?Por qu¨¦ se considera que para China un crecimiento del 6,9% es bajo?

Lograr un crecimiento econ¨®mico del 6,9% es una cifra nada desde?able. Espa?a, tras un fuerte avance este a?o, termin¨® con un 3,2%. Pero para un pa¨ªs como China, que durante dos d¨¦cadas vio aumentar su producto interior bruto (PIB) en porcentajes de dos d¨ªgitos, representa la mayor ralentizaci¨®n en un cuarto de siglo. Tampoco se puede decir, sin embargo, una mala noticia para el pa¨ªs, que est¨¢ llevando a cabo un cambio en su modelo econ¨®mico.

Desde los a?os 80, China ha tenido obsesi¨®n con mantener niveles de crecimiento superiores al 8%. El Gobierno chino calculaba que solo mediante una expansi¨®n anual del PIB de esas dimensiones se mantendr¨ªa el ritmo de creaci¨®n de puestos de trabajo necesarios para ocupar a los 7 millones de estudiantes que se grad¨²an cada a?o de las Universidades chinas y a los emigrantes que llegan a las ciudades desde el medio rural huyendo de la pobreza. Estos emigrantes suman hoy d¨ªa 277,4 millones, el 20% de la poblaci¨®n total.

Eso supone que se deben crear cerca de 10 millones de puestos de trabajo anualmente en las ciudades para mantener el desempleo en niveles que, seg¨²n Pek¨ªn, no deben crecer en ning¨²n caso m¨¢s all¨¢ del 4,5%. Cifras m¨¢s elevadas, considera, pondr¨ªan en peligro la estabilidad social, y eso es algo a lo que bajo ning¨²n concepto quiere arriesgarse.

¡°El empleo es la base del bienestar. Pondremos en marcha a toda costa una estrategia que d¨¦ la prioridad absoluta al empleo¡±, subrayaba el primer ministro chino, Li Keqiang, en 2013, entonces reci¨¦n estrenado en el cargo.

A lo largo de 30 a?os China aplic¨® un modelo de crecimiento que ha tenido como motor la inversi¨®n, especialmente en infraestructuras, el desarrollo del sector manufacturero y el sector inmobiliario. Con un ¨¦xito extraordinario: ha pasado de ser una econom¨ªa poco desarrollada a la segunda potencia mundial.

Pero el modelo da se?ales de agotamiento: las inversiones generan cada vez menos rendimiento, crece la deuda en manos de las autoridades locales y las empresas y el medioambiente est¨¢ gravemente enfermo. La decisi¨®n de acometer reformas y cambiar de motor en la econom¨ªa era imprescindible.

Seg¨²n han subrayado reiteradamente Li y el presidente chino, Xi Jinping, la idea es conseguir una econom¨ªa ¡°sostenible¡±. Se dejar¨¢ de primar el crecimiento por el crecimiento, se limitar¨¢ el exceso de capacidad y se pasar¨¢ de un modelo intensivo en capital a otro intensivo en empleo.

Cambio a una econom¨ªa de consumo

Para ello aspira a desarrollar una econom¨ªa basada en el consumo interno y el sector servicios, especialmente en el ¨¢rea de las nuevas tecnolog¨ªas. El plan quinquenal presentado el pasado noviembre para los a?os 2016-2020 pretende hacer m¨¢s eficientes las empresas p¨²blicas, alentar la innovaci¨®n y estimular la creaci¨®n de start ups.

Gradualmente, para no anunciar unas metas repentinamente bajas que puedan socavar la confianza, el Gobierno chino ha ido reduciendo sus objetivos de crecimiento en lo que llama la ¡°nueva normalidad¡±. Si para 2015 la meta se encontraba ¡°en torno a¡± el 7%, el plan quinquenal prev¨¦ ¡°no menos de¡± un 6,5%.

Aunque se encuentre lejos de los ambiciosos objetivos de anta?o, Miguel Otero, investigador principal de Econom¨ªa Pol¨ªtica Internacional del Real Instituto Encano, recuerda que en t¨¦rminos reales hoy d¨ªa ¡°un crecimiento del 7% supone mucho m¨¢s que el 10 o el 11% de antes, porque el tama?o de la econom¨ªa es muy superior¡±.

Seg¨²n los datos oficiales, esa transformaci¨®n que busca el Gobierno se va dando. El sector servicios por primera vez representa m¨¢s del 50% de la econom¨ªa. Crece la renta disponible de los ciudadanos. La creaci¨®n de puestos de trabajo -afirma- se mantiene al ritmo deseado y el nivel de empleo es ¡°generalmente estable¡±, tal y como apuntaba la Oficina de Estad¨ªsticas este martes. Un resultado que podr¨ªa explicarse por la mayor eficiencia del nuevo modelo y el crecimiento del sector terciario, que absorbe mayor fuerza laboral.

Dudas sobre las estad¨ªsticas

Aunque cada vez hay m¨¢s dudas sobre la fiabilidad de los datos macroecon¨®micos y de las estad¨ªsticas chinas, que sistem¨¢ticamente coinciden con los objetivos de crecimiento del gobierno. No hay datos oficiales fiables tampoco sobre el ¨ªndice de retorno de los emigrantes desempleados a sus pueblos de origen, o sobre protestas y manifestaciones. Muchos analistas independientes consideran que la cifra real de crecimiento se encuentra significativamente por debajo de las metas establecidas: por ejemplo, Nomura calcula que en 2016 se situar¨¢ en el 5,8%. El FMI le adjudica un 6,3%.

Habr¨¢ que ver tambi¨¦n lo que ocurre con las empresas en sectores con exceso de capacidad, como el acerero o el carb¨®n. Las m¨¢s ineficientes tendr¨¢n que acabar cerrando, con los consiguientes despidos e impacto en el desempleo.

En cualquier caso, el Gobierno chino ha dejado claro que no calcula recortar sus previsiones por debajo del 6,5%. Es la cifra que calcula que necesita para cumplir su compromiso de doblar para 2020 el PIB de 2010 (de 40 billones de yuanes; el de 2015 alcanz¨® los 67,67 billones de yuanes, o 9,48 billones de euros). Logr¨¢ndola estima que sacar¨¢ de la pobreza a los 70 millones de chinos que a¨²n viven en ella. Y dar¨¢ -espera- otro paso para garantizar la paz social.