China amaga con m¨¢s est¨ªmulos para dar impulso a su econom¨ªa
Las autoridades fijan como prioridades para 2016 una pol¨ªtica fiscal "m¨¢s contundente" y una monetaria "m¨¢s flexible"
China ha bajado este 2015 hasta en seis ocasiones los tipos de inter¨¦s, ha reducido cinco veces el coeficiente de caja de los bancos y ha incrementado el gasto p¨²blico. Pero, a falta de conocer el dato de crecimiento del ¨²ltimo trimestre del a?o, la mayor liquidez en el sistema y el abaratamiento del precio del dinero no ha repercutido en un aumento significativo del cr¨¦dito, mientras que los numerosos proyectos de obra p¨²blica tampoco han logrado insuflar energ¨ªa a una econom¨ªa en constante ralentizaci¨®n. Ante la posibilidad de m¨¢s contratiempos el pr¨®ximo a?o y la cada vez mayor presi¨®n a la baja que sufre la segunda econom¨ªa mundial, las autoridades enviaron este lunes el primer aviso de que est¨¢n preparadas y dispuestas a intervenir.
En pleno proceso de cambio de modelo econ¨®mico, los l¨ªderes chinos anunciaron que en 2016 se incrementar¨¢ el d¨¦ficit de forma gradual y que se flexibilizar¨¢ la pol¨ªtica monetaria. "La actual pol¨ªtica fiscal de China tiene que ser m¨¢s contundente", se?al¨® el comunicado publicado una vez concluida la Conferencia Central del Trabajo Econ¨®mico, un evento anual en el que los l¨ªderes chinos definen las prioridades para el pr¨®ximo ejercicio. En 2014, China cerr¨® con un d¨¦ficit del 1,8% del PIB y, seg¨²n los presupuestos presentados en marzo, se prev¨¦ que aumente hasta el 2,3% este a?o. El documento tambi¨¦n pide que "la pol¨ªtica monetaria sea m¨¢s flexible" con el objetivo de crear las condiciones necesarias para las reformas estructurales que est¨¢n por venir.
Son afirmaciones poco habituales en un pa¨ªs donde los comunicados del Banco Popular de China (PBOC) o de otros organismos de planificaci¨®n econ¨®mica abogan habitualmente por la prudencia. Otras medidas incluyen reducir los costes para las empresas, combatir el exceso de capacidad de varias industrias y, sobre todo, reducir el inmenso parque de viviendas vac¨ªas mediante la entrega de nuevos permisos de residencia urbanos, la concesi¨®n de subsidios a los residentes rurales para comprar casas en las ciudades y la consolidaci¨®n entre empresas promotoras. El mercado inmobiliario chino se enfri¨® a partir de 2014 por la bajada de la demanda y la abundancia de la oferta. En 2015 el calvario ha continuado con un descenso de las ventas, de los precios y de la inversi¨®n en nuevos proyectos.
"Aunque no esperamos un paquete de est¨ªmulo equivalente al lanzado en noviembre de 2008, estos anuncios indican una pol¨ªtica fiscal y monetaria m¨¢s agresiva en comparaci¨®n con la que hemos visto este a?o", asegura Alicia Garc¨ªa Herrero, economista jefe para Asia Pac¨ªfico de Natixis, en una nota a clientes. No en vano, la gran mayor¨ªa de centros de estudio y organizaciones internacionales predicen que la econom¨ªa del gigante asi¨¢tico seguir¨¢ ralentiz¨¢ndose en 2016. Los augurios oscilan entre el 6,8% de los m¨¢s optimistas y el 5,8% de los m¨¢s pesimistas. "Las autoridades van en serio para asegurarse de que el suelo de crecimiento ser¨¢ un 6,5%", escribe Garc¨ªa Herrero.
En los primeros nueve meses del a?o, China creci¨® un 6,9% con respecto al mismo periodo del a?o anterior. Se trata de la cifra m¨¢s baja del ¨²ltimo cuarto de siglo, y sucede en un momento en que el pa¨ªs intenta virar desde un modelo basado en las exportaciones de productos de bajo valor a?adido y la inversi¨®n estatal -un patr¨®n que se considera agotado- hacia otro en el que el consumo interno, la innovaci¨®n y el sector servicios tiren de la econom¨ªa. A todo esto se le suman numerosos riesgos financieros, como la elevada deuda de las administraciones locales, los vaivenes de los mercados burs¨¢tiles, una econom¨ªa global a medio gas o el temor de que esta reconversi¨®n industrial termine afectando de forma significativa los niveles de empleo.
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