Las empresas chinas aumentan su poder en el mercado boliviano

El Gobierno boliviano acaba de conceder a la empresa china Sinosteel la construcci¨®n de una planta para procesar el hierro del Mut¨²n, uno de los yacimientos m¨¢s importantes de Sudam¨¦rica, cerca de la frontera entre Bolivia y Brasil. Con ello, Bolivia comenzar¨¢ su propia industria sider¨²rgica, una constante aspiraci¨®n del presidente Evo Morales. La operaci¨®n costar¨¢ algo menos de 400 millones de d¨®lares y confirma el predominio en Bolivia de los proveedores y socios de China.

Sin contar con este contrato, las empresas chinas estaban realizando caminos y plantas industriales por alrededor de 2.000 millones de d¨®lares, un equivalente del 6% del PIB del pa¨ªs. Esta cifra se convertir¨¢ en 9.500 millones de d¨®lares cuando se haga efectivo el pr¨¦stamo obtenido por Bolivia en el China EximBank, que el Gobierno solo puede gastar a trav¨¦s de empresas de esta nacionalidad. El pa¨ªs sudamericano recurri¨® a este pr¨¦stamo, el mayor de su historia, para continuar sus obras de infraestructura a pesar de la ca¨ªda de los precios del gas, del que depende la mayor parte de sus ingresos.

Antes de que se gestionara este cr¨¦dito, China ya era el principal acreedor bilateral de Bolivia. Sinosteel hab¨ªa tenido problemas para pagar sus deudas burs¨¢tiles el a?o pasado. Sin embargo, fuentes oficiales la presentaron como responsable de la construcci¨®n de ¡°m¨¢s de 100 sider¨²rgicas¡±. La pol¨¦mica sobre la solvencia de esta compa?¨ªa no es la primera que se produce en torno a las empresas chinas que operan en Bolivia.

Hace dos a?os la oposici¨®n cuestion¨® el hecho de que Shenzhen Vicstar, ya fuera sola o como parte de un holding llamado China Camc Engineering, hubiera obtenido cinco contratos por alrededor de 500 millones de d¨®lares, la mayor suma acumulada en adjudicaciones estatales en la historia. Posteriormente, Camc present¨® problemas en el cumplimiento del plan de construcci¨®n de una de las obras, un ferrocarril. Otra cr¨ªtica a las empresas chinas la ha causado su costumbre de importar trabajadores desde su pa¨ªs de origen. El senador opositor ?scar Ortiz critic¨® a la central sindical del pa¨ªs, aliada del Gobierno, por ¡°no decir nada¡± respecto a los puestos de trabajo que pierden los bolivianos.

Tambi¨¦n ha sido motivo de controversia el sat¨¦lite que China puso en ¨®rbita para Bolivia, a un precio de m¨¢s de 300 millones de d¨®lares. Los cr¨ªticos de esta decisi¨®n se?alan que hubiera sido m¨¢s barato y adecuado a las reales necesidades del pa¨ªs alquilar un espacio en un sat¨¦lite estadounidense. Seg¨²n las encuestas, sin embargo, la mayor¨ªa de la poblaci¨®n considera que el lanzamiento del sat¨¦lite Tupak Katari fue uno de los mayores logros de la gesti¨®n de Morales.