El BCE echa el resto
Si el Banco Central Europeo (BCE) defraud¨® a los inversores tras su reuni¨®n de diciembre, desde luego se resarci¨® en la de marzo. Compra de deuda, en m¨¢s cantidad y sobre un espectro que ya incluye la deuda corporativa no financiera. ?Cu¨¢l es el efecto que busca el BCE? Por una parte, bajar a¨²n m¨¢s los tipos que ofrecen los activos de deuda de alta calidad, forzando a los inversores a moverse hacia activos de m¨¢s riesgo si quieren obtener rentabilidad. Si eso ocurre, favorecer¨ªa adem¨¢s, a medio plazo, la incorporaci¨®n de nuevos emisores al mercado de deuda corporativa: en teor¨ªa, la demanda originar¨ªa la oferta. Veremos.
Eso, a su vez, facilitar¨ªa la desintermediaci¨®n de la financiaci¨®n corporativa en Europa, excesivamente dependiente de la banca. La desintermediaci¨®n har¨ªa que la econom¨ªa real se viera mucho menos afectada por futuras crisis bancarias. ?Suena a cuento de la lechera? Ciertamente es mejor ir paso a paso. Por el momento, los diferenciales de cr¨¦dito en la Eurozona est¨¢n cayendo con bastante intensidad, por lo que el mercado, de momento, se cree la primera parte o, por lo menos, concede el beneficio de la duda.
Otra medida sorprendente ha sido la posibilidad que tendr¨¢n los bancos que incrementen su masa de cr¨¦dito a empresas y consumidores de acudir a cuatro subastas con tipos de inter¨¦s que podr¨ªan llegar al -0,4%. En rom¨¢n paladino, que el BCE podr¨ªa llegar a darles dinero no gratis, sino que pagar¨ªa, adem¨¢s, a los bancos m¨¢s activos en el mercado de cr¨¦dito. Expandirlo es fundamental para reactivar la inversi¨®n, ciertamente. Pero la cuesti¨®n es, ?por qu¨¦ no fluye el cr¨¦dito? No se trata de un problema de oferta, sino de demanda y, por lo tanto, bajar los tipos y poner liquidez a disposici¨®n de los bancos no solventar¨¢ el problema: hay que estimular la demanda.
Tres consejos: prudencia, paciencia y activos de calidad. No hay un buen precio para un mal negocio
Pero el BCE no puede estimular la demanda. Para que alguien pida dinero debe tener b¨¢sicamente dos cosas: un proyecto y confianza para acometerlo. Esas dos cosas se consiguen mucho m¨¢s f¨¢cilmente a trav¨¦s de una pol¨ªtica econ¨®mica y fiscal que estimule la inversi¨®n, tanto p¨²blica como privada, y a trav¨¦s de reformas estructurales que incrementen el crecimiento potencial y reduzcan el d¨¦ficit estructural. Ese es el papel que deben jugar los Estados, como bien reclama la propia instituci¨®n monetaria.
Por el momento, las medidas han sido bien acogidas por el mercado, que ha concedido el beneficio de la duda. Los diferenciales de cr¨¦dito se estrechan y los mercados burs¨¢tiles rebotan, con los bancos a la cabeza, con la esperanza de que sus m¨¢rgenes financieros sufrir¨¢n un poco menos en el futuro. Probablemente seguiremos en esta t¨®nica durante alg¨²n tiempo m¨¢s. Pero cuidado: si no comenzamos a ver efectos visibles en la econom¨ªa real, esta ronda de liquidez solamente generar¨¢ sobrevaloraciones en activos.
Tres consejos: prudencia, paciencia y activos de calidad. No hay un buen precio para un mal negocio.
Alejandro Vidal es director de Estrategia de Mercados de Banca March
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