Pek¨ªn consuma su entrada al orden financiero global

El Banco Asi¨¢tico de Inversi¨®n en Infraestructuras (BAII), el primer prestamista multilateral liderado por China, empez¨® este fin de semana sus operaciones. El organismo pretende, con sus 100.000 millones de d¨®lares en capital autorizado, cubrir parte de las ingentes necesidades de financiaci¨®n de proyectos de infraestructuras en el continente. Pero su puesta en marcha certifica tambi¨¦n la voluntad de China -su principal impulsor- de cambiar el actual orden financiero internacional, que a su juicio no refleja el creciente papel de los pa¨ªses en desarrollo en la econom¨ªa mundial.

El Banco fue inaugurado el s¨¢bado por el presidente chino, Xi Jinping, quien calific¨® de "hist¨®rica" la puesta en marcha de la entidad y consider¨® que "dar¨¢ un impulso al crecimiento econ¨®mico en Asia y al resto del mundo". El BAII nace con 57 miembros fundadores, entre ellos Brasil o Espa?a, en lo que se considera como uno de los mayores ¨¦xitos diplom¨¢ticos de Pek¨ªn de los ¨²ltimos a?os al conseguir arrastrar a algunos de los principales aliados de Estados Unidos a formar parte del nuevo banco. Australia, Corea del Sur, Reino Unido, Alemania o Italia decidieron unirse al proyecto, y seg¨²n sus impulsores hay una veintena m¨¢s de pa¨ªses que ya han pedido su adhesi¨®n.

China tendr¨¢ a partir de ahora el reto de demostrar que es capaz de gobernar un banco multilateral de acuerdo con los est¨¢ndares occidentales, una de las mayores preocupaciones manifestadas por Estados Unidos y Jap¨®n, por ahora reticentes a formar parte de la instituci¨®n. Adem¨¢s, los recientes vaivenes en los mercados burs¨¢tiles del pa¨ªs y la depreciaci¨®n del yuan frente al d¨®lar han vuelto a sembrar dudas sobre la capacidad de Pek¨ªn de llevar a cabo reformas estructurales en medio de la ralentizaci¨®n econ¨®mica, adem¨¢s de cuestionar la transparencia y credibilidad de sus pol¨ªticas.

En este sentido, el reci¨¦n nombrado presidente de la instituci¨®n, el chino Jin Liqun, asegur¨® este domingo en rueda de prensa que establecer¨¢ una gobernanza basada en la austeridad, la transparencia y la protecci¨®n del medioambiente y que crear¨¢ una unidad especial para asegurar que no habr¨¢ corrupci¨®n en el nuevo organismo. "Desarrollar una buena cultura corporativa cuyos trabajadores se rijan por altos est¨¢ndares es mucho m¨¢s importante que simplemente dar pr¨¦stamos", asegur¨® Jin, antes viceministro de Finanzas del gigante asi¨¢tico y vicepresidente del Banco Asi¨¢tico de Desarrollo (BAD).

La entidad empezar¨¢ a conceder sus primeros pr¨¦stamos a finales de a?o. Entretanto, colaborar¨¢ con otras organizaciones multilaterales como el BAD o el Banco Mundial (BM) en la financiaci¨®n de proyectos, adelant¨® Jin. Los cr¨¦ditos se conceder¨¢n en d¨®lares estadounidenses, pero los pa¨ªses miembros u organismos privados podr¨¢n aportar capital en otras divisas como el euro o el yuan. "El BAII requerir¨¢ que los proyectos sean transparentes y que protejan los intereses sociales y ambientales, pero no obligar¨¢ a los prestatarios a adoptar pr¨¢cticas de libre mercado propiciadas por el Fondo Monetario Internacional", asegur¨® una fuente del nuevo banco a la agencia Reuters.

Si bien hay 57 miembros fundadores, los primeros pasos del BAII reflejan el dominio de China en la instituci¨®n: fue propuesta hace apenas dos a?os por Xi Jinping, su sede estar¨¢ en Pek¨ªn, su primer presidente es chino, el pa¨ªs aporta casi un 30% del capital del banco y contar¨¢ con un 26% del total de votos. Este ¨²ltimo porcentaje le da al gigante asi¨¢tico el poder de veto, ya que las decisiones de calado se aprueban con un 75% de los votos. Jin record¨® que "la puerta seguir¨¢ abierta" para que otros pa¨ªses se unan al proyecto, lo que de suceder cambiar¨ªa estos porcentajes y dejar¨ªa a China sin este privilegio.