La econom¨ªa ser¨¢ la prioridad del presidente interino de Brasil, Michel Temer

Temer, del Partido del Movimiento Democr¨¢tico Brasile?o y antiguo aliado de Rousseff, con la que rompi¨® relaciones el pasado marzo, ha nombrado como ministro de Econom¨ªa a Henrique Meirelles, bien visto por los mercados financieros, que fue presidente del Banco Central de Brasil durante ocho a?os durante los dos Gobiernos del expresidente Lula da Silva (2003-2010). Una de las medidas m¨¢s urgentes que tendr¨¢ que emprender, seg¨²n algunos especialistas, es la reforma de las pensiones, que hoy representan el 12% del PIB de Brasil. Los brasile?os pueden jubilarse a una edad media de 55 a?os. ¡°Lo m¨¢s urgente es fijar una edad m¨ªnima para la jubilaci¨®n para reducir gastos¡±, explica Mansueto Almeida, especialista en cuentas p¨²blicas.

La deuda bruta del pa¨ªs ya supera el 70% del PIB, la mayor de Am¨¦rica Latina, engordada principalmente en los a?os de Gobierno de Rousseff. Ante este panorama, lo ideal, apuntan varios expertos, ser¨ªa una fuerte reducci¨®n del gasto p¨²blico a largo plazo y un l¨ªmite legal para nuevos gastos. ¡°Si Brasil mantiene la trayectoria actual de gastos, el Gobierno no tendr¨¢ como pagar su deuda dentro de cinco a?os¡±, explica Bernard Appy, director del Centro de Ciudadan¨ªa Fiscal. Esa realidad compromete, por ejemplo, el Plan Nacional de Educaci¨®n, que pretende incrementar el gasto para educaci¨®n del 6% del PIB actual hasta el 10%.

Temer hizo p¨²blico hace tiempo un plan econ¨®mico, bautizado como Un puente al futuro, en que se afirma que ¡°cualquier ajuste a largo plazo deber¨ªa, en principio, evitar un aumento de impuestos¡±. Ese anhelo, sin embargo, es imposible, seg¨²n los expertos. ¡°Se podr¨ªa subir por un tiempo un impuesto creado para garantizar recursos para salud y seguridad social, y bajarlo de modo decreciente, todos los a?os. Pero, evidentemente, no puede limitarse a los impuestos, hay que hacer reformas estructurales¡±, explica Mansueto Almeida.

Otro problema al que se enfrenta Temer es el paro: Brasil ha alcanzado el mayor ¨ªndice de desempleo de los ¨²ltimos a?os y ha llegado al 10,9% en el primer trimestre de 2016. Actualmente hay 11,1 millones de trabajadores desempleados en el pa¨ªs, seg¨²n el Instituto Brasile?o de Geograf¨ªa y Estad¨ªstica (IBGE). Solo en un a?o, el n¨²mero de personas que buscan empleo ha subido 3,2 millones. A juicio de los expertos consultados, el nuevo presidente deber¨¢ implantar reformas laborales, como contratos de trabajo flexibles, para retomar el crecimiento y, consecuentemente, reducir el paro.

En los 13 a?os de Gobierno del Partido de los Trabajadores se han creado varios programas sociales para los m¨¢s desfavorecidos. Tal vez el m¨¢s emblem¨¢tico es Bolsa Familia, que atiende a 45 millones de brasile?os (el 25% de la poblaci¨®n) con una ayuda de 19 euros mensuales, lo suficiente para que una persona pueda tener algo para comer. Se otorga a familias con hijos en edad escolar. Temer, ante las acusaciones del PT, ha negado ya que vaya a acabar con estos programas sociales y ha querido dejar claro que pretende preservar y mejorar las ayudas al ¡°5% de la poblaci¨®n m¨¢s pobre¡±. Sin embargo, no ha especificado de d¨®nde va a sacar los fondos para ello. Temer tambi¨¦n promete no eliminar programas de viviendas subsidiadas y de ayuda a la ense?anza t¨¦cnica, pero no ha precisado si esos mismos programas ser¨¢n reducidos o reformados.

El nuevo presidente del pa¨ªs tendr¨¢ que afrontar toda esta bater¨ªa de reformas y de medidas de austeridad en una coyuntura pol¨ªtica poco favorable. El Partido de los Trabajadores pasa ahora a la oposici¨®n, donde se desenvuelve bien, y se convertir¨¢ en un adversario pol¨ªtico temible. En una palabra, el PT volver¨¢ a sus or¨ªgenes, acompa?ado de los sindicatos y la oposici¨®n. Se prev¨¦ que con la p¨¦rdida de derechos y el recorte de los ya de por s¨ª escasos servicios p¨²blicos brasile?os, surgir¨¢n manifestaciones contra el nuevo presidente que, adem¨¢s, lleg¨® al poder a trav¨¦s de lo que el PT considera ¡°un golpe de Estado encubierto¡±.