Amorim descorcha beneficios
La firma lusa diversifica el negocio pero mantiene la corteza del alcornoque como su primer producto
Si encuentra en el mar una botella con mensaje ¡ªy est¨¢ intacta¡ª, muy probablemente el tap¨®n sea de Corticeira Amorim. La empresa portuguesa fabrica los corchos que llevan un tercio de los 12.000 millones de botellas que se fabrican anualmente en el mundo. L¨ªder mundial absoluta, es responsable del 25% de la explotaci¨®n mundial del corcho y tiene el 35% del mercado del tap¨®n. Sus cifras llevan creciendo seis a?os seguidos: en 2015, las ventas superaron, por primera vez los 600 millones de euros (un 8% m¨¢s respecto a 2014) con un Ebitda de 100 millones (un 16% m¨¢s).
Parte de la explicaci¨®n es que Corticeira Amorim ha dejado de ser, exclusivamente, una f¨¢brica de tapones. Su corcho, presente en los suelos de la Sagrada Familia, casas de campo o paraguas, ha cambiado la imagen de la compa?¨ªa y de su misma materia prima. El corcho es ecolog¨ªa, es tecnolog¨ªa, es guay; cork is cool.
El protagonista de la metamorfosis es Ant¨®nio Rios de Amorim. Sobrino del patriarca de la firma, Am¨¦rico Amorim ¡ªel hombre m¨¢s rico de Portugal y la fortuna n¨²mero 369? del mundo seg¨²n la revista Forbes¡ª se puso al frente de la firma para enfrentarse a la mayor crisis de su historia.
"Los a?os noventa parec¨ªan el mundo perfecto", recuerda Rios de Amorim, director general desde 2001. "?ramos l¨ªderes en todo, pero llegaron los tapones de pl¨¢stico y aluminio y para muchos fue la ruina. Otros abandonaron. Nosotros seguimos confiando en el corcho, en lo nuestro. Portugal o Espa?a no pueden competir fabricando chips, podemos competir con lo que tenemos". La clave est¨¢ en la materia prima. "El alcornoque es algo excepcional", relata. "La regi¨®n en la que se produce tiene una biodiversidad ¨²nica en la Tierra, al igual que la Amazonia en Brasil".
El fin del sabor a tap¨®n
La industria del corcho, con Amorim a la cabeza, aprovech¨® la revoluci¨®n que supuso la invasi¨®n del pl¨¢stico para cambiar h¨¢bitos ancestrales y dar soluciones a los gustos del consumidor. Hace unos a?os, Amorim cre¨® el primer tap¨®n que no precisaba de sacacorchos, el Helix; puede quitarse y ponerse con la mano manteniendo todas las propiedades del vino. Como otros 46 productos o procesos de la multinacional lusa, est¨¢ patentado internacionalmente.
Pero el avance m¨¢s rupturista se presentar¨¢ el pr¨®ximo mes. Una de las dificultades de la industria era el tricloroanisol (TCA), un producto qu¨ªmico que surge del contacto de algunos hongos con los fenoles presentes en pesticidas o productos de tratamiento de la madera. El tricloroanisol es el responsable de que algunos vinos puedan saber a corcho, el llamado vino acorchado o bouchonn¨¦ en franc¨¦s. Hasta ahora, analizar un tap¨®n para descubrir TCA tardaba 14 minutos de media, lo que imped¨ªa incorporarlo al proceso de fabricaci¨®n.
Hasta ahora. Tras cinco a?os de investigaci¨®n y una inversi¨®n de 10 millones de euros, Amorim ha creado NDtech, un an¨¢lisis que descubre en un par de segundos si hay restos de TCA en el tap¨®n. El test se basa en el despliegue de la cromatograf¨ªa r¨¢pida para analizar cada corcho en apenas unos segundos; si el sistema detecta TCA, el tap¨®n se puede sacar de la cadena de producci¨®n. NDtech alcanza una precisi¨®n de 0,5 nanogramos por litro, lo que equivale a detectar una gota de agua entre 800 piscinas ol¨ªmpicas.
Aquella crisis dej¨® en Corticeira Amorim un lema grabado para siempre: no depender ni de un solo mercado, ni de un solo cliente, ni de una sola divisa, ni de un solo producto. Ahora trabaja en un centenar de pa¨ªses de los cinco continentes, con 83 empresas, m¨¢s de 22.000 clientes, 3.000 empleados, y productos y aplicaciones infinitas. "Respecto a nuestra exposici¨®n a la moneda extranjera, la divisa de la que m¨¢s dependemos, supone el 5% de nuestra facturaci¨®n".
Rios de Amorim no reniega del negocio tradicional, al contrario: "Nuestro crecimiento desde 2010 es con el tap¨®n de corcho. Hemos doblado ventas. El 60% de la facturaci¨®n proviene del tap¨®n y seguimos creciendo, porque crece la venta mundial de vino (1,3%) y de champ¨¢n (2,3%). La gama de calidades y precios que ofrece el corcho no los ofrecen el pl¨¢stico ni el aluminio. Hoy, la cerveza m¨¢s cara del mundo lleva tap¨®n de corcho".
A esa confianza en el producto tradicional tambi¨¦n ha ayudado la ciencia. "Cada a?o destinamos a investigaci¨®n y tecnolog¨ªa unos siete millones de euros. Comprendimos que las bodegas venden vino, no corcho, as¨ª que ten¨ªamos que ofrecer soluciones a sus necesidades. Fabricamos tapones con precios que van desde los tres c¨¦ntimos hasta los 12 euros, para dar soluciones al vino de la m¨¢s alta calidad pero tambi¨¦n al de consumo r¨¢pido. Entre 2010 y 2014, el pl¨¢stico ha perdido el 60% de la cuota que nos hab¨ªa ganado".
Despu¨¦s del tap¨®n, la segunda prioridad de Rios Amorim son los pavimentos flotantes de corcho como el Hydrocork, resistente a los l¨ªquidos, fundamental para cocinas y ba?os. "En Alemania, el 70% de los suelos de corcho son colocados en el cuarto de los ni?os porque pueden jugar descalzos, no se enfr¨ªan, no hacen ruido y no se ensucia. En un a?o hemos crecido un 400%, de seis a 20 millones de facturaci¨®n. Hay un enorme potencial".
El tercer objetivo de Rios Amorim es seguir diversificando. "Hemos creado una l¨ªnea de start-ups que trabajan con corcho. El pasado a?o facturamos 20 millones en aplicaciones que no exist¨ªan dos a?os antes", explica el ejecutivo. "Ikea ha lanzado una l¨ªnea de muebles premium basada en el corcho, Muji vende casas de campo, y por su ligereza se ha convertido en un material imprescindible en trenes, aviones y en la industria aeroespacial".
Estados Unidos es el primer cliente de Amorim, por delante de Francia, Alemania, Italia y Rusia. El sexto cliente es Espa?a, donde tambi¨¦n son l¨ªderes y due?os de casi todo el sector.
Con el aumento del consumo se va a necesitar m¨¢s corcho, pero al alcornoque no hay que darle prisa, pues empieza a producir a los 25 a?os; las sacas de corteza solo se pueden realizar cada nueve, y las dos primeras son invariablemente de mala calidad. Rios de Amorim tiene una idea: "Quiz¨¢s podr¨ªamos adelantar el ciclo a los 10-15 a?os, en lugar de a los 25, si aplicamos el riego por goteo. El futuro pasa por mejorar la producci¨®n".
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