Kukuxumusu busca nuevo rumbo
La firma de dise?o navarra, que ha despedido a su fundador, sufre serios problemas econ¨®micos
El beso de la pulga es el curioso concepto que, en euskera, da nombre a Kukuxumusu, la marca de dise?o navarra que ha popularizado situaciones surrealistas como ese beso de la pulga en camisetas, tazas o alfombrillas para ordenador en casi todo el mundo. Todos los dise?os salieron de la factor¨ªa de ideas creada en 1989 por tres amigos de Pamplona; el dibujante Mikel Urmeneta, el dise?ador industrial Koldo Ayestar¨¢n y Gonzalo Dom¨ªnguez de Bidaurreta, entonces trabajador de banca. En sus 27 a?os de vida, la firma ha pasado de la expansi¨®n y el ¨¦xito a sufrir la crisis econ¨®mica con crudeza y esta ¨²ltima semana a ser noticia por la traum¨¢tica salida del ¨²ltimo de los fundadores que quedaba en la empresa, Mikel Urmeneta, enfrentado con el accionista mayoritario, Ricardo Bermejo.
La fama de Kukuxumusu ha ido siempre ligada a los Sanfermines. Sus or¨ªgenes, sin embargo, est¨¢ a 15.000 kil¨®metros de distancia de la capital navarra, en Australia, donde unas vacaciones hicieron reflexionar a Urmeneta y Dom¨ªnguez de Bidaurreta si ser¨ªa posible reflejar, en los souvenirs de su ciudad natal, con los toros del encierro lo mismo que hac¨ªan all¨ª con los koalas y los canguros. Una camiseta blanca con manchas de sangre simulando haber sido corneado en el encierro fue el primero de sus dise?os, que vendieron por la calle a voz en grito en los Sanfermines de 1989. Un a?o m¨¢s tarde, un dise?o de Urmeneta ganaba el concurso para el cartel anunciador de las fiestas y a partir de entonces sus dibujos pasaron a convertirse en el souvenir m¨¢s popular de los festejos. Su llegada al mercado cambi¨® el recuerdo ¡°cutre y casposo¡± en opini¨®n de sus creadores generando la primera marca que comercializ¨® los Sanfermines como producto. Lo hizo hasta el punto de que el dominio web sanfermin.com dirige directamente a un portal de la empresa.
El despegue de marca local a fen¨®meno que cruz¨® las fronteras de Espa?a hasta distribuirse en 89 pa¨ªses lleg¨® una d¨¦cada m¨¢s tarde. Kukuxumusu abri¨® su primera tienda fuera de Pamplona en 1995, en San Sebasti¨¢n, y se estableci¨® posteriormente en varias ciudades espa?olas y francesas. Dividida en el ¨¢rea creativa y en el de fabricaci¨®n de ropa, la firma contaba a finales de la d¨¦cada de 2000 con m¨¢s de un centenar de empleados. La larga crisis econ¨®mica que lleg¨® a continuaci¨®n unida al importante descenso en la venta de camisetas llevaron a Kukuxumusu a tener que cerrar gran parte de su red de tiendas y despedir al 60% de su plantilla hasta quedarse en una treintena de trabajadores. En 2012, la firma present¨® unas p¨¦rdidas de 1,18 millones de euros. Dos a?os m¨¢s tarde, con la empresa al borde del precipicio, dos de los socios fundadores vendieron su participaci¨®n para buscar ox¨ªgeno financiero, dejando en la empresa a Mikel Urmeneta, la cara m¨¢s conocida.
La 'pulga' tiene problemas de liquidez
Ricardo Bermejo, m¨¢ximo accionista, defiende que desde su llegada Mikel Urmeneta ¡°no aportaba en su funci¨®n de director de arte ni propon¨ªa l¨ªneas a seguir ni ideas de dibujos¡±. Afirma que el retraso en el pago que motiv¨® el estallido final se debi¨® a ¡°asuntos de liquidez y porque no entregaba las colecciones en las fechas que se le ped¨ªan¡±. Se?ala el actual propietario de la firma que trataron de negociar el nuevo contrato que ten¨ªa que firmarse a final de 2015 con rebaja sobre lo que hasta entonces percib¨ªa y el dibujante se cerr¨® en banda. En 2014, Urmeneta factur¨® 250.000 euros por su labor en la empresa, que contin¨²a en situaci¨®n de p¨¦rdidas. Bermejo afirma que le ofreci¨® la venta de sus acciones al mismo precio que hab¨ªa pagado en 2014 y Urmeneta lo rechaz¨®. Kukuxumusu queda ahora como propietaria de los dise?os realizados por Urmeneta y su equipo hasta su salida, pero no podr¨¢ hacer variaciones ni nuevas creaciones con esos mismos dibujos y estilo.
Quien se hizo con los dos tercios de la propiedad de Kukuxumusu e inyect¨® capital en la empresa fue Ricardo Bermejo, propietario de una agencia de comunicaci¨®n cuya trayectoria hab¨ªa estado ligada a la ahora desaparecida Caja Navarra, para la que trabajaban casi en exclusiva desde 2004 hasta 2012, a?o en el que ¨¦sta fue absorbida por Caixabank.Durante esa etapa, la caja tuvo tres im¨¢genes corporativas diferentes y Bermejo factur¨® m¨¢s de 10 millones de euros a la entidad financiera.
Cambio de logo
El nuevo propietario tambi¨¦n cambi¨® el logotipo de Kukuxumusu a su llegada en 2014, algo que, seg¨²n Mikel Urmeneta, fue el inicio del desencuentro que ha desembocado ahora en guerra abierta. Le siguieron la decisi¨®n de Bermejo de ¡°explicar los gags de los dibujos¡±, lo que para Urmeneta ¡°va contra la filosof¨ªa de Kukuxumusu¡±, que apuesta por que el espectador los interprete.
La brecha entre ambos fue profundiz¨¢ndose porque, en la versi¨®n de Urmeneta, Bermejo ¡°trataba a los dibujantes como si fueran el chico del butano¡± y desemboc¨® en una discusi¨®n acalorada en noviembre pasado cuando Urmeneta exigi¨® al propietario el pago de su trabajo como director art¨ªstico, que acumulaba dos meses de retraso. Una refriega sobre pagos, propiedad de dibujos y concepto empresarial que acab¨® con el dibujante arrancando el ordenador del propietario y que motiv¨® que d¨ªas despu¨¦s Urmeneta recibiera un burofax comunic¨¢ndole el fin de su trabajo. El pasado jueves, Urmeneta presentaba su nueva empresa, Katuki Saguyaki, junto a su equipo habitual de dibujantes y reivindicando que ¡°el ADN de Kukuxumusu ha desaparecido¡±. A la marca denominada con un hecho absurdo ¡ªuna pulga que da besos¡ª le tocar¨¢ afrontar la paradoja de refundarse sin ninguno de sus creadores.
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