El respaldo del FMI al yuan reafirma a China en la primera liga econ¨®mica

Si nada lo impide, el Fondo Monetario Internacional (FMI) anunciar¨¢ hoy la inclusi¨®n de la divisa china, el yuan o renminbi, en la cesta de monedas que conforman los derechos especiales de giro (SDR, por sus siglas en ingl¨¦s), el activo de reserva del organismo para sus operaciones de financiaci¨®n. El yuan se sumar¨¢ as¨ª al d¨®lar, el euro, la libra esterlina y el yen en su papel de divisa de reserva internacional, con consecuencias importantes para la econom¨ªa global.

La decisi¨®n ha suscitado no pocas cr¨ªticas y muchas dudas desde el punto de vista t¨¦cnico. Para formar parte del SDR, una divisa debe ser "negociada ampliamente" y "libremente utilizada". El primer requisito sin duda se cumple. China es el mayor exportador del mundo y su divisa fue la segunda m¨¢s usada en los intercambios comerciales el pasado mes de agosto, seg¨²n el sistema de pagos Swift. Ese mes, el 2,79% de los intercambios comerciales de todo el mundo se hicieron en yuanes superando as¨ª al yen (2,76%). Un enorme salto si se tiene en cuenta que hace solo tres a?os, en agosto de 2012, apenas el 0,84% de los intercambios comerciales se hac¨ªa en la divisa china.

M¨¢s discutible es la segunda condici¨®n, pese a que los t¨¦cnicos del organismo dieron su visto bueno el pasado d¨ªa 13. El yuan est¨¢ sujeto a una banda de fluctuaci¨®n fijada por el banco central y sigue sin ser convertible en la mayor¨ªa de las operaciones. "Bajo ning¨²n par¨¢metro ni ning¨²n punto de vista occidental, el yuan cumplir¨ªa los requisitos de ser una moneda de reserva", explica Luis Torras, consultor de Reliance Partners y gran conocedor de la econom¨ªa china. "La inclusi¨®n del renminbi en la cesta de los derechos especiales de giro es un gesto simb¨®lico y pol¨ªtico de apoyo por parte del FMI a las fuerzas liberalizadoras dentro del r¨¦gimen comunista chino", aclara Miguel Otero, investigador principal de Econom¨ªa Pol¨ªtica Internacional en el Real Instituto Elcano, reci¨¦n aterrizado en Pek¨ªn.

El componente pol¨ªtico de la decisi¨®n es evidente. La propia directora del Fondo, Christine Lagarde, ha dado su apoyo al informe de los t¨¦cnicos antes de que el consejo del organismo debata y se pronuncie oficialmente sobre esta cuesti¨®n.

Decisi¨®n pol¨ªtica

En septiembre, el presidente chino, Xi Jinping, arranc¨® a Estados Unidos, el mayor accionista del FMI, el compromiso de apoyar la inclusi¨®n del yuan "siempre que cumpla los criterios t¨¦cnicos". En su visita a Reino Unido en octubre, el premier chino logr¨® el respaldo de Londres. A la semana siguiente, el banco central chino lanz¨® en la City su primer emisi¨®n de bonos en yuanes desde el extranjero.

"El movimiento sienta un preocupante precedente, incluir la politica en un ¨¢rea que ha estado siempre gobernada por consideraciones econ¨®micas objetivas", sostiene Benjamin Cohen, profesor de Pol¨ªtica Econ¨®mica Internacional de la Universidad de California, en un reciente art¨ªculo.

Tradicionalmente, China busca compromisos internacionales para marcar la direcci¨®n de las reformas, como sucedi¨® por ejemplo con su ingreso en la Organizaci¨®n Mundial del Comercio (OMC) en 2001. En esa l¨ªnea, la agencia de calificaci¨®n Moody's sostiene que la inclusi¨®n del yuan ser¨¢ positiva para China porque "apoyar¨ªa una reforma orientada al mercado, incluyendo la liberalizaci¨®n gradual de la cuenta de capital", lo que permitir¨ªa a su econom¨ªa diversificar las fuentes de financiaci¨®n y de inversi¨®n.

Aidan Yao y Jason Pang, de Axa, sostienen que la decisi¨®n de incluir el yuan en la cesta de divisas provocar¨¢ una fuerte demanda de yuanes por parte del Fondo, aunque la cuant¨ªa exacta depender¨¢ del peso que otorguen al yuan en la cesta. "Su peso inicial deber¨ªa rondar el 14%, equivalente al peso de China en las exportaciones globales", dicen. La decisi¨®n del FMI arrastrar¨¢ la demanda de los bancos centrales y fondos soberanos, sostienen, y del sector privado. Sus c¨¢lculos apuntan que la demanda de yuanes aumentar¨¢ en los pr¨®ximos cinco a?os hasta los 600.000 millones de dolares. "Eso podr¨¢ contrarrestar la salida de capitales que se producir¨¢ a corto plazo al abrir la cuenta de capital", apuntan.

En agosto pasado, los t¨¦cnicos del Fondo emitieron un informe en el que identificaban las reformas necesarias para pasar el examen. Entre otras, avanzar hacia la libre flotaci¨®n del yuan, de ah¨ª el experimento que intentaron llevar a cabo en agosto las autoridades al ampliar la banda de fluctuaci¨®n de la divisa y que frenaron en seco ante el desplome de la moneda y la ca¨ªda de las Bolsas de todo el mundo.

En todo caso, Alicia Garc¨ªa-Herrero, economista jefe para Asia Pac¨ªfico de Natixis, resta trascendencia a la decisi¨®n y pone como ejemplo la ausencia de otras grandes divisas refugio, como el franco suizo, en la cesta del Fondo. Aunque el peso del franco en el comercio internacional queda lejos de los niveles chinos.