El ¨²nico rector espa?ol de una universidad en Estados Unidos
El madrile?o ?ngel Cabrera est¨¢ al frente de la George Mason, la p¨²blica m¨¢s grande del estado de Virginia con 34.000 alumnos
En Estados Unidos, importa m¨¢s la universidad en la que se ha estudiado que la carrera. All¨ª, los centros de educaci¨®n superior compiten por todo: por los mejores alumnos, los profesores m¨¢s brillantes y las mayores donaciones de fundaciones y particulares. A diferencia de lo que sucede en Espa?a, la supervivencia de las p¨²blicas tambi¨¦n depende de su habilidad para saber moverse en ese juego. ¡°Me paso la vida en campa?a intentando recaudar fondos¡±. El que habla es ?ngel Cabrera (Madrid, 1967), el ¨²nico rector espa?ol entre las m¨¢s de tres mil universidades estadounidenses. La suya es la George Mason University, la p¨²blica m¨¢s grande del estado de Virginia con m¨¢s de 34.000 alumnos.
El primer contacto de Cabrera con Estados Unidos fue en 1992 cuando a los 24 a?os le concedieron una beca Fulbright para cursar un doctorado en Atlanta. Licenciado en Ingenier¨ªa en Telecomunicaci¨®n por la Universidad Polit¨¦cnica de Madrid, a sus 48 a?os acaba de cumplir cinco a?os al frente de la George Mason. Ubicada en la zona metropolina de Washington D.C. y considerada una de las 200 mejores universidades del mundo seg¨²n el ranking de Shangh¨¢i, est¨¢ entre las 115 universidades con mayor actividad investigadora de Estados Unidos.
Pregunta. ?C¨®mo recuerda su aterrizaje en Estados Unidos?
Respuesta. Llegu¨¦ con un nivel de ingl¨¦s bastante b¨¢sico, de hecho me costaba entender bien las comunicaciones del piloto durante el vuelo. La metodolog¨ªa de ense?anza de la Georgia Tech, donde curs¨¦ el doctorado, era totalmente diferente a lo que estaba acostumbrado. No bastaba con ir a clase, escuchar y tomar apuntes. El alumno juega un papel mucho m¨¢s activo y se espera de ¨¦l que intervenga en clase y tenga la capacidad de formular argumentos convincentes. No estaba preparado para ello y el idioma tambi¨¦n era un impedimento, pero tuve que tirarme a la piscina. Al principio intimida bastante, pero en unos meses te haces con la din¨¢mica.
-Antes de ser elegido rector de la George Mason, Cabrera fue profesor y decano de IE Business School en Madrid y, posteriormente, rector de una escuela de negocios en Arizona.-
P. ?Cu¨¢l cree que es la gran diferencia con respecto al sistema espa?ol?
R. En Espa?a ha primado la igualdad sobre la excelencia y se ha conseguido mucho. En los a?os 50, muy pocas personas iban a la universidad. El tema del acceso se ha resuelto a costa de que todas las universidades p¨²blicas operen igual. Todo est¨¢ s¨²per regulado y todos los profesores cobran lo mismo. No hay diversidad ni posibilidad de que una despunte. Aqu¨ª -en Estados Unidos- hay mucha libertad, pese a ser p¨²blicas no tenemos limitaci¨®n salarial para contratar a un docente. Mi l¨ªmite es mi presupuesto y yo decido c¨®mo lo gestiono. Gran parte de mi trabajo consiste en pedir dinero a fundaciones y particulares porque aqu¨ª competimos por todo: por fichar a los mejores profesores -en la Mason hay dos premios Nobel en Econom¨ªa-, por atraer a los mejores alumnos y por conseguir las mejores subvenciones para proyectos de investigaci¨®n de las agencias p¨²blicas. El resultado es que tenemos las mejores universidades del mundo y el precio que se ha pagado es la desigualdad en el acceso.
P. ?C¨®mo se aborda desde la universidad el endeudamiento de los estudiantes para poder pagar la matr¨ªcula?
R. El problema del acceso es uno de los grandes debates en este pa¨ªs. El estudiante medio se grad¨²a con 30.000 d¨®lares de deuda. El 95% de los pr¨¦stamos los concede el Gobierno Federal. Existen los llamados pell?grants, becas para estudiantes de familias humildes que no cubren el 100% de la matr¨ªcula. Pese a recibirla, el alumno tiene que trabajar unas 20 horas a la semana, por ejemplo en la cafeter¨ªa de alguno de los campus, y pedir un pr¨¦stamo m¨¢s peque?o. Adem¨¢s de las tasas, necesita unos 20.000 d¨®lares al a?o para pagar el alquiler de una habitaci¨®n y la comida. El sistema estadounidense pone la carga sobre el individuo y su famlilia, mientras que en Espa?a lo pagan los contribuyentes.
P. ?Cu¨¢l cree entonces que ser¨ªa la f¨®rmula id¨®nea?
R. El sistema espa?ol regulado y con la matr¨ªcula baja es lo mejor para resolver el tema del acceso, pero en cambio no existe la excelencia. Las universidades necesitan libertad para poder competir, hay que cederles autonom¨ªa. Un sistema mixto que permitiese la creaci¨®n de varias universidades de ¨¦lite dentro del sistema p¨²blico ser¨ªa una buena opci¨®n. Para la econom¨ªa espa?ola ser¨ªa esencial atraer talento del resto del mundo y ser n¨²mero uno en investigaci¨®n. Todo el mundo habla de Silicon Valley, pero no existir¨ªa de no ser por Stanford o Berkeley. Esa din¨¢mica de generar innovaci¨®n solo puede venir de la mano de un entorno universitario potente.
P. ?Por qu¨¦ el m¨¢ximo responsable de una universidad p¨²blica tiene que buscar permanentemente fondos privados?
R. A diferencia de lo que sucede en Espa?a, aqu¨ª las aportaciones del Estado cubren una parte muy peque?a de nuestro presupuesto, que es de unos mil millones de d¨®lares al a?o. El subsidio que recibimos en el a?o 2000 por parte del Estado de Virginia cubri¨® el 70%; este a?o ha bajado al 23% y esa es la tendencia. Cada vez nos tenemos que comportar m¨¢s como una privada y nuestro gran reto es mantener la calidad sin incrementar el precio de la matr¨ªcula de los estudiantes. La tasa para un ciudadano del Estado de Virginia es de 10.000 d¨®lares al a?o; para los de fuera asciende a 30.000. La media de las privadas ronda los 45.000 d¨®lares.
P. ?Cu¨¢l es la clave para conseguir fondos?
R.?Las donaciones. Me paso la vida en campa?a intentando recaudar. En Estados Unidos, cuando alcanzas un determinado estatus, hay una expectativa social de que contribuyas con alguna causa. De los ricos se espera que lideren iniciativas filantr¨®picas. Recientemente, he conseguido que un importante grupo empresarial de la construcci¨®n, que pertene a una familia de esta regi¨®n, done 10 millones para la construcci¨®n de un edificio de enfermer¨ªa que cuesta 80.
P. ?Qui¨¦n le fich¨® como rector de la George Mason?
R. Esta es otra de las diferencias interesantes respecto al sistema espa?ol. En Espa?a, no podr¨ªa ser rector de la Complutense porque se hace a trav¨¦s de una elecci¨®n interna, solo se presentan catedr¨¢ticos que hacen su propia campa?a. Aqu¨ª es el consejo de administraci¨®n de la universidad el que decide, un ¨®rgano integrado por 16 miembros nombrados por el gobernador de Virginia. Se trata de ciudadanos destacados en su ¨¢mbito, como m¨¦dicos o empresarios, ajenos a la universidad y que no cobran por ejercer esa funci¨®n. Es un consejo independiente que tiene el poder de contratarte o despedirte si no funcionas. Ellos me aprueban el presupuesto anual, tienes que rendir cuentas a un consejo externo.
En Espa?a existe el consejo econ¨®mico social, que es similar, pero no tiene pr¨¢cticamente poder, su funci¨®n es m¨¢s representativa. Al rector lo escogen los colegas. Si ¨¦ste empuja cambios dr¨¢sticos, no le vuelven a elegir. De esa forma es muy dif¨ªcil transformar la universidad y adaptarla a los nuevos tiempos. La sociedad espa?ola no cuenta con un mecanismo para pedir cuentas.
P. ?C¨®mo afrontan el reto de adaptar los programas acad¨¦micos a lo que demanda el mercado?
R. Tenemos m¨¢s libertad para implantar nuevos grados. Este a?o hemos lanzado una nueva Ingenier¨ªa en Ciberseguridad. Estamos en la capital mundial de la ciberseguridad, tenemos cerca a la CIA, al FBI y muchas empresas privadas. Nos sentamos con la industria y dise?amos conjuntamente el programa, nos ha llevado dos a?os. Tenemos consejos asesores en todas las facultades que investigan cu¨¢les son las necesidades y actualizan los grados.
El Gobierno Federal publica cada a?o el nivel de impago de los pr¨¦stamos a estudiantes por universidades. Nosotros tenemos una de las tasas m¨¢s bajas del pa¨ªs, un 1,6%, la media est¨¢ en el 12%. Esa es una forma de medir si estamos haciendo bien nuestro trabajo; si los estudiantes encuentran trabajo, pueden pagar, y eso supone que nuestros grados est¨¢n a la altura de lo que pide el mercado.
P. ?Qu¨¦ gana un espa?ol march¨¢ndose a estudiar a Estados Unidos?
R. Aqu¨ª el alumno crea su propio itinerario y cuenta con asesores acad¨¦micos que le gu¨ªan. Ellos eligen las asignaturas que quieren cursar en funci¨®n de sus intereses. Se apuesta por una formaci¨®n multidisciplinar y aunque alguien se decante por un grado t¨¦cnico, escoger¨¢ algunas asignaturas de humanidades. Mi hijo est¨¢ estudiando ingenier¨ªa en Georgia Tech y el programa incluye un curso de escritura. Saber expresarse es esencial para poder desenvolverse en el futuro. Otras habilidades como el trabajo en equipo o la capadidad de liderazgo tambi¨¦n est¨¢n integradas en todos los programas universitarios. Como dec¨ªa Ortega y Gasset, el objetivo de la universidad no es solo formar a un buen profesional, sino a un individuo.
Este curso hay 8 alumnos espa?oles en la George Mason. Todos procedentes de la Universidad Carlos III o la Universidad de Zaragoza, con las que tiene programas de intercambio.?
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