Nubes en el horizonte
La recuperaci¨®n econ¨®mica, que hab¨ªa empezado a tener un impacto sobre la abultada tasa de paro que ha prevalecido estos ¨²ltimos a?os, se enfrenta a nuevos desaf¨ªos. Seg¨²n el panel de previsiones elaborado por Funcas, la econom¨ªa espa?ola crecer¨ªa medio punto menos este a?o que en el 2015 y pr¨¢cticamente otro medio punto menos en el 2017. De mantenerse estas tendencias, la tasa de paro se situar¨ªa en un nivel pr¨®ximo al 20 por ciento este a?o, el m¨¢s alto de la Uni¨®n Europea despu¨¦s de Grecia. El paro no recuperar¨ªa la tasa anterior a la crisis en un horizonte previsible. Se tratar¨ªa de la crisis del empleo m¨¢s larga desde que se dispone de estad¨ªsticas y una de las m¨¢s profundas entre los pa¨ªses desarrollados.
?Si la econom¨ªa espa?ola pierde fuelle es sin duda por un contexto internacional deteriorado. La recuperaci¨®n hab¨ªa descansado sobre el dinamismo de las exportaciones, sobre todo hacia pa¨ªses emergentes que ahora han entrado en una fase de enfriamiento. En China, el endeudamiento de las empresas ha alcanzado niveles insostenibles. Los bancos hacen frente a un volumen de cr¨¦ditos irrecuperables que se ha duplicado estos ¨²ltimos dos a?os, y que est¨¢ provocando una crisis financiera de magnitudes impredecibles. Todo ello hace presagiar una desaceleraci¨®n de la inversi¨®n y del consumo, y un frenazo de las exportaciones hacia ese pa¨ªs. Brasil ha entrado en recesi¨®n por el agotamiento de la fase de bonanza de las materias primas. A ello se a?ade un per¨ªodo de incertidumbre pol¨ªtica ligado a la destituci¨®n de la presidenta Dilma Rousseff, cuyo Gobierno junto con el anterior hab¨ªa contribuido a sacar de la pobreza a m¨¢s de 20 millones de personas. Por su parte, los pa¨ªses productores de petr¨®leo ¨Cy clientes de las empresas espa?olas-- se ven afectados por la disminuci¨®n del precio de las materias primas.
El impacto sobre el sector industrial, el m¨¢s dependiente de la evoluci¨®n de los mercados internacionales, ha sido inmediato. Seg¨²n los datos de Eurostat publicados esta semana, la producci¨®n industrial de la Uni¨®n Europea se ha estancado. Y en EE UU ha ca¨ªdo, arrastrada por la apreciaci¨®n del d¨®lar y el encarecimiento de los productos de exportaci¨®n.
Evoluci¨®n de los precios
El ¨ªndice general de precios aument¨® un 0,7% en abril, lo que ha dado lugar a una ca¨ªda de la tasa interanual de inflaci¨®n hasta el -1,1%, tres d¨¦cimas menos que en el mes anterior. La tasa armonizada que permite comparaciones internacionales tambi¨¦n descendi¨® hasta el -1,2%, un punto porcentual por debajo de la tasa media de la zona euro. La inflaci¨®n subyacente se redujo hasta el 0,7%. El resultado ha sido sensiblemente inferior a lo previsto, gracias a la desviaci¨®n a la baja con respecto a lo esperado en el componente energ¨¦tico as¨ª como en los servicios. Seg¨²n Funcas, la inflaci¨®n subyacente apenas aumentar¨ªa en 2017, incluso en el escenario en el que el precio del crudo recuperase una tendencia alcista hasta 57 d¨®lares al final de este a?o y 85 al final del pr¨®ximo. El debilitamiento econ¨®mico est¨¢ teniendo un impacto sobre la inflaci¨®n.
El panorama europeo tampoco es muy alentador. La perspectiva de un Brexit y las dificultades a las cuales se enfrenta el programa de ajuste en Grecia est¨¢n mermando la confianza en las instituciones europeas. Sobre todo, la zona euro no se ha reformado lo suficiente como para frenar las divergencias econ¨®micas entre los pa¨ªses que la componen. El resultado es que la zona conoce un crecimiento moderado, insuficiente para absorber el paro y menos que lo que cabr¨ªa esperar con un precio del petr¨®leo tan bajo y tipos de inter¨¦s casi nulos. En Espa?a, seg¨²n el BBVA, el prolongado per¨ªodo electoral y la dificultad para alcanzar una coalici¨®n de gobierno pueden estar afectando la inversi¨®n y la creaci¨®n de empleo.
Afortunadamente no faltan ideas para frenar este deterioro. Las llamadas reformas estructurales (de los mercados laborales, liberalizaci¨®n comercial impulsada por el TTIP, etc.) en la medida en que no ahondan las desigualdades, tienen su justificaci¨®n a largo plazo. Pero no son suficientes. Hace falta contrarrestar el debilitamiento global y mejorar el funcionamiento de la zona euro. Primero de todo, convendr¨ªa fortalecer los motores internos de crecimiento. La zona euro disfruta de un margen apreciable para dinamizar la inversi¨®n. Y ser¨ªa suficiente con que las rentas del trabajo crecieran a la par de la productividad (y no a tasas inferiores a la misma como hasta ahora) para impulsar el consumo interno. Por otra parte, algunos analistas han propuesto reforzar los mecanismos de solidaridad en la zona euro mediante la creaci¨®n de una prestaci¨®n europea desempleo. Ello permitir¨ªa suavizar las divergencias dentro de la zona euro y amortiguar desfases coyunturales entre los pa¨ªses que la componen. Existen m¨¢s opciones, pero la peor ser¨ªa la inacci¨®n.
Raymond Torres es 'visiting fellow' de la fundaci¨®n de las cajas de ahorro (Funcas)
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