Rajoy pide a Bruselas un a?o m¨¢s de d¨¦ficit a cambio del ajuste auton¨®mico
El Gobierno pretende que Bruselas relaje el objetivo de este a?o hasta el entorno del 3,7% del PIB en lugar del 2,8% actual
El Gobierno en funciones pretende cerrar un acuerdo con Bruselas sobre el d¨¦ficit en los aleda?os de la cumbre de primavera del FMI, la semana entrante. Mariano Rajoy reclama un a?o adicional ¡ªque est¨¢ dado pr¨¢cticamente de oficio, aunque no saldr¨¢ gratis¡ª para incluir oficialmente esa nueva senda en el Programa de Estabilidad. A cambio, Espa?a ofrece recortes auton¨®micos del 0,5% del PIB, y un cuadro macroecon¨®mico m¨¢s realista: un objetivo de d¨¦ficit este a?o en torno al 3,7% del PIB y bajar del 3% en 2017. Ante los continuos incumplimientos, Madrid es consciente de que Bruselas estrechar¨¢ la tutela sobre Espa?a: el pr¨®ximo Gobierno deber¨¢ acometer un exigente plan de ajuste y presentar un informe trimestral ante Bruselas.
El Ejecutivo en funciones estudia incluir en el Programa de Estabilidad, que debe remitir a Bruselas antes del 30 de abril, una ampliaci¨®n de un a?o en el plazo para reducir el d¨¦ficit p¨²blico, seg¨²n fuentes gubernamentales. Espa?a admite as¨ª que el rey est¨¢ desnudo: incumplir¨¢ sus metas una vez m¨¢s en 2016. El Ejecutivo negocia ya con las autoridades comunitarias para ara?ar ese a?o extra y limitar las secuelas del duro ajuste que tiene por delante. Pretende cerrar el acuerdo en la cumbre del FMI, a partir de ma?ana. Bruselas desplaza toda su artiller¨ªa a Washington ¡ªel jefe de la Comisi¨®n, Jean-Claude Juncker, el vicepresidente Valdis Dombrovskis y el comisario Pierre Moscovici¡ª, adonde viaja tambi¨¦n el ministro Luis de Guindos.
Si hay fumata blanca, el objetivo de d¨¦ficit de 2016 estar¨ªa en el entorno del 3,7% del PIB, en lugar del 2,8% actual, explican fuentes de Moncloa. Guindos pretende incluir las nuevas cifras en el Programa de Estabilidad que presenta el 19 de abril en el Congreso, y que aprobar¨¢ el Consejo de Ministros del 22 de abril.
La Comisi¨®n reclama dureza con las comunidades
Una de las condiciones impuestas por la Comisi¨®n para abrir la mano con el d¨¦ficit pasa por que el Ejecutivo cierre el pu?o con las comunidades. Las administraciones regionales fueron las que m¨¢s se desviaron del objetivo el a?o pasado. Y Montoro no dud¨® en responsabilizarlas del rapapolvo que ha recibido de Bruselas, en parte injustamente porque Madrid se permiti¨® una rebaja fiscal electoralista, sin la cual el agujero del d¨¦ficit estar¨ªa mucho m¨¢s cerca del objetivo.
El Gobierno ha decidido activar los mecanismos coercitivos de la Ley de Estabilidad Presupuestaria, una norma aprobada a finales de 2012. Rajoy siempre hab¨ªa evitado recurrir a ese extremo para evitar tensiones con la cuesti¨®n catalana y por calendario electoral. Tras recibir una "recomendaci¨®n aut¨®noma" de Bruselas y como moneda de cambio para obtener m¨¢s plazo, ha amenazado a las autonom¨ªas con intervenirlas si no congelan el gasto. Esa decisi¨®n ha provocado una rebeli¨®n de los presidentes auton¨®micos.
Pero el frente auton¨®mico esconde problemas potencialmente m¨¢s graves. La Autoridad Fiscal Independiente o el Banco de Espa?a est¨¢n m¨¢s preocupados por la evoluci¨®n del agujero de las pensiones. Las cotizaciones sociales, con una alta tasa de paro y un mercado laboral m¨¢s precarizado, son insuficientes para costear las pensiones, que crecen cada a?o por la incorporaci¨®n al sistema de jubilados con prestaciones m¨¢s altas. El pr¨®ximo Gobierno tiene tarea por ese flanco: tendr¨¢ que afrontar una nueva reforma de la Seguridad Social.
M¨¢s tutela
Nada de eso saldr¨¢ gratis. Para empezar, el Gobierno ya tiene sobre la mesa una recomendaci¨®n aut¨®noma de Bruselas que reclama el cierre del grifo del gasto a las comunidades. El Gobierno ha empezado a aplicar medidas correctivas, y presentar¨¢ a la Comisi¨®n un ajuste de entre el 0,5% y el 0,7% del PIB por el flanco auton¨®mico (entre 5.000 y 7.000 millones). Madrid pronostica un crecimiento del 2,8% este a?o, pese a los vientos en contra que desacelerar¨¢n la recuperaci¨®n europea y que expondr¨¢n las pr¨®ximas previsiones del FMI. ¡°El a?o extra no est¨¢ cerrado¡±, admite Moncloa, ¡°y depende del impacto del ajuste auton¨®mico y de una mayor coordinaci¨®n con Bruselas en el cuadro macroecon¨®mico¡±.
Bruselas ha criticado a Espa?a por el excesivo optimismo de sus pron¨®sticos: el Gobierno sostuvo una y otra vez que cumplir¨ªa con el d¨¦ficit del 4,2%; finalmente, esa cifra se ha ido al 5% y ha causado malestar en la Comisi¨®n.
Desde ese 5%, el ajuste para alcanzar el objetivo marcado por Bruselas para este a?o (el 2,8%) es gigantesco: supondr¨ªa un tijeretazo de m¨¢s de 23.000 millones este a?o, una cifra inasumible en un pa¨ªs cargado de cicatrices tras casi una d¨¦cada en crisis y con un complejo escenario pol¨ªtico. Con el nuevo calendario, el ajuste se reducir¨ªa casi a la mitad, un esfuerzo exigente pero asumible con un PIB creciendo casi al 3%.
Bruselas ve con cautela los casos de Espa?a y Portugal, pero es consciente de que hay hasta media docena de pa¨ªses que reclaman manga ancha. Es muy posible que adopte una l¨ªnea m¨¢s blanda que la de los ¨²ltimos tiempos ante la fragilidad de la eurozona y los continuos avisos del BCE.
Fuentes europeas consideran que el a?o extra est¨¢ pr¨¢cticamente dado de oficio para Espa?a, ante la imposibilidad de cumplir el d¨¦ficit de 2016. Pero la Comisi¨®n cree que Espa?a apenas tiene excusas. No ha tomado acciones efectivas ¡ªtras una expansi¨®n fiscal en 2015, tanto por el lado auton¨®mico como por la rebaja fiscal electoralista de Rajoy¡ª, y la situaci¨®n le favorece, con un crecimiento robusto.
Bruselas exigir¨¢ un ajuste duro. Queda por ver a qui¨¦n: la incertidumbre pol¨ªtica complica los pr¨®ximos pasos. La Comisi¨®n se decanta por sacarle los colores a Espa?a en mayo, pero tambi¨¦n por esperar al pr¨®ximo Gobierno para reclamar recortes. Endurecer¨¢ la tutela sobre la econom¨ªa espa?ola ¡ªen el marco del Semestre Europeo¡ª con la obligaci¨®n de presentar un informe trimestral con todas las medidas. Es improbable que haya sanciones, aunque la amenaza est¨¢ ah¨ª: una multa del 0,2% del PIB.
¡°Necesitamos seguir reduciendo el d¨¦ficit p¨²blico, pero debemos hacerlo acomodando la evoluci¨®n de ese d¨¦ficit a las circunstancias, propiciando crecimiento y la creaci¨®n de empleo¡±, dijo el ministro Crist¨®bal Montoro esta semana en el Congreso. El argumento del Gobierno para convencer a Bruselas es que la actual senda de consolidaci¨®n se fij¨® en 2013, cuando el panorama internacional era otro. Ahora, justifican, hay m¨¢s dudas sobre la econom¨ªa mundial, con una buena gripe en China y Am¨¦rica Latina.
Bruselas responde que Espa?a ha sorteado esas turbulencias, crece m¨¢s del doble que la eurozona y a¨²n as¨ª se ha quedado lejos del objetivo, con una siesta fiscal propiciada tanto por las comunidades como por el Gobierno. Madrid se defiende: justifica que, pese a los incumplimientos, ha bajado el d¨¦ficit cada a?o y se ha ganado cierta credibilidad al ser uno de los pa¨ªses que m¨¢s ha ajustado. El resultado de ese debate es clave para el devenir de la econom¨ªa espa?ola.
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