Lucha callejera por los dominios del taxi

Cient¨ªficos de la Universidad Carnegie Mellon, en Pittsburgh (EE?UU), especializada en rob¨®tica y tecnolog¨ªa, trabajan activamente en la defunci¨®n del taxista, dicho en sentido figurado. Seg¨²n el analista Adam Jonas, de Morgan Stanley, el hecho luctuoso se producir¨¢ dentro de no m¨¢s all¨¢ de 15 a?os. Para ese momento, el taxi seguir¨¢ siendo un veh¨ªculo de cuatro ruedas, pero convertido en algo as¨ª como un hardware. O un robot. Y el taxista, ya desprovisto de cuerpo y alma, ser¨¢ un software.Un programa. Por esta y otras razones, los taxistas viven preocupados, como si una conspiraci¨®n internacional les quisiera arrebatar al cliente, primero, para luego, dejarles sin taxi.

?Y el taxista no morir¨¢ sin resistencia, aseguran, porque defender¨¢ un modo de vida: ¡°No lo cambiar¨ªa por nada, es una actividad ideal para gente inquieta¡±, sostiene Jes¨²s Fern¨¢ndez, vicepresidente de la Federaci¨®n Profesional del Taxi. Hoy jueves se manifestar¨¢n en Madrid. El conflicto, esta vez, ser¨¢ largo.

Ll¨¢mese Uber, ll¨¢mese Cabify, Blablacar, Car2Go, Mytaxi, Hailo, est¨¦ disfrazado de econom¨ªa colaborativa o vestido de novedosa aplicaci¨®n, detr¨¢s de estos proyectos hay muchos y bien musculados inversores que est¨¢n poniendo sus manos sobre un sector que mueve decenas de miles de millones de euros y da trabajo a cientos de miles (quiz¨¢s, millones) de ciudadanos. ?Sabe alguien cu¨¢ntos taxistas pueblan el mundo?

La amenaza no es inocente. Llegados a Europa, el proceso de asalto a este sector est¨¢ bendecido por la palabra liberalizaci¨®n. Desde Bruselas se habla de desregular el taxi y dar entrada a nuevos actores. En Madrid, la Comisi¨®n Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha puesto en entredicho un real decreto del Gobierno sobre licencias de transporte de veh¨ªculos con conductor (VTC) y algunas ordenanzas municipales: los primeros casos han sido los de M¨¢laga y C¨®rdoba. La CNMC califica al sector del taxi como un monopolio.

La movilizaci¨®n es un hecho. Meses atr¨¢s, los taxistas de Madrid lograron parar a Uber en el juzgado, y han planteado m¨¢s demandas contra los nuevos actores. Algunas asociaciones se plantean una lucha cuerpo a cuerpo: se infiltran en las nuevas empresas y van a la caza de conductores piratas. Es el caso de Elite, cuyos seguidores visten una est¨¦tica parecida a la de los cuerpos especiales: camisetas y gorras negras con letras doradas. Hace unas semanas, dos de ellos fueron detenidos tras una manifestaci¨®n de taxistas en Par¨ªs.

Espa?a tiene, con Grecia, el mayor numero de taxis por habitante de Europa

El sector del taxi en Espa?a carece de un estudio que permita evaluar su dimensi¨®n exacta. Se da por bueno el c¨¢lculo de 70.000 licencias para un total aproximado de 100.000 trabajadores, pero es tal la atomizaci¨®n de asociaciones profesionales y de ordenanzas, que es muy dif¨ªcil establecer un marco com¨²n. Espa?a tiene el mayor numero de taxis por habitante de Europa junto a Grecia (3,3 taxis por cada 1.000 habitantes). Madrid (15.723 licencias) y Barcelona (10.900) est¨¢n a la cabeza, pero mientras en la capital ninguna empresa puede sumar m¨¢s de 4 licencias, en Barcelona se permiten hasta 50. Cada comunidad es un mundo: en el Pa¨ªs Vasco no se puede tener m¨¢s de una.

Es un mercado en el que convive el taxista aut¨®nomo, que gestiona su taxi, con el empresario que administra varios, y al mismo tiempo est¨¢ el taxi pirata, que opera sin permiso. Hay ciudades especialmente afectadas por esta lacra: la m¨¢s se?alada es Sevilla, la de mayor n¨²mero de taxis por habitante y, sin embargo, la ciudad donde se producen m¨¢s denuncias, ¡°donde hay m¨¢s reportajes con c¨¢mara oculta¡±, se?ala Miguel Ruano, presidente de la Asociaci¨®n del taxi de C¨®rdoba. ¡°Se ha engordado el sector deliberadamente y es dif¨ªcil sobrevivir sin trabajar 14 horas diarias, eso puede producir un mal servicio y que surjan malas pr¨¢cticas¡±. Ruano no ha dejado de conducir su taxi pese a su actividad como dirigente: ¡°A eso de la econom¨ªa colaborativa, nosotros tambi¨¦n nos apuntamos si dejamos de pagar impuestos. Lo que al taxi no se le ha permitido en 150 a?os, se le quiere permitir a estas nuevas alternativas. Algo est¨¢ fallando¡±.

Carmen de Tienda es la mayor empresaria del taxi de Barcelona, con sus 50 licencias. Ha hecho alguna incursi¨®n en la pol¨ªtica local, en las filas de UpyD. ¡°Los de Uber me parecen unos jetas. Tendr¨ªan que pagar. Aqu¨ª el problema es que se pretende que la liberalizaci¨®n funcione para unos y no para todos. Es un sector que est¨¢ mal regulado y como consecuencia de ello se genera m¨¢s regulaci¨®n. No puedo competir, no puedo hacer ofertas, no me dejan tener una tarifa en horas valle, ?por qu¨¦ hay que cobrarle a un cliente un euro por maleta? ?Por qu¨¦ un taxista en Barcelona tiene que conocer la Sagrada Familia? Es un ch¨®fer, que est¨¢ un rato a disposici¨®n del cliente: lo ¨²nico que se le pide es educaci¨®n, limpieza y que no te hable¡±.

¡°Nadie reconocer¨¢ este sector en el futuro¡±, anuncia Antonio Cantalapiedra, director general de Mytaxi, una aplicaci¨®n con m¨¢s de 5.000 usuarios en Madrid y Barcelona, que permite al cliente seleccionar taxista y puntuar su servicio, entre otras muchas funciones. ¡°Las ciudades est¨¢n reventando y los nuevos sistemas permitir¨¢n que baje la compra de coches privados y un mayor uso de coches el¨¦ctricos. Todo lo que viene por delante contribuir¨¢ en hacer la ciudad m¨¢s amable¡±. Mytaxi, desarrollada por Intelligent Apps, fue adquirida por el grupo Moovel, filial de Daimler (Mercedes Benz) que tambi¨¦n propulsa la plataforma Car2go de alquiler de coches el¨¦ctricos sin conductor. General Motors est¨¢ detr¨¢s de otros proyectos.

¡°Nadie reconocer¨¢ este sector en el futuro¡±, dice el director de Mytaxi

Es todo un s¨ªntoma: fabricantes de coches, por un lado, empresas m¨¢s o menos colaborativas (algunas con cientos de millones de d¨®lares a sus espaldas) por el otro. Nunca antes, el centenario sector del taxi hab¨ªa tenido tan variados y potentes enemigos.