Nanas europeas de la cebolla fiscal
De la habilidad de Bruselas en el manejo del cuchillo para quitarle las capas menos digeribles a las reglas fiscales depende el desempe?o econ¨®mico de Espa?a
Ah¨®rrense el suspense. Bruselas dar¨¢ a Espa?a m¨¢s tiempo para el d¨¦ficit, aunque lo niegue ¡ªde momento¡ª ante la prensa. Queda por ver cu¨¢nto tiempo y qu¨¦ contrapartidas exige a cambio: hasta qu¨¦ punto le saca los colores a un pa¨ªs que ha incumplido sistem¨¢ticamente las metas fiscales y que puede tener el dudoso honor de estrenar las multas por el d¨¦ficit. Aun as¨ª, el castigo no puede ser muy duro; Bruselas no puede machacar a un Gobierno en funciones y, aunque quisiera, los malos vientos de la econom¨ªa global piden a gritos algo m¨¢s de mano ancha. En Europa conviven dos escuelas, una m¨¢s ortodoxa de ra¨ªz alemana y una segunda que piensa que la pol¨ªtica fiscal ya no puede ser m¨¢s restrictiva ante la media docena de crisis que se retroalimentan y van camino de alargar un estancamiento interminable. De qui¨¦n salga ganador en esa batalla pol¨ªtica depender¨¢n las recetas que se apliquen al Sur.
Espa?a, eso s¨ª, no llega bien equipada a ese trance: Rajoy ha cometido errores de trazo grueso en Europa. Se estren¨® enfrent¨¢ndose a la Comisi¨®n al intentar fijar el d¨¦ficit de forma unilateral. Retras¨® los presupuestos con la mala excusa de las elecciones andaluzas. Agrav¨® la crisis de Bankia, que acab¨® abocando a Espa?a al rescate bancario. Luego vinieron mejores tiempos: Rajoy evit¨® el rescate completo y, bajo tutela europea, hizo reformas (a medias) y sane¨® (a medias) la banca. Quedaba la traca final: el Gobierno aprob¨® una reforma tributaria electoralista y apuntal¨® la recuperaci¨®n con una expansi¨®n fiscal a sabiendas de que no ten¨ªa margen y de que el siguiente inquilino de La Moncloa puede pagarlo caro, con Espa?a a¨²n vulnerable a cualquier l¨ªo en los mercados.
En India, las cebollas son tan importantes que el Gobierno ha ca¨ªdo dos veces desde los 80 por subidas en el precio de ese bulbo. El equivalente en Occidente son los impuestos, las decisiones fiscales, el d¨¦ficit: el mantra en la eurozona era y es el equilibrio presupuestario, a pesar de que la Gran Recesi¨®n es fundamentalmente una crisis de excesos privados. De la habilidad de Bruselas en el manejo del cuchillo para quitarle las capas menos digeribles a las reglas ¡ªfrente al empacho de ideolog¨ªa que en el pasado llev¨® a prescribir metas de d¨¦ficit inasumibles¡ª depende el desempe?o econ¨®mico de Espa?a en la pr¨®xima legislatura. Si es que llega.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.