C¨®mo preparar una buena candidatura para la beca Fulbright

En las m¨¢s de tres mil universidades estadounidenses, tanto p¨²blicas como privadas, solo hay un rector espa?ol. Se llama ?ngel Cabrera, tiene 47 a?os y es un antiguo becado de la Fulbright. ¡°Jam¨¢s se me habr¨ªa pasado por la cabeza que me llamar¨ªan de la Universidad George Mason -la p¨²blica m¨¢s grande del Estado de Virgina con 34.000 alumnos- para ser el m¨¢ximo responsable¡±, asegura Cabrera por tel¨¦fono desde su despacho. Esta beca, que consigui¨® a los 24 a?os y le permiti¨® cursar un doctorado en Atlanta, supuso un paso ¡°instrumental¡± en su carrera. No solo elev¨® su nivel de ingl¨¦s -en el viaje de ida no entend¨ªa bien al piloto del avi¨®n-, tambi¨¦n le sirvi¨® para aprender a moverse en la sociedad norteamericana.

Creada en 1946 por el senador por Arkansas James William Fulbright para promover el intercambio entre titulados universitarios estadounidenses y del resto del mundo, no fue hasta 1958 cuando aterriz¨® en Espa?a. Desde entonces, m¨¢s de 5.500 graduados espa?oles se han beneficiado de este programa, que concede m¨¢s de 200 becas anuales para estudiantes, doctores y funcionarios de ambas nacionalidades.

?ngel Cabrera, ingeniero de Telecomunicaci¨®n por la Universidad Polit¨¦cnica de Madrid, escogi¨® la modalidad de beca de ampliaci¨®n de estudios y curs¨® un doctorado en psicolog¨ªa cognitiva en el Instituto de Tecnolog¨ªa de Georgia, en Atlanta. ¡°Me integr¨¦ tan bien en su cultura que me cas¨¦ con una estadounidense -compa?era de clase- con la que he tenido dos hijos¡±, relata. Juntos, se instalaron en Espa?a durante diez a?os hasta su regreso a Estados Unidos. ¡°Ese es uno de los requisitos; al finalizar los estudios, tienes que volver a tu pa¨ªs de origen¡±, a?ade. La medida trata de evitar la fuga de talentos.

En enero de 2016 se abrir¨¢ una nueva convocatoria que dar¨¢ la oportunidad a cerca de 30 graduados -con el t¨ªtulo obtenido entre enero de 2010 y junio de 2016- de iniciar sus estudios en Estados Unidos en agosto de 2017. La beca, que permite una estancia de entre dos y cinco a?os, cubre los gastos de matr¨ªcula con hasta 35.000 d¨®lares anuales (unos 32.500 euros) y los de manutenci¨®n con un estipendio mensual de entre 1.600 y 2.400 euros, en funci¨®n de la ciudad de destino. Tambi¨¦n se hace cargo del seguro m¨¦dico, el coste del visado y las solicitudes de admisi¨®n a las universidades estadounidenses.

¡°No es solo una beca acad¨¦mica; la esencia es el intercambio cultural y el hermanamiento entre los dos pa¨ªses¡±, indica Alberto L¨®pez, director de la Comisi¨®n Fulbright en Espa?a. ?l, que tambi¨¦n fue perceptor de la beca y realiz¨® un m¨¢ster en Tufts University, en Boston, considera que una de las principales ventajas del programa es que prepara a los estudiantes para ser m¨¢s competitivos en el mercado laboral. ¡°El sistema de trabajo en las universidades es totalmente diferente al de Espa?a. Los alumnos preparan las clases en casa y se espera de ellos que participen activamente en los debates¡±, apunta L¨®pez. ¡°R¨¢pidamente, adquieren h¨¢bitos de participaci¨®n y de investigaci¨®n para defender su postura con argumentos de peso¡±, expone. En el proceso de selecci¨®n, adem¨¢s del expediente acad¨¦mico, se valoran las habilidades comunicativas del candidato y su inter¨¦s por involucrarse en la vida del campus.

¡°Las metodolog¨ªas de ense?anza son menos memor¨ªsticas que en Espa?a, no se exigen tantos ex¨¢menes y la evaluaci¨®n continua se aplica de forma verdadera. Los profesores tienen muy en cuenta las exposiciones en el aula¡±, detalla el director del programa Fulbright, presente en 150 pa¨ªses y galardonado en 2014 con el Premio Pr¨ªncipe de Asturias de Cooperaci¨®n Internacional. Otra de las grandes ventajas de ser seleccionado, es el apoyo que presta la comisi¨®n al estudiante a la hora de elaborar la solicitud de acceso a las universidades estadounidenses. "Solo por el hecho de ser Fulbright ya va a tener m¨¢s peso que otro estudiante que lo intente por su cuenta", asegura Alberto L¨®pez.

?Qu¨¦ deben tener los candidatos para ser seleccionados? Hay tres claves: un excelente nivel de ingl¨¦s (un 100 en el TOEFL o un 7 en el IELTS), una buena nota media de la carrera y un proyecto interesante relacionado con los estudios que se cursar¨¢n en Estados Unidos. ¡°No hay una f¨®rmula m¨¢gica. Lo importante es que percibamos la ilusi¨®n del candidato¡±, se?ala Kara Madden, asesora acad¨¦mica de la Comisi¨®n Fulbright en Espa?a. De cara a preparar una candidatura que est¨¦ a la altura, Madden propone cinco consejos:

1- Empezar con tiempo suficiente: El candidato debe presentar entre enero y marzo de 2016 el proyecto que quiere desarrollar, el t¨ªtulo universitario, el certificado del TOEFL o el IELTS y dos cartas de recomendaci¨®n, entre otros documentos. Para ello, Madden recomienda empezar con al menos tres meses de antelaci¨®n. En el caso de que el alumno necesite mejorar su nivel de ingl¨¦s, aconseja empezar las clases un a?o antes.

2- Conocer bien la filosof¨ªa del programa: ¡°El objetivo ¨²ltimo de la beca es fortalecer las relaciones entre Espa?a y Estados Unidos¡±, apunta Madden. Es muy importante que el estudiante identifique y explique por qu¨¦ quiere realizar una estancia en ese pa¨ªs. Se valorar¨¢ que el candidato cuente c¨®mo participar¨¢ en el entorno acad¨¦mico y en las actividades organizadas en el campus. ¡°Su inter¨¦s por conocer a determinados profesores, por involucrarse en seminarios o en talleres es crucial. All¨ª las universidades son como peque?as ciudades y hay muchas actividades programadas¡±.

3- Investigar antes de redactar del proyecto: Una vez identificada el ¨¢rea de especializaci¨®n, hay que encontrar el programa que m¨¢s se ajusta y la universidad. Para ello, hay webs como Petersons?o Gradschools en las que se pueden hacer b¨²squedas de m¨¢steres o doctorados por rama y zona geogr¨¢fica. ¡°Es muy importante que ellos mismos investiguen la oferta acad¨¦mica e identifiquen los centros que m¨¢s les interesan y por qu¨¦¡±, explica Madden.

La clave del proyecto, que se presentar¨¢ en castellano, es que el estudiante crea en ¨¦l y sepa transmitir su ilusi¨®n. ¡°No juzgamos ¨²nicamente si van a ser buenos t¨¦cnicamente para Espa?a, sino que sean coherentes con la trayectoria del estudiante y con sus intereses¡±, apunta Alberto L¨®pez. Eso no quiere decir que un f¨ªsico no pueda proponer una idea vinculada con un m¨¢ster en relaciones internacionales. ¡°Lo que cuenta es que tenga sentido para su trayectoria profesional¡±, a?ade.

Se eval¨²a el proyecto, pero tambi¨¦n a la persona y sus capacidades, tanto acad¨¦micas como extraescolares. Los voluntariados, la habilidad para tocar un instrumento o la participaci¨®n en clubes de lectura son algunos puntos que pueden jugar a su favor. ¡°En las universidades estadounidenses valoran que los aspirantes sean proactivos. Tratamos de escoger a personas que vayan a encajar con estas exigencias¡±, detalla Kara Madden.

4- Preparar la entrevista personal: Los candidatos seleccionados, ser¨¢n convocados para una entrevista en mayo de 2016. Un tribunal integrado por antiguos becados preguntar¨¢ al estudiante sobre el proyecto que quiere llevar a cabo y evaluar¨¢ tanto su aptitud como su actitud ante el reto de pasar dos o m¨¢s a?os en una cultura ajena. Hay unos 8 tribunales configurados por ¨¢reas de especializaci¨®n. ¡°Suelen durar unos 15 minutos y se hacen en castellano, aunque si alg¨²n miembro lo considera apropiado, puede hacer alguna pregunta en ingl¨¦s¡±, indica Kara Madden. En este punto, es b¨¢sico tener muy claro c¨®mo est¨¢ el sector y qu¨¦ va a aportar el proyecto. ¡°Con un par de preguntas, suele quedar claro qui¨¦n ha invertido tiempo es investigar y qui¨¦n no¡±, comenta Alberto L¨®pez. El formato es similar al de una entrevista de trabajo: qu¨¦ has hecho y hacia d¨®nde vas.

5- Solicitar las cartas de recomendaci¨®n a profesores universitarios: El estudiante tiene que presentar dos cartas de recomendaci¨®n en castellano. Madden aconseja que las redacten profesores universitarios y que valoren el potencial del candidato. ¡°No se trata de alabar al estudiante, sino de contar proyectos en los que ha participado, disciplinas que se le dan bien o trabajos en los que ha destacado¡±, a?ade.

Entre los a?os 1959 y 2000, el 73% de los perceptores de la beca Fulbright fueron hombres y el 27% mujeres, un porcentaje que entre 2001 y 2015 dio un giro considerable: 52% de mujeres y 48% de hombres. Bego?a De Abajo, licenciada en arquitectura por la Universidad Polit¨¦cnica de Madrid de 29 a?os, obtuvo la beca en 2012. Le interesaba la pedagog¨ªa aplicada a la arquitectura y su proyecto convenci¨® al tribunal. Curs¨® un m¨¢ster en dise?o de arquitectura en la Universidad de Columbia, en Nueva York,?en el que conoci¨® a su actual socio del estudio deAbajoGarc¨ªa. Juntos ganaron un concurso del Colegio de Arquitectos de Madrid para construir un centro comunitario en Cantabria. Su dise?o se impuso al de 300 arquitectos internacionales. Hoy se est¨¢ construyendo.

La trayectoria de Bego?a era impecable: un 8,64 de media y premio extraordinario de final de carrera. ¡°La Fulbright era el impulso que necesitaba y lleg¨® justo cuando percib¨ª un vac¨ªo entre lo que era y lo que so?aba ser¡±, cuenta De Abajo.?