Turismo para ver batallas
El negocio de las recreaciones hist¨®ricas ha creado en Espa?a 400 empresas y factura cien millones
Contemplar el paso de legionarios y gladiadores del Imperio Romano, asistir al desembarco de Normand¨ªa junto al comandante Eisenhower o revivir el trabajo del Cuerpo de Enfermeras del ej¨¦rcito estadounidense con sus m¨ªticas bocas pintadas de ¡°rojo victoria¡± es lo ¨²ltimo en turismo. Se llama reenactment y en su faceta m¨¢s espectacular recupera veh¨ªculos y carros de combate restaurados y en pleno funcionamiento empleados en la II Guerra Mundial contra el asedio nazi, Corea o Vietnam.
Esta nueva industria de recreaciones hist¨®ricas que llega del mundo anglosaj¨®n se ha convertido en Espa?a en un sector pujante en el que han surgido unas 400 empresas. El negocio mueve alrededor de 100 millones de euros al a?o entre los m¨¢s de un centenar de eventos que se celebran en ciudades y pueblos espa?oles. ¡°La pasi¨®n por la historia y el ansia por reconstruir, conocer, comprender y, lo m¨¢s importante, aprender del pasado; es la base de esta afici¨®n que cuenta con miles de seguidores en toda Europa¡±, afirma Antonio Lalaguna, presidente de la asociaci¨®n de recreaciones hist¨®ricas Codex B¨¦lix.
?Cu¨¢l es su ¨¦poca?
?beros. En Santa Coloma de Gramenet (Barcelona), en Murcia y en otros lugares se celebran fiestas de los pueblos ¨ªberos.
Roma. Cartagena tiene una famosa fiesta de romanos que recrea el esplendor de Cartago y Roma.
Alta Edad Media. La representaci¨®n abarca desde los visigodos a los Reinos de Taifas y el surgimiento de los reinos cristianos de Asturias, Castilla, Le¨®n, Arag¨®n o Navarra. Incluye fesejos sobre asentamientos vikingos en Galicia. Un ejemplo es la fiesta de Catoira (Pontevedra).
Baja Edad Media. Periodo muy recreado, sobre todo la Reconquista y el reinado de los Reyes Cat¨®licos.
Edad Moderna. Recuerda a los soldados de los Tercios Espa?oles en el siglo XVII y la Guerra de Sucesi¨®n.
Edad Contempor¨¢nea. Destacan la Guerra de la Independencia; la Guerra Civil; Segunda Guerra Mundial, la vida durante la Belle ?poque, siglo XIX o primeros a?os del siglo XX.
La misma impresi¨®n la comparte el director general de Turismo de la Comunidad de Madrid, Carlos Chaguaceda: ¡°Es un turismo cultural de enorme rigurosidad hist¨®rica que est¨¢ doblando sus cifras de visitantes con una f¨®rmula que dispara el turismo familiar y genera empleo directo. Contempl¨¦, por ejemplo, una impresionante puesta en escena en B¨¦lgica en la recreaci¨®n de la batalla de Waterloo¡±. Y es que ¡°las recreaciones hist¨®ricas generan una enorme cantera laboral antes, durante y despu¨¦s de su celebraci¨®n¡±, a?ade el presidente de la Asociaci¨®n Espa?ola de Fiestas y Recreaciones Hist¨®ricas, Antonio Madrid, ¡°porque adem¨¢s implican laboralmente a todo el pueblo donde se celebran¡±, a?ade.
El turismo de recreaciones hist¨®ricas se extiende a cada vez m¨¢s ¨¦pocas y situaciones. Se puede viajar comparte la experiencia junto al visitante de viajar por la antigua Grecia y el Imperio Romano, observar justas de caballeros medievales, combates de soldados de las ¨®rdenes militares del siglo XII o recrear las guerras napole¨®nicas y mundiales. ¡°Del total de 68 millones de turistas que visitaron Espa?a en 2015, el 15% [m¨¢s de 10 millones] se inclin¨® por lo que se denomina turismo de experiencias, es decir, que incluyen actividades donde el usuario participa y no se limita solo a observar. Para 2020, ese porcentaje llegar¨¢ al 25%¡±, explica la profesora de marketing tur¨ªstico de la Universidad de Alcal¨¢, Blanca Garc¨ªa Henche.
El coste de estos eventos, que se celebran ya en Castilla y Le¨®n, Murcia, Andaluc¨ªa, Galicia, Arag¨®n, Cantabria y Navarra; puede oscilar entre 60.000 a 100.000 euros. En la financiaci¨®n se implican ayuntamientos as¨ª como otros organismos oficiales, adem¨¢s de empresas. Una inversi¨®n que repercute directamente en la promoci¨®n de cada comunidad aut¨®noma. ¡°El impacto econ¨®mico de las recreaciones para el pueblo, ciudad o capital donde se celebra es enorme, as¨ª como la visibilidad tur¨ªstica, la promoci¨®n y la identidad que se hace de ellas, ya que en esos d¨ªas triplican poblaci¨®n. En pueblos de 1.000 habitantes donde se hace una recreaci¨®n se est¨¢n contabilizando m¨¢s de 45.000 asistentes¡±, apunta Antonio Madrid.
La afici¨®n a este tipo de turismo no solo beneficia a los hoteles, restaurantes, gu¨ªas tur¨ªsticos, transportes y otros servicios, sino tambi¨¦n a los participantes de estas recreaciones, que acuden con sus familias a los eventos. Los ¡®recreadores¡¯ (abogados, economistas, m¨¦dicos, ingenieros, funcionarios, actores, amas de casa, etc¨¦tera) han hecho de esta afici¨®n su segunda profesi¨®n. ¡±Para ser un recreador hay que apuntarse en una asociaci¨®n de recreaci¨®n hist¨®rica inscrita en el registro oficial de su comunidad aut¨®noma, hacerse con un uniforme perfectamente documentado de la ¨¦poca a representar, no un disfraz, y finalmente pasar una entrevista personal que realiza la Organizaci¨®n¡±, aclara el presidente de Codex Belix. ¡°Convertido ya en recreador, aconsejo interiorizar el papel del personaje escogido, conocer su ¨¦poca y su historia y familiarizarse con esta¡±, a?ade. M¨¢s de un millar de recreadores procedentes de Francia, Portugal, Italia, Estados Unidos, B¨¦lgica, Inglaterra, Polonia o Alemania suelen recorrer Europa para participar en esta afici¨®n.
Uno de los mayores eventos en Espa?a de este negocio en auge es el Revive la historia¡de cine, una recreaci¨®n hist¨®rica multi¨¦poca que se celebra en Murcia. Es tambi¨¦n uno de los mayores de su tipo en Europa con m¨¢s de 1000 participantes. Participan recreadores de 14 Comunidades Aut¨®nomas, miembros de las asociaciones de veteranos espa?oles y extranjeros y cuenta con m¨¢s de 50.000 visitantes solo en el fin de semana. La cita supone unos ingresos para la ciudad de m¨¢s de dos millones de euros.
Para la profesora Blanca Garc¨ªa Henche, ¡°el auge en los destinos de recreaciones se debe a la novedad pero tambi¨¦n a una evoluci¨®n del turismo cultural, ce?ido al patrimonio hist¨®rico y donde el cliente da un paso m¨¢s y busca participar de la experiencia e interactuar con el entorno. El p¨²blico quiere ser parte del producto¡±. El presidente de Codex B¨¦lix anade que ¡°el turista ha multiplicado su asistencia a estas citas porque busca nuevas emociones en las que tener parte activa y aqu¨ª se mezcla con los personajes de la historia con los complementos que salen de los museos a la calle. Pueden ser o pasear con Marco Antonio, Churchill, o Rommel por un d¨ªa¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.