El comercio exterior en 2015

Con los datos de diciembre de comercio exterior de bienes, publicados esta semana, ya tenemos el retrato completo de c¨®mo se comportaron los flujos de exportaciones e importaciones durante 2015, si bien estos datos son provisionales y est¨¢n sujetos a correcciones significativas posteriormente.

Para el conjunto del a?o, el crecimiento de las exportaciones fue del 4,3% a precios corrientes y del 3,7% en volumen, ya que los precios (aproximados por los valores unitarios) aumentaron un 0,6%. Como se ve en el gr¨¢fico superior izquierdo, el perfil de las tasas de crecimiento interanual en volumen fue bastante estable a lo largo del a?o en torno a esa media del 3,7%, tasa similar a la que se registr¨® en 2014. Por otro lado, el modesto aumento de los precios se produce tras dos a?os de ca¨ªdas y a pesar del fuerte descenso de los correspondientes a productos energ¨¦ticos, que en 2015 supusieron un 4,7% del total de exportaciones. Ello contrasta con las ca¨ªdas que pueden verse en algunos informes sobre el comercio internacional, no s¨®lo de productos energ¨¦ticos y materias primas sino tambi¨¦n de manufacturas. Pero hay que tener en cuenta que en dichos informes los precios est¨¢n expresados en d¨®lares y que el euro se depreci¨® un 16,5% en media anual respecto al d¨®lar.

Aunque faltan datos para completar el a?o, el crecimiento de las exportaciones en volumen habr¨¢ sido otro a?o m¨¢s superior al del comercio mundial, ya que la Organizaci¨®n Mundial del Comercio estima un aumento del mismo del 2,2% para los tres primeros trimestres del a?o y los datos incompletos del cuarto apuntan a una desaceleraci¨®n (gr¨¢fico superior derecho). Ello quiere decir que Espa?a ha seguido ganando cuota de mercado a precios constantes, que es como hay que medirla, especialmente cuando los precios y tipos de cambio de las divisas fluct¨²an tanto como en el pasado a?o.

El debilitamiento del comercio internacional, especialmente de muchos pa¨ªses emergentes, se refleja en un comportamiento muy diferente de las exportaciones por mercados de destino. As¨ª, las destinadas a la UE (el 65% del total) crecieron un 5,4% en volumen, mientras que el resto s¨®lo lo hizo en un 0,5% (gr¨¢fico inferior izquierdo). Cabe a?adir que la tasa de las destinadas a la UE supera el crecimiento de las importaciones del ¨¢rea, lo que significa que Espa?a tambi¨¦n ha ganado cuota entre sus socios europeos. El fuerte aumento de las exportaciones de autom¨®viles explica buena parte de dicha ganancia.

Por lo que respecta a las importaciones, su crecimiento medio anual a precios corrientes (3,7%) fue inferior al de las exportaciones, pero no as¨ª en volumen (6,4%), ya que los precios descendieron un 2,5%. El comportamiento de estos fue muy desigual por productos, ya que los energ¨¦ticos cayeron casi un 26%, mientras que los no energ¨¦ticos aumentaron un 3,7%. Tambi¨¦n las variaciones en volumen de ambos grupos de productos fue dispar, con un descenso del 6% en el primer caso y un aumento del 8,7% en el segundo. Esta ¨²ltima tasa refleja el dinamismo de la demanda interna espa?ola, especialmente de bienes de equipo y bienes de consumo duradero.

El mayor crecimiento en volumen de las importaciones respecto a las exportaciones supuso una aportaci¨®n negativa del saldo comercial exterior al crecimiento del PIB de unas siete d¨¦cimas porcentuales. A pesar de ello, y gracias al descenso de los precios de las primeras, el d¨¦ficit comercial a precios corrientes se redujo un 1,2%, hasta 24.174 millones de euros (gr¨¢fico inferior derecho). Pero esta peque?a reducci¨®n fue el resultado de un aumento del mismo de unos 7.200 millones a precios constantes y un descenso de 7.500 debido a los precios. Concretamente, la ca¨ªda de los precios de la energ¨ªa supuso una rebaja de la factura energ¨¦tica neta de unos 11.000 millones de euros. Gracias a este regalo, hemos podido consumir e invertir m¨¢s sin que se deterioraran las cuentas frente al exterior. No confundamos esto con cambios estructurales de nuestra econom¨ªa.