No solo MySpace cay¨® en el olvido ?Qu¨¦ fue de SecondLife??Y de Hi5?

La web MySpace, la pionera de las redes sociales masivas en Internet, estaba llamada a revolucionar el mundo de Internet. En 2005 fue comprada por 580 millones de euros. Seis a?os despu¨¦s, val¨ªa a solo 35 millones. Facebook aplast¨® el fen¨®meno MySpace. Pas¨® de moda. Su plantilla, de 1.600 trabajadores a 200 en solo dos a?os. Ahora el grupo editor de la revista Time ha comprado esta red social a precio de saldo (aunque no ha querido revelar la cantidad), tras pasar de mano en mano, y cuando ya casi nadie se acuerda de ella. No es el ¨²nico pelotazo virtual que ha terminado arrinconado despu¨¦s de vivir un ¨¦xito arrollador pero ef¨ªmero. ?Qu¨¦ fue de Second Life? ?Son adictos al Whatsapp todos aquellos que un d¨ªa estaban enganchados a los emoticonos del chat de Messenger?

Solo en el campo de los chats en Internet, la lista de desaparecidos (o todav¨ªa en funcionamiento, pero lejos de considerarse un fen¨®meno) es larga, desde ICQ a Messenger. Todos ellos lograron notoriedad en sus primeros a?os, pero pronto fueron sustituidos por productos que ocuparon su nicho de mercado con mayor eficacia. En el caso de Messenger, nacido en 1999. En 2013 ya no estaba de moda y Microsoft decidi¨® integrarlo dentro de Skype, donde es un servicio extra del sistema de llamadas. Los adolescentes de principios de 2000 se intercambiaban el Messenger para chatear. Pero eso era antes del ¨¦xito de las redes sociales y la expansi¨®n de los m¨®viles.

Durante un breve pero intenso periodo de tiempo, no estaba claro si en el mundo de las redes sociales triunfar¨ªa Facebook o Hi5, que entre 2008 y 2010 fue la red social m¨¢s de moda en Am¨¦rica Latina. En la batalla en Espa?a entr¨® tambi¨¦n Tuenti, la red social de m¨¢s ¨¦xito en este pa¨ªs entre 2009 y 2012, que alcanz¨® 15 millones de usuarios registrados. Era la m¨¢s popular sobre todo entre los m¨¢s j¨®venes. Pero se ha ido deshinchando con los a?os y ahora est¨¢ a punto de desaparecer (como red social, como operadora de telefon¨ªa s¨ª continuar¨¢). En cuanto a Hi5, no hay duda de que Facebook y WhatsApp acabaron con ¨¦l. Se convirti¨® en un sat¨¦lite m¨¢s de la galaxia de los que quisieron pero no pudieron revolucionar la Red.

Tambi¨¦n en el sector de la fotograf¨ªa la lista de desaparecidos es amplia. Este terreno hoy dominado por Flickr o Instagram, tuvo un d¨ªa una promesa: Fotolog. La plataforma de publicaci¨®n de fotograf¨ªas de primera generaci¨®n que permit¨ªa subir una foto al d¨ªa y recibir 10 comentarios, a principios de enero cerr¨® su actividad, causando el desconcierto de aquellos usuarios que no quer¨ªan perder sus fotograf¨ªas. La empresa dijo que permitir¨ªa recuperarlas.

Vida virtual y realidad

SecondLife merece sin duda un cap¨ªtulo aparte en este cementerio de ideas revolucionarias pero ya en el olvido. Era una plataforma que trataba de ofrecer una "segunda vida" virtual en Internet. La idea parec¨ªa tan imponente que algunos personajes famosos acabaron incluso participando en este universo paralelo para no perder su estatus en el universo real. Fue este, por ejemplo, el caso del entonces coordinador general de IU, Gaspar Llamazares, que en 2007 dio su primer mitin virtual en SecondLife. Lleg¨® a captar un mill¨®n de avatares diferentes. Pero su vida fue muy breve y en 2010 pocos segu¨ªan recordando el invento.

SecondLife era un mundo dentro de Internet con ¡°residentes¡± (los avatares), que pod¨ªan disfrutar de casas, jardines, tiendas e inclusos universidades virtuales. Acab¨® tambi¨¦n estrell¨¢ndose. Antes de morir, gener¨® mucho ruido medi¨¢tico, eso s¨ª. Despertaba pasiones y odios. En la era anterior a los smartphones, uno de sus principales inconvenientes era tecnol¨®gico: en cuesti¨®n de datos el sistema era tan pesado que requer¨ªa una conexi¨®n de datos de alta velocidad y un ordenador potente, y si no era el caso, el programa se colgaba continuamente.

La barrera de la legalidad

No todas las grandes promesas de Internet acabaron muriendo de ¨¦xito. La legalidad tambi¨¦n ha terminado con algunas grandes promesas. Napster es un ejemplo. Era un servicio de intercambio de archivos de m¨²sica que alcanz¨® su pico en febrero de 2001, cuando sus usuarios ascendieron a m¨¢s de 26 millones. No obstante, seis meses despu¨¦s, la plataforma pr¨¢cticamente hab¨ªa llegado a su fin: un juez imparti¨® una orden de cierre de la web para prevenir la violaci¨®n de los derechos de autor.

Algo parecido a lo que ocurri¨® al sitio web Megavideo, una sociedad con sede en Hong Kong que permit¨ªa descargar pel¨ªculas (de manera ilegal) y que en enero de 2012 el Departamento de Justicia de Estados Unidos investig¨® por infracci¨®n sobre los derechos de autor.

La galaxia de las promesas incumplidas no acaba aqu¨ª, y seguramente se ver¨¢n m¨¢s casos en los pr¨®ximos a?os. Quiz¨¢ los que hoy valen millones de euros en Bolsa dentro de dos a?os sean solo otro recuerdo virtual.