Una empresa ¨ªntegra para un capitalismo inclusivo
La ciudadan¨ªa debe distriminar positivamente los buenos comportamientos de empresa
La integridad empresarial se fundamenta en un comportamiento de la empresa con sus grupos de inter¨¦s guiado por la ¨¦tica, el respeto y la reciprocidad, que busca armonizar los intereses corporativos con los de esos grupos para obtener legitimidad y reconocimiento social.
No es una ingenuidad hablar de integridad empresarial, cr¨¦anme. Al inicio de la crisis se habl¨® de la necesidad de refundar el capitalismo y todav¨ªa se espera la primera iniciativa, no regulatoria, que genere un ¨¢pice de confianza en el sistema econ¨®mico financiero y en sus actores principales, las grandes corporaciones. T¨®mese esta propuesta de creaci¨®n de un Est¨¢ndar Europeo de Integridad Empresarial como una iniciativa para defender un capitalismo sano e inclusivo, y entendida como un ejercicio de autorregulaci¨®n inteligente por parte de las empresas, que busca la complicidad de una ciudadan¨ªa madura que, mediante un ejercicio de discriminaci¨®n positiva, gratifique los buenos comportamientos corporativos, de los cuales, tambi¨¦n de manera voluntaria, se debe rendir cuentas siguiendo con la tradici¨®n del buen gobierno de ¡°cumple¡± o ¡°explica¡± tras una evaluaci¨®n que requiere transparencia y m¨¦tricas rigurosas de los ocho valores de integridad empresarial: una fiscalidad justa, respeto al cliente, consideraci¨®n por los empleados, contribuci¨®n a la sociedad, buen gobierno corporativo, integraci¨®n de los proveedores, inversiones responsables y sostenibilidad medioambiental.
El grado de justicia fiscal puede evaluarse a partir de dos indicadores: la transparencia fiscal que ponga coto a los tax rulings (Luxleaks, Irlanda¡) y la imposici¨®n efectiva, cuyas recomendaciones esperan implementar en 2015 tanto el G20 como la OCDE. El respeto al cliente se evaluar¨ªa a trav¨¦s del ¨ªndice de reclamaciones ¡ªrelaci¨®n entre las resoluciones anuales favorables a la compa?¨ªa y el total de resoluciones emitidas¡ª y por el grado de satisfacci¨®n de los usuarios, equivalente al porcentaje de resoluciones favorables al reclamante sobre el total de reclamaciones.
La consideraci¨®n por los empleados se puede valorar en funci¨®n de la calidad del empleo, que se mide por el n¨²mero de empleados con contrato indefinido en relaci¨®n con el total de la plantilla, y la brecha salarial, que es el n¨²mero de veces que los ingresos de un empleado est¨¢n contenidos en el ingreso del CEO. La contribuci¨®n a la sociedad se puede evaluar a trav¨¦s de la inversi¨®n social siguiendo el modelo LBG, London Benchmarking Group, que mide el impacto de la acci¨®n social en la comunidad y mediante la relaci¨®n entre la inversi¨®n en I+D de una compa?¨ªa evaluada seg¨²n la metodolog¨ªa EU Industrial R&D Investment Scoreboard y su capitalizaci¨®n.
Para evaluar el buen gobierno corporativo propongo dos indicadores: la independencia del consejo de administraci¨®n, en cuya composici¨®n al menos la mitad deber¨ªan ser consejeros independientes, y la evaluaci¨®n externa del consejo, anualmente y satisfaciendo ciertas caracter¨ªsticas que garanticen su rigor. El sexto comportamiento ¡ªla integraci¨®n de los proveedores¡ª exige una demora m¨¢xima en el pago de 90 d¨ªas. La inversi¨®n responsable es consecuencia de dos nuevos indicadores: la inversi¨®n a largo plazo de la compa?¨ªa y su presencia en al menos uno de los dos ¨ªndices de inversi¨®n responsable de referencia, el Dow Jones Sustainability Index o el FTSE4Good. Por ¨²ltimo, la sostenibilidad medioambiental se evaluar¨ªa a trav¨¦s de la calificaci¨®n otorgada por el CDP (Carbon Disclosure Project), muy ¨²til para valorar el compromiso corporativo en materia de cambio clim¨¢tico.
Lo menos importante para el fin que este texto persigue es la nomenclatura de indicadores que, solo a t¨ªtulo ilustrativo, acabo de exponer para ejemplificar el contenido de ese deseable Est¨¢ndar Europeo de Integridad Empresarial. Lo sustantivo es el porqu¨¦ de esta propuesta, que no tiene otra intenci¨®n que la de contribuir desde el ¨¢mbito empresarial europeo a proteger un capitalismo en v¨ªas de extinci¨®n; aquel que produjo tres d¨¦cadas de prosperidad en Europa y en Estados Unidos tras la II Guerra Mundial.
Justo Villafa?e es catedr¨¢tico de la Universidad Complutense.
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