La inflaci¨®n sube una d¨¦cima pero mantiene la presi¨®n sobre el BCE
La inflaci¨®n cierra 2015 en el 0,2%, muy lejos del objetivo de Fr¨¢ncfort
"Por debajo pero cerca del 2%", el mandato ¨²nico del Banco Central Europeo (BCE), empieza a ser simple y llanamente "cerca del 0%". La inflaci¨®n cerr¨® 2014 en la zona cero, con un ligero repunte de una d¨¦cima en diciembre para situarse en el 0,2%, muy lejos del sacrosanto objetivo de Fr¨¢ncfort. Hasta 12 pa¨ªses europeos ¨Centre ellos Espa?a¨C registran ca¨ªdas de precios. El BCE se re¨²ne el jueves y nadie espera grandes cambios en su pol¨ªtica monetaria, a pesar de que en la ¨²ltima reuni¨®n del a?o pasado baraj¨® ir a¨²n m¨¢s all¨¢ en los tipos de inter¨¦s negativos de su facilidad de dep¨®sito (el Eurobanco cobra a las entidades financieras por dejar su dinero ocioso en Fr¨¢ncfort) o ampliar a¨²n m¨¢s su programa de compra de activos, el QE europeo, de 60.000 millones de euros al mes.
El BCE de Mario Draghi lleva tres a?os de incumplimientos flagrantes. Su bater¨ªa de medidas extraordinarias ¨Cdiluvio de liquidez, tipos al 0% y programa de compras a la americana pese al disgusto de los alemanes¨C evit¨® que la crisis del euro fuera a¨²n m¨¢s severa y se llevara por delante a muchos pa¨ªses. Pero la versi¨®n europea del QE sigue sin dar los resultados esperados. Ha dado grandes alegr¨ªas a los mercados, y mantiene los tipos de inter¨¦s de la deuda muy abajo, lo que supone un formidable respiro para los Gobiernos. Pero no consigue tirar hacia arriba de la inflaci¨®n en medio de un empacho de deuda en Europa y algo parecido a una trampa de liquidez, en la que por m¨¢s que se relaja la pol¨ªtica monetaria ni la inflaci¨®n ni el PIB terminan de salir del letargo.
El BCE hace meses que se fija tanto en el IPC como en la tasa subyacente, sin los elementos m¨¢s vol¨¢tiles: alimentos y petr¨®leo. Pero ni siquiera en ese indicador hay buenas noticias. El n¨²cleo de la inflaci¨®n, sin contar el desplome de los precios energ¨¦ticos ni los vaivenes de los precios alimentarios, cerr¨® 2015 en el 0,9% por el desplome del petr¨®leo; lleva m¨¢s de un a?o rondando la tasa del 1%, muy lejos tambi¨¦n en ese caso del 2% de objetivo.
Y aun as¨ª nada hace presagiar grandes cambios. El precio del barril de petr¨®leo, en torno a los 30 d¨®lares, impedir¨¢ al BCE cumplir con sus previsiones, que pasan por una inflaci¨®n del 1% este a?o. La eurozona ha mostrado cierta resistencia a los shocks externos, con el QE permitiendo una depreciaci¨®n del euro que permite tirar de las exportaciones o al menos contener la ca¨ªda ante el declive del comercio mundial. China y los emergentes son otra fuente de debilidad.
Draghi no tiene muchas opciones: podr¨ªa elevar el volumen de compras mensuales, pero para eso tendr¨¢ que enfrentarse al Bundesbank alem¨¢n, que se niega en redondo a favorecer m¨¢s est¨ªmulo. Podr¨ªa rebajar la tasa de dep¨®sito, pero no est¨¢ claro que eso vaya a tirar de la inflaci¨®n: tiene m¨¢s influencia sobre el tipo de cambio. El fantasma de la deflaci¨®n sigue siendo improbable, pero Europa se enfrenta a un periodo de muy baja inflaci¨®n, que puede tener efectos positivos sobre el bolsillo de los consumidores. Es en realidad un fiel reflejo de la enfermedad de la eurozona: una an¨¦mica econom¨ªa que tras empacharse de deuda se enfrenta a un largo estancamiento a la japonesa. Los expertos recomiendan un mix de pol¨ªticas monetarias y fiscales expansivas. El BCE est¨¢ por la labor. Pero la pol¨ªtica europea sigue a otra cosa.
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