. As¨ª le sucedi¨® exactamente hace apenas unos meses a una pareja (que prefiere no dar su nombre) en un juzgado de Madrid. Este tipo de extorsiones, con los procesos online, ser¨¢n imposibles.
Murcia fue la comunidad pionera en las subastas judiciales electr¨®nicas; lo hizo en 2007 y en los cuatro primeros a?os que estuvo en vigor, el precio medio de los subastado aument¨® entre un 20% y un 25%. Cuando se puso en marcha hace ya ocho a?os, tambi¨¦n se anunci¨® el fin de los subasteros. Sin embargo, all¨ª sigue trabajando Francisco Calvo, due?o de Subastas ?nicas. Tiene 62 a?os y lleva 25 dedicado al negocio. Desde que se puso en marcha el sistema online en Murcia, los que han desaparecido son los ¡°que se dedicaban a manipular precios¡±, es decir, la parte mafiosa, asegura.?
"Precipitaci¨®n"
A Ra¨²l Gonz¨¢lez, de la Uni¨®n Progresista de Secretarios Judiciales (que ahora se llaman letrados de la Administraci¨®n de Justicia) el nuevo sistema le parece un paso adelante a favor de la transparencia. As¨ª lo cree tambi¨¦n Rafael Lafuente, portavoz del Sindicato de Secretarios Judiciales, sin embargo, se queja de la ¡°precipitaci¨®n e improvisaci¨®n¡± en la puesta en marcha por parte del Ministerio de Justicia. Lafuente asegura que la mayor¨ªa de letrados (que son los que controlan todo el proceso) no se atreven a¨²n a convocar con el nuevo sistema por falta de preparaci¨®n (muchos a¨²n no ha recibido curso alguno) y, sobre todo, porque temen la inseguridad jur¨ªdica que les puede causar que a¨²n no se haya publicado un real decreto clave, el que establece el sistema de gesti¨®n de los dep¨®sitos necesarios para participar en las subastas. El Gobierno tiene previsto aprobar ese real decreto en uno de los pr¨®ximos Consejos de Ministros, seg¨²n fuentes de Justicia.
Algunos subasteros, por su parte, tambi¨¦n tienen sus propias quejas. Por ejemplo, aquel licitador madrile?o que frecuenta los juzgados de Plaza Castilla y prefiere no dar su nombre, cree que lo que viene va a ser un desastre: ¡°Lo ¨²nico que van a conseguir es recaudar a¨²n menos de lo que recaudan por el impuesto de transmisiones patrimoniales y dejar fuera a los mayores que no se saben manejar en Internet. ?Por qu¨¦ no lo hacen como en Hacienda o como en los juzgados de Murcia, que tienen posibilidad de pujar online y presencia?¡±.
Hacienda, efectivamente, tiene ese sistema mixto para subastar los bienes embargados por impagos al fisco: se fija un d¨ªa y, durante una hora, se puede pujar levantando la manita en una sala o apretando un bot¨®n desde tu casa. Lo mismo ocurr¨ªa hasta ahora en los juzgados murcianos.?El Ministerio de Justicia explica se prefiri¨® el modelo solo por Internet por su ¡°simplicidad y sencillez", la combinaci¨®n de la forma "presencial y online presentaba mucha complejidad".?
"Al final todo funciona"
Calvo no entiende muy bien por qu¨¦ no se ha aplicado directamente el sistema murciano, que tan bien ha funcionado, pero se resigna: ¡°Quedan muchos flecos por cerrar, pero bueno, al final todo funciona¡±. Trist¨¢n el Subastero predice un aumento importante de la participaci¨®n de particulares y la retirada de muchos licitadores, pero la reconversi¨®n de algunos y llegada de otros, pues se trata de procedimientos legales que, por mucho que se quieran simplificar, tienen sus complicaciones y tambi¨¦n sus riesgos. Para empezar, muchas veces se compra a ciegas porque no se puede ver el bien embargado, que puede estar completamente deteriorado por dentro. A veces, los antiguos due?os de la casa se resisten a irse y muchos buscan resquicios judiciales o fallos de procedimiento (que los hay) que retrasan todo y pueden convertir el proceso en un infierno. ¡°Yo he llegado a esperar siete a?os a que me entregaran un piso¡±, a?ade Trist¨¢n.
As¨ª que, unas cosas cambiar¨¢n (ya no habr¨¢ corrillos en los pasillos de los juzgados, sino d¨ªas de b¨²squedas por Internet e interminables noches de pujas en pijama) y otras no (el c¨¢lculo de rentabilidades, las visitas a los pisos en busca de pistas sobre su estado y su valor, el baile burocr¨¢tico). Y Calvo sabe que los profesionales siempre tendr¨¢n ventaja sobre el resto. Pone un solo ejemplo: ¡°Hasta ahora, desde que se convoca hasta que se celebra la subasta, pueden pasar tres meses, durante los cuales cualquiera puede estudiar la informaci¨®n para ver si se trata de una buena inversi¨®n. Ahora, la informaci¨®n solo ser¨¢ accesible desde el primer d¨ªa de la subasta [las pujas online estar¨¢n abiertas 20 d¨ªas]¡±. Y un profesional especializado, aduce, no deja de revisar informaci¨®n. ¡°Claramente llevo las de ganar¡±, zanja.
Preguntas y respuestas del portal de subastas
?Qu¨¦ se subasta? En las subastas judiciales se intentan convertir en dinero bienes hipotecados, normalmente, cuando ya han sido embargados, para que el due?o pueda pagar la deuda. Hay de todo: veh¨ªculos, joyas, cuadros, maquinaria pero, sobre todo, inmuebles. Por ejemplo, los bancos no se quedan directamente con las casas de los hipotecados que no pueden pagar las letras, antes hay que pasar por este proceso y, si no puja nadie, se la quedan. Aunque son una minor¨ªa, tambi¨¦n est¨¢n en el portal del BOE las subastas notariales; sirven para lo mismo que las otras, pero las dirige un notario.
?Cu¨¢nto dura la subasta? Empieza cuando el letrado de la Administraci¨®n de Justicia la convoca y est¨¢ abierta a pujas durante 20 d¨ªas naturales (es decir, contando fines de semana y festivos). Se puede prolongar hasta un d¨ªa m¨¢s si hay pujas m¨¢s altas en el ¨²ltimo minuto. Los subastadores profesionales, probablemente esperar¨¢n hasta el ¨²ltimo d¨ªa para pujar.
?C¨®mo se puede participar? Primero hay que registrarse en la p¨¢gina mediante "un certificado electr¨®nico reconocido de persona f¨ªsica". Despu¨¦s hay que realizar el dep¨®sito correspondiente (5% del valor de tasaci¨®n del lote) dando una cuenta corriente; el dinero estar¨¢ retenido durante todo el proceso, despu¨¦s se le. Entonces ya puede pujar. El ganador de la subasta tiene 40 d¨ªas h¨¢biles para completar el pago, en el caso de los inmuebles, y en 10 en el de muebles.
?De qu¨¦ informaci¨®n se dispone? El portal tiene un buscador con el que se pueden localizar subastas seg¨²n el origen, el tipo, el estado, direcci¨®n, las fechas... Adem¨¢s, los usuarios podr¨¢n suscribirse para recibir alertas por correo electr¨®nico. En el caso de cada subasta concreta, la ley establece que el edicto de convocatoria deber¨¢ ir acompa?ado de "cuantos datos y circunstancias sean relevantes para la misma". De momento, todo lo que quepa en tres documentos pdf en blanco y negro que no pesen m¨¢s de tres megas cada uno, seg¨²n una circular enviada la Secretar¨ªa de Estado de Justicia el pasado 9 de octubre sobre la entrada en funcionamiento del portal.
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