Espa?a deja de recaudar 50.000 millones por las deducciones fiscales
Las desgravaciones y exenciones tributarias equivalen al 25% de la recaudaci¨®n
El sistema tributario espa?ol est¨¢ lleno de agujeros por los que se escapa el equivalente al 25% de la recaudaci¨®n. Las desgravaciones, exenciones y deducciones superar¨¢n los 51.000 millones de euros en 2016, seg¨²n los presupuestos del Estado y de las autonom¨ªas. La Administraci¨®n central ofrece 34.500 millones en beneficios fiscales y las comunidades otros 17.000 millones. Estos incentivos, junto con el fraude, hacen que los ingresos tributarios de Espa?a sean inferiores a los del resto de socios europeos. Los expertos creen que muchas de estas ayudas no son m¨¢s que gui?os pol¨ªticos a grupos de electores.
Hasta hace poco la deducci¨®n por la compra de vivienda, de la que a¨²n se benefician los que compraron antes de 2012, era una de las m¨¢s populares del sistema fiscal. La Administraci¨®n central devolv¨ªa a miles de contribuyentes hasta 1.500 euros en la declaraci¨®n de la renta de cada a?o. Llegaba a suponer un coste de alrededor de 5.000 millones de euros para las arcas p¨²blicas.
Actualmente esa ayuda fiscal se ha reducido sensiblemente pero en nuestro sistema tributario a¨²n quedan otros gui?os fiscales por m¨¢s de 51.000 millones, seg¨²n los datos recopilados de los Presupuestos Generales del Estado y de los de las comunidades aut¨®nomas. Esta cuant¨ªa es equivalente al 5% del PIB, un agujero similar al d¨¦ficit p¨²blico que acumul¨® Espa?a en 2015.
El IVA es el tributo m¨¢s parcheado. La existencia de tipos reducidos, superreducidos y otros reg¨ªmenes especiales elevan hasta los 19.240 millones los beneficios fiscales en este impuesto. Eso provoca, junto al fen¨®meno del fraude especialmente intenso en este tributo, que Espa?a recaude casi dos puntos menos por el impuesto sobre el consumo que nuestros principales socios comunitarios. Algo similiar ocurre en el resto de tributos. Desde los m¨¢s generales como el IRPF, sociedades o los auton¨®micos de sucesiones y donaciones hasta los que comunidades y Ayuntamientos introducen en sus impuestos propios y tasas regionales y locales.
¡°Se supone que esas deducciones se establecen para que se puedan hacer pol¨ªticas distributivas a trav¨¦s de los ingresos¡±, explica Ignacio Conde-Ruiz, profesor de la Universidad Complutense e investigador de Fedea. Pero advierte: ¡°Eso provoca que tengamos un sistema fiscal ineficiente con tipos marginales muy altos, superiores a la media europea. Tenemos un sistema con tipos efectivos bajos que recauda poco¡±. As¨ª el tipo general del IVA est¨¢ en el 21% mientras que el tipo medio real est¨¢ en el 15,4%, seg¨²n la Agencia Tributaria.
James Mirrlees, premio Nobel de Econom¨ªa de 1996, es autor de un prestigioso informe que desentra?a c¨®mo deber¨ªa ser el sistema tributario perfecto. En este plantea que las pol¨ªticas redistributivas se deber¨ªan hacer por el lado del gasto, v¨ªa subsidios o programas de beneficios sociales en lugar de por la v¨ªa de los impuestos.
El enredo del impuesto de sucesiones y donaciones
Una revisi¨®n a los presupuestos regionales muestra que las comunidades han ejercido sus competencias tributarias estableciendo una mara?a de deducciones, desgravaciones y bonificaciones en los impuestos sobre los que tienen competencia. Entre todos destaca el de sucesiones y donaciones, uno de los m¨¢s hetereog¨¦neo entre las comunidades. Las regiones han establecido deducciones y bonificaciones sobre las herencias y las transmisiones en vida por valor de 6.001 millones, m¨¢s de lo que recaudan en total por ese impuesto.
Existe cierto consenso entre los expertos tributarios en la necesidad de reformar este impuesto para que no exista tanta diferencia en el tratamiento que dan en una comunidad y otra. Madrid tiene una exenci¨®n del 99% en este impuesto cuando se aplica a los familiares directos, lo que le supone un coste de 2.558 millones de euros, seg¨²n figura en sus presupuestos auton¨®micos.
Catalu?a, por su parte, una de las autonom¨ªas con la fiscalidad m¨¢s elevada, mantiene importantes beneficios fiscales para sus tasas y otros impuestos propios. Adem¨¢s, reconoce incentivos de 1.195 millones en el impuesto de transmisiones.
Conde-Ruiz recoge la misma idea: ¡°El camino para redistribuir de manera m¨¢s justa es a trav¨¦s de las pol¨ªticas de gasto. No introduciendo beneficios fiscales a un colectivo determinado porque se pierde eficiencia¡±.
Un incentivo del 5% del PIB Pero no todas las deducciones tienen un fin redistributivo. Hay incentivos fiscales para el ahorro, como el destinado a los fondos de pensiones, o para determinadas inversiones en el impuesto de sociedades. Al final estos b¨¢lsamos fiscales terminan beneficiando a las rentas m¨¢s altas o a las mayores empresas. ¡°Es injusto introducir desgravaciones porque al final se acaba beneficiando al m¨¢s organizado¡±, recuerda Conde-Ruiz.
Las deducciones en el impuesto de sociedades son unas de las m¨¢s cuestionadas. El tipo nominal del impuesto era del 30% hasta 2014 pero en realidad las empresas pagaban un 20,3% o incluso menos ¡ªlas grandes multinacionales abonaron solo un 7,3% de sus beneficios¡ª. Y as¨ª casi todos los impuestos.
Lo cierto es que en 2016 el Estado dejar¨¢ de ingresar 34.500 millones y las comunidades otros 17.000 millones por estos beneficios fiscales. ¡°La recaudaci¨®n escapa por un dise?o muy deficiente del sistema tributario. Fruto de un parcheo constante, a?o tras a?o, dedicado a ganar el mercado pol¨ªtico de votos¡±, explica Jos¨¦ F¨¦lix Sanz, director de estudios tributarios de Funcas y catedr¨¢tico de la Complutense. Prueba de ello es que cada vez que hay elecciones los distintos gobiernos aprueban una reforma fiscal con ambiciosos paquetes tributarios que favorecen a los ciudadanos a trav¨¦s de nuevos incentivos fiscales. Es una de las causas por las que Espa?a recauda entre cinco y seis puntos del PIB menos que sus socios comunitarios.
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