El d¨ªa de los tramposos

En El d¨ªa de los tramposos, un entretenido western de Joseph L. Mankiewicz cuyo t¨ªtulo original es There was a crooked man, el delincuente Paris Pitman, que interpreta Kirk Douglas, acude despu¨¦s de pasar 10 a?os en una c¨¢rcel de Arizona al desierto a recuperar un bot¨ªn de medio mill¨®n de d¨®lares que hab¨ªa escondido en un nido de serpientes cascabel tras un atraco. Para hacerse con las peque?as sacas de dinero guardadas va matando uno a uno a los venenosos reptiles a tiros; pero cuando se siente millonario y con el sue?o de pasar la frontera, una cascabel extraviada le salta al cuello desde dentro del fardo que abre para saborear su ambici¨®n.

Esta interesante reflexi¨®n sobre los l¨ªmites del bien y del mal, que es lo que viene a transmitir la pel¨ªcula, traslada irremisiblemente a Mario Conde y su trasteo con el dinero de Banesto. En sus seis a?os de gloria al frente de la entidad financiera amas¨® una gran fortuna y la deposit¨® en para¨ªsos fiscales para, como Paris Pitman, poder recuperarlo en el momento que le pareciera oportuno. Y eso es lo que ha pasado. El abogado del Estado metido a banquero por obra y gracia del pelotazo empresarial que dio con la venta de la empresa Antibi¨®ticos por 58.000 millones de pesetas (casi 350 millones de euros) en 1987, acab¨® en prisi¨®n cuando se comprobaron sus delitos en la gesti¨®n de Banesto y sus empresas. Tambi¨¦n pas¨® 10 a?os en la c¨¢rcel, aunque hab¨ªa sido condenado a 20; y, tras unos a?os de libertad, vuelve a ella porque su particular cascabel le ha saltado al cuello con igual precisi¨®n, dando al traste con los proyectos del exbanquero.

El jueves volv¨ªa a dormir en prisi¨®n, esta vez en la de Soto del Real y no en la de Alcal¨¢ Meco que fue su alojamiento en la anterior etapa carcelaria, despu¨¦s de realizar los tr¨¢mites y recibir las instrucciones que ¨¦l, con sarcasmo, dijo que no se las leyeran porque las conoc¨ªa de sobra. Junto a ¨¦l, el abogado Javier de la Vega. Ahora prepara, con tiempo, la estrategia para defender su inocencia.

El exbanquero implic¨® tambi¨¦n a sus hijos, al yerno y varios testaferros

Lo tiene complicado porque, a juzgar por el auto, el juez lo tiene muy claro. La ambici¨®n del exbanquero le ha llevado de nuevo a la perdici¨®n. Hab¨ªa sido obligado, en la condena de los casos Banesto y Argentia Trust (pieza separada del anterior) a pagar 26,05 millones de euros de responsabilidad civil. Devolvi¨® en su momento 11,95 millones, por lo que le faltaban 14,1. Se asegura que, durante su estancia en Meco, manejaba los negocios desde dentro y multiplic¨® su fortuna. De hecho, el director de la prisi¨®n fue destituido por trato de favor.

Tras salir de la c¨¢rcel, este experto en ingenier¨ªa financiera no tuvo muchos problemas para idear una trama de sociedades y ubicarlas en diferentes pa¨ªses y para¨ªsos fiscales. Entre ellas, una llamada Beteiligung con sede en Luxemburgo, en la que incluy¨® sus fincas y otras propiedades de Mallorca. Esta empresa abri¨® una cuenta en La Caixa y, precisamente, de esta entidad sali¨® la cascabel que mordi¨® a Conde y permiti¨® detenerlo a la Guardia Civil, que segu¨ªa su rastro desde septiembre de 2014. El Servicio de Prevenci¨®n de Blanqueo de Capitales (Sepblac) recibi¨® la alerta de un movimiento de 600.000 euros. Casi nada.

Y as¨ª se repite la historia de este hombre que ahora tiene 67 a?os, que tras salir de la c¨¢rcel se dedic¨® a dar pr¨¦dicas televisivas, financi¨® una pel¨ªcula sobre su vida y busc¨® la manera de lavar su imagen. Esta vez, adem¨¢s, se ha acompa?ado de sus dos hijos (Mario y Alejandra), fruto de su matrimonio con Lourdes Arroyo, de la que enviud¨® en 2007; su yerno, Fernando Guasch (hijo de Manuel Guasch, quien fuera colaborador de Javier de la Rosa, compa?ero en algunas andanzas de Conde en los tiempos de la cultura del pelotazo, de la que ambos fueron impulsores), y algunos abogados y testaferros.

Para remate, el ministro Soria dimite tras haber salido en los papeles de Panam¨¢

Eran tiempos de vino y rosas. Conde se hab¨ªa metido entre los siete grandes de la banca, se relacionaba con la alta sociedad, manten¨ªa relaciones con la monarqu¨ªa y aspiraba a liderar la derecha del pa¨ªs, con gran preocupaci¨®n de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, que entonces encabezaba a un PP en horas bajas. Entonces era un banquero, hoy es curioso leer que es ¡°un pol¨ªtico y empresario¡±, quiz¨¢ por sus intentos fracasados de entrar en pol¨ªtica.

No parece que hayan pasado m¨¢s de 20 a?os. Los episodios se suceden y esta semana ha sido pr¨®diga en sucesos. Al d¨ªa siguiente de entrar en la c¨¢rcel Conde, Luis Pineda, presidente de la asociaci¨®n de usuarios de banca Ausbanc, y el secretario general de Manos Limpias, Miguel Bernad, son detenidos por extorsi¨®n al presentar querellas y luego cobrar dinero por retirarlas. As¨ª lo intentaron con la infanta Cristina de Borb¨®n que denunciaron sus abogados. Pineda jug¨® un papel decisivo al presentar la acci¨®n civil de responsabilidad a la que se acogi¨® Banesto para actuar contra su anterior presidente, acaba de ser detenido casi en paralelo a Conde por extorsi¨®n, algo por lo que ya entonces era mal visto en la prensa econ¨®mica y denunciado en algunos medios.

Y, para remate, el ministro de Industria, Jos¨¦ Manuel Soria, se ve obligado a dimitir tras haber salido en los papeles de Panam¨¢ y no tener explicaciones sobre su implicaci¨®n.