No vamos bien

Si miramos s¨®lo el crecimiento del PIB la sensaci¨®n es que la econom¨ªa espa?ola mantiene un fuerte dinamismo, pero si analizas en detalle su composici¨®n se observa que la desaceleraci¨®n es muy intensa. En el tercer trimestre del pasado a?o uno de cada dos empleos los cre¨® el Estado y las horas trabajadas mantuvieron un crecimiento muy elevado. Pero en el cuatro trimestre ese efecto ha pasado y las horas trabajadas crecen la mitad que el pasado verano, como ya anticip¨® la EPA.

La causa tenemos que buscarla fuera de nuestras fronteras. El comercio mundial se ha frenado en seco en 2015 y la crisis ha llegado a Europa, por esa raz¨®n nuestras exportaciones de bienes el pasado trimestre cayeron ligeramente. Eso ha frenado el ciclo de inversi¨®n, con m¨¢s intensidad seg¨²n los datos de grandes empresas de la Agencia Tributaria, las importaciones y la producci¨®n industrial de bienes de capital de lo que dice la contabilidad nacional. La industria y el sector servicios ya se han visto afectados y un tercio del crecimiento nominal en el pasado trimestre lo explica los impuestos ligados a la producci¨®n. Algo a lo que el gobierno del PP nos tiene acostumbrados los cuartos trimestres de 2012 cuando maquilla las cifras de d¨¦ficit p¨²blico y a¨²n as¨ª ha sido incapaces de cumplir ning¨²n a?o el objetivo de d¨¦ficit de Bruselas. El crecimiento nominal del consumo privado tambi¨¦n ha minorado significativamente, pero la bajada del precio del petr¨®leo permite que su crecimiento real sea resilente.

?Qu¨¦ nos espera en 2016? Las perspectivas del comercio mundial y la econom¨ªa europea no permiten ser muy optimistas para nuestras exportaciones y la inversi¨®n empresarial. El consumo ir¨¢ perdiendo inercia gradualmente durante el a?o salvo nuevas bajadas intensas del precio del petr¨®leo. Y tenemos pendiente un ajuste fiscal que nos exige Bruselas pero las dificultades para formar gobierno lo retrasar¨¢n hasta final de a?o y sus efectos se notar¨¢n en 2017. ?Qu¨¦ se puede hacer para mejorar este escenario? La clave est¨¢ en Europa. Espa?a es una econom¨ªa con elevada deuda externa y su crecimiento est¨¢ condicionado por el de sus socios comerciales y de las condiciones financieras. La pol¨ªtica del BCE es la adecuada, ya que compra deuda p¨²blica espa?ola manteniendo as¨ª reducida nuestra prima de riesgo y ha depreciado el euro hasta 1,10 contra el d¨®lar. Pero Europa necesita un plan de inversi¨®n p¨²blica para salir del estancamiento secular y compensar la debilidad del comercio mundial y sus exportaciones. El Plan Juncker fue oportuno y acertado en el diagn¨®stico pero err¨® en el dise?o y es insuficiente. Necesitamos proyectos de inversi¨®n p¨²blica que aumenten la productividad y competitividad de las empresas europeas.

Esta deber¨ªa ser la misi¨®n principal del pr¨®ximo Gobierno espa?ol. Pero para ello necesitamos recuperar la credibilidad perdida tras el rescate de 2012 y los incumplimientos sistem¨¢ticos de d¨¦ficit. Si este a?o no aumentamos nuestro crecimiento en 2017 se juntar¨¢ el ajuste fiscal con el fin de las compras de deuda del BCE y todo ser¨¢ mucho m¨¢s complicado. Esperemos que haya vida inteligente en el gobierno de Madrid y en Bruselas.