Uganda, en construcci¨®n

?Son aplicables las recetas del FMI en un remoto pa¨ªs del centro de ?frica con 38 millones de habitantes? A juzgar por los n¨²meros de Uganda, s¨ª. El pa¨ªs ha registrado una de las tasas de crecimiento m¨¢s altas del continente. Algo sorprendente dado que el pa¨ªs, sin grandes recursos minerales, ha vivido de sus exportaciones agr¨ªco?las. El pa¨ªs, tristemente c¨¦lebre por la sangrienta dictadura (1971-1979) de Idi Amin Dada, lleva creciendo a buen ritmo desde 2001, muchas veces superior a una media del 5% anual. Los expertos, incluidos los del FMI y el Banco Mundial, sostienen que la estabilidad pol¨ªtica vivida y las recetas macroecon¨®micas impuestas desde el exterior han sido el pilar de este avance econ¨®mico.

La estabilidad se debe al presidente, Yoweri Museveni, que lleg¨® al poder en una situaci¨®n catastr¨®fica provocada por los sucesivos reg¨ªmenes de Amin y Milton Obote, y por los desastres que ¨¦l mismo hab¨ªa contribuido a crear al frente de su guerrilla, el Ej¨¦rcito de Resistencia Nacional. As¨ª que en 1987, una vez en el poder, y a instancia de EE UU y Europa, el nuevo Gobierno invit¨® al FMI y al Banco Mundial a intervenir. El Fondo oblig¨® entonces a Uganda a abrir su econom¨ªa y a adoptar una serie de medidas liberalizadoras tan ortodoxas que algunos llegaron entonces a calificar de una especie de laboratorio.

Se pusieron en marcha, a la par de un duro ajuste financiero, diversas pol¨ªticas de apertura de las fronteras, fomento de las exportaciones y flexibilizaci¨®n del mercado de trabajo. Museveni no vacil¨® en utilizar la fuerza p¨²blica para aplicar su programa, especialmente contra la resistencia de los sindicatos. El pa¨ªs puso tambi¨¦n en marcha un plan de privatizaci¨®n de empresas p¨²blicas, asistido por el Banco Mundial, y fue instado a invitar de vuelta a casa a los asi¨¢ticos expulsados por Idi Amin.

Demasiada pobreza

El resultado, aparte del crecimiento, son cuentas p¨²blicas bastante en orden, lo que le sit¨²a, seg¨²n el FMI, en buenas y sanas condiciones para adoptar pol¨ªticas de desarrollo m¨¢s audaces y convertirse en un "tigre" africano. El Gobierno quiere convertir el pa¨ªs en un hub para ?frica Oriental, por lo que ha empezado a promover la inversi¨®n exterior en la industria local, ofreciendo capacitaci¨®n (en aumento) y sueldos bajos.

Pero pese al "¨¦xito", el pa¨ªs sigue, aun as¨ª, sin resolver su principal problema, la pobreza. Cerca del 65% de la poblaci¨®n vive con menos de dos d¨®lares al d¨ªa, y el estado de sus infraestructuras sigue siendo africano. Solo el 14% de su poblaci¨®n tiene acceso a la electricidad. Adem¨¢s, la situaci¨®n econ¨®mica se ha complicado debido a varios factores, uno de ellos el hundimiento de los precios de las materias primas. El caf¨¦, responsable del 22% de las exportaciones del pa¨ªs, ha ca¨ªdo un 40% en 12 meses.

El peso de la industria es nimio, consecuencia, seg¨²n los cr¨ªticos, de las pol¨ªticas liberalizadoras del FMI, que permiten que el mercado est¨¦ inundado de productos industrializados baratos, especialmente chinos. Solo el 8% de los ugandeses est¨¢n empleados en negocios registrados. El grueso de la poblaci¨®n vive de la agricultura y la econom¨ªa informal, un enorme problema cuando la poblaci¨®n activa del pa¨ªs crece a tasas del 4% al a?o. Unos 20 millones de nuevos trabajadores se incorporar¨¢n al mercado de aqu¨ª a 2040. Para enfrentarse a esos problemas, Uganda ha empezado a invertir en infraestructuras, con varias obras de gran calado en marcha tanto en generaci¨®n de energ¨ªa como en redes de transporte, con capital privado y p¨²blico (tanto del Gobierno como de instituciones internacionales). Est¨¢ en marcha la construcci¨®n de una autopista entre el aeropuerto de Entebbe y Kampala, un contrato adjudicado a empresas chinas.

Con la ayuda del FMI, el pa¨ªs invertir¨¢ 11.000 millones de d¨®lares en los pr¨®ximos 10 a?os para construir centrales el¨¦ctricas y redes de transmisi¨®n, con los ojos puestos en la exportaci¨®n de energ¨ªa. Isolux Cors¨¢n y Gas Natural est¨¢n participando en estos proyectos. Y luego est¨¢ el petr¨®leo. En 2006 se descubrieron reservas de crudo y gas de alrededor de 6.500 millones de barriles, que empezar¨¢n a salir a los mercados entre 2018 y 2021.

El problema es que Museveni se enfrentar¨¢ a unas elecciones a principios de 2016 y no parece que en sus c¨¢lculos entre la posibilidad de perderlas. Oficialmente, el Movimiento de Resistencia Nacional del presidente se hizo con el 70,1% de los votos en el Parlamento en las elecciones de 2011. Sin embargo, pese a que los organismos internacionales de Derechos Humanos consideran que las ¨²ltimas cuatro elecciones fueron fraudulentas, Museveni se ha negado a crear una comisi¨®n electoral independiente.

Huelga decir que Uganda figura en clasificaciones como la de Freedom in the World como pa¨ªs "no libre". Medios de comunicaci¨®n internacionales como la BBC han documentado repetidamente la fuerte represi¨®n a la que el Gobierno de Museveni somete a los opositores. El Ejecutivo ha aprobado una ley de orden p¨²blico que proh¨ªbe las reuniones de m¨¢s de tres personas sin autorizaci¨®n.

Malas cosechas

A esta inestabilidad pol¨ªtica se le suma la econ¨®mica. Las lluvias torrenciales provocadas por el fen¨®meno El Ni?o han da?ado las cosechas, lo que ha hecho subir el precio de los alimentos. Si a eso le sumamos la ca¨ªda del chel¨ªn, la moneda local ¡ªque encarece los bienes importados¡ª, y los enormes gastos del Gobierno (en a?o electoral), la inflaci¨®n se ha disparado hasta el 9%, creando problemas graves de subsistencia a la poblaci¨®n con menos recursos. Mientras, los tipos de inter¨¦s se han disparado hasta el 20%, complicando hasta niveles imposibles la continuidad de muchas empresas y negocios.

Todo ello ha generado una gran intranquilidad. Muchas ONG no descartan un estallido de violencia contra el Gobierno. Para protegerse, Museveni dispone de una milicia de dos millones de personas, organizadas por la polic¨ªa oficialmente para "parar la criminalidad". Un polvor¨ªn cuya explosi¨®n podr¨ªa hacer regresar al pa¨ªs a lo peor de su pasado y bloquear de sopet¨®n las buenas expectativas de que disfrutaba hasta ahora.