Am¨¦rica Latina, un nuevo modelo exportador
Tiene que dejar de depender menos del comportamiento de las materias primas como monocultivo de sus exportaciones
El Fondo Monetario Internacional (FMI, octubre de 2015), predice que la recuperaci¨®n de la econom¨ªa mundial sigue siendo moderada y retroceder¨¢ desde el 3,4% de 2014 al 3,1% en 2015, para recuperarse levemente hasta el 3,6% en 2016. Esta situaci¨®n se debe a que el crecimiento de las econom¨ªas avanzadas aunque se ha fortalecido, resulta m¨¢s d¨¦bil de lo previsto, en tanto que las econom¨ªas emergentes se desaceleran por quinto a?o consecutivo. Este panorama de crecimiento m¨¢s lento de la econom¨ªa mundial, se asocia con el reordenamiento de la econom¨ªa china, cuyas repercusiones globales est¨¢n siendo m¨¢s amplias y profundas que las previstas.
La din¨¢mica del crecimiento de las econom¨ªas latinoamericanas se han visto fuertemente afectado disminuyendo por quinto a?o consecutivo, previ¨¦ndose para 2015 un decrecimiento del -0,3%, para repuntar levemente en 2016 hasta el 0,8%. Las causas principales, son de acuerdo con el informe del FMI: Perspectivas econ¨®micas: Las Am¨¦ricas (octubre, 2015), presentado en la Fundaci¨®n Ram¨®n Areces, la persistente debilidad de los precios de las materias primas que provocan la reducci¨®n sostenida de los precios de intercambio. El precio del cobre por ejemplo, cay¨® m¨¢s de 25% en el ¨²ltimo a?o, el de la soja lo hizo alrededor del 20%, y el petr¨®leo arrastra una ca¨ªda que supera el 50%. Naturalmente, el impacto sobre los distintos pa¨ªses depende de que materia prima producen y de cu¨¢nto pesa en el conjunto de las exportaciones y la econom¨ªa.
Am¨¦rica Latina tiene que dejar de depender menos del comportamiento de las materias primas como monocultivo exportador y hacerlo m¨¢s de una canasta exportadora diversificada, que incorpore productos y servicios de mayor valor a?adido, debe emprender un nuevo proceso de reformas con el fin de diversificar la estructura productiva de su econom¨ªa. Se abre paso definir un nuevo modelo de crecimiento dentro de en un mundo cambiante, innovador y extremadamente competitivo. Debe primar un modelo basado en las exportaciones de materias primas o por el contrario, debe girar hacia un modelo que las diversifique, incorporando manufacturas con mayor valor a?adido que contrarresten el valor de los intercambios desiguales. Esto exige, llevar a cabo las reformas estructurales, que como un proceso continuado seg¨²n los pa¨ªses, recomienda el citado informe y siempre por medio del di¨¢logo social.
Mejorar el desempe?o de las exportaciones es una tarea cr¨ªtica y a la vez compleja, siendo fundamental destacar la heterogeneidad de la regi¨®n en materia de integraci¨®n comercial. La prueba es que durante los ¨²ltimos veinticinco a?os, ha permanecido m¨¢s cerrada al comercio exterior que otras regiones emergentes, y el comercio de la mayor¨ªa de las econom¨ªas se sit¨²a por debajo del nivel que ser¨ªa de esperar en virtud de sus fundamentos econ¨®micos. Esto ha sucedido pese a los esfuerzos de las pol¨ªticas para reducir las brechas comerciales, desde la idea de ganar mayores cuotas de participaci¨®n en los mercados internacionales mediante acuerdos comerciales. Sin embargo, estos no representan una panacea para fomentar el comercio exterior, al igual que la reducci¨®n de los aranceles es una medida necesaria pero no suficiente, pues debe ir acompa?ada de las consiguientes reformas estructurales y de reducci¨®n de las barreras no arancelarias.
Los acuerdos comerciales deben ser una herramienta para potenciar la competitividad en los mercados internacionales, al tiempo que la regi¨®n debe evitar el riesgo de crear bloques regionales protegidos o de reintroducir pol¨ªticas cerradas. En las negociaciones de comercio a escala multirregional, los pa¨ªses se enfrentan a un desaf¨ªo a la hora de promover sus intereses; Chile, M¨¦xico y Per¨², que participan en el Acuerdo Estrat¨¦gico Transpac¨ªfico de Asociaci¨®n Econ¨®mica (TPP, por sus siglas en ingl¨¦s), son un claro ejemplo de ello. Al respecto una observaci¨®n, la proliferaci¨®n de acuerdos comerciales exige una mayor coordinaci¨®n de las m¨²ltiples iniciativas vigentes y previstas, algo que es especialmente pertinente en el caso del Mercosur y la Alianza del Pac¨ªfico, cuya aproximaci¨®n a la econom¨ªa global seg¨²n el grado de apertura y tratados comerciales firmados son amplias a favor de la Alianza.
En cuanto al comercio intrarregional como proporci¨®n de las exportaciones la regi¨®n presenta menores indicadores que Europa o Asia, pero si las comparaciones se restringen ¨²nicamente a los pa¨ªses emergentes y en desarrollo, entonces se obtienen niveles similares. Aunque una diferencia clara se encuentra en la composici¨®n de los flujos comerciales dentro de la regi¨®n, que est¨¢n m¨¢s orientados hacia bienes finales que en otras regiones. Las propias desventajas estructurales de la regi¨®n, complican las capacidades productivas complementarias. A¨²n as¨ª, es preciso recalcar, que se observa una considerable heterogeneidad en los distintos pa¨ªses en cuanto al alcance y penetraci¨®n del comercio intrarregional.
En todo caso, como se indica, mejorar el desempe?o de las exportaciones es una tarea cr¨ªtica y a la vez compleja. Muchas econom¨ªas latinoamericanas se encuentran enfrentando fuertes desaceleraciones acompa?adas de peores perspectivas a medio plazo. En este contexto, aunque los ajustes de tipo de cambio seguir¨¢n desempe?ando un papel importante, pero el aprovechamiento del comercio exterior como un motor de crecimiento a medio plazo es una propuesta cr¨ªtica y compleja, pero que merece la pena. Espa?a y su experiencia de c¨®mo las exportaciones han sido gran parte de la soluci¨®n frente a la crisis, representa un hecho muy positivo a tener muy en cuenta.
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