Reacios a la certificaci¨®n energ¨¦tica
La mayor¨ªa de los propietarios anuncian sus viviendas sin el etiquetado obligatorio
Tres a?os de rodaje han sido suficientes para destapar las deficiencias del parque de viviendas espa?ol. El pr¨®ximo 1 de junio el certificado de eficiencia energ¨¦tica cumple su tercer aniversario y, a la vista de los datos, lo hace con un suspenso: el 84% de las viviendas con etiquetado est¨¢n en los tres ¨²ltimos puestos de la tabla, es decir, son letras E, F y G. Esto significa que muchos inmuebles tienen una eficiencia energ¨¦tica baja y otros son aut¨¦nticos coladeros de energ¨ªa, ya que superan en m¨¢s del 90% el consumo energ¨¦tico medio. As¨ª, en los edificios espa?oles existen m¨¢rgenes de mejora de hasta el 50% en lo que respecta al consumo de energ¨ªa, indican en el Instituto para la Diversificaci¨®n y el Ahorro de la Energ¨ªa (IDAE).
"Las viviendas relativamente nuevas construidas en el boom inmobiliario, entre 1985 y 2007, evidencian que la calidad de la construcci¨®n de esa ¨¦poca no fue la correcta, y suelen obtener calificaciones similares a las construidas, por ejemplo, en los a?os sesenta", explican en Certicalia, plataforma online que ha realizado cerca de 40.000 certificados en estos tres a?os. Hay que recordar que no es hasta 2007 cuando cambia la vieja normativa de construcci¨®n implantada desde el a?o 1979 y se aplica el nuevo C¨®digo T¨¦cnico de la Edificaci¨®n.
Las etiquetas han sacado a la luz "las deficiencias en la composici¨®n de la envolvente de los edificios (fachadas y cubiertas), ya que algunas no poseen aislamiento t¨¦rmico o es muy antiguo. Adem¨¢s, los sistemas utilizados e instalaciones se han quedado anticuados, ya que la tecnolog¨ªa ha evolucionado y ahora podemos encontrar mejores materiales y m¨¢s eficientes", prosigue esta firma, en la que el 53% de los ex¨¢menes realizados corresponden a la letra E. El certificado establece siete niveles en funci¨®n de las emisiones de di¨®xido de carbono y del consumo de energ¨ªa del edificio. Conforme a la normativa nacional, se parte de la G (la menos eficiente) a la A (la m¨¢s eficiente).
Pero la certificaci¨®n ha puesto sobre la mesa otra realidad. Aunque es obligatorio que el propietario tenga este documento cuando va a vender o alquilar una vivienda, tanto nueva como ya construida, basta con mirar los escaparates de algunas agencias y los anuncios de los portales inmobiliarios para ver que no es as¨ª. A finales de 2015 solo 1,5 millones de los 25 millones de viviendas que hay en Espa?a ten¨ªan el certificado energ¨¦tico, seg¨²n los registros del IDAE.
Para saltarse la norma se ha puesto de moda el concepto "en tr¨¢mite". Con esta f¨®rmula el propietario puede anunciar la vivienda sin etiqueta energ¨¦tica y hacer el certificado una vez tiene asegurada la venta o el alquiler y no antes de colgar el anuncio, como ser¨ªa lo correcto. "Dado que la realizaci¨®n del certificado energ¨¦tico es r¨¢pida, de uno a cinco d¨ªas, los anuncios que se mantienen con el certificado en tr¨¢mite durante un largo periodo de tiempo pueden hacernos sospechar que no lo est¨¢n realizando y esperan hasta el ¨²ltimo momento para hacerlo", explican en Certicalia.
Echar la culpa al desconocimiento empieza a ser un argumento agotado. Seg¨²n la encuesta realizada por el IDAE en 2015, m¨¢s del 50% de los propietarios espa?oles conoce la existencia de la certificaci¨®n energ¨¦tica, aunque solo un 36% la tendr¨ªa en cuenta a la hora de vender o alquilar una vivienda.
En la mayor¨ªa de los casos se trata de retrasar el pago del documento. Y eso que en estos tres ¨²ltimos a?os su precio ha bajado por la proliferaci¨®n de profesionales. El coste es libre y var¨ªa dependiendo de la comunidad aut¨®noma y del t¨¦cnico, ya que el sector online suele ser m¨¢s econ¨®mico que una empresa a pie de calle o una inmobiliaria.
"El precio tambi¨¦n variar¨¢ seg¨²n el tipo de inmueble que queramos certificar y su tama?o, pudiendo encontrar precios que van desde los 45 euros a los 150 aproximadamente", indican en la plataforma.
El propietario debe desconfiar de los certificados express excesivamente baratos y que no incluyan visita al inmueble, algo b¨¢sico. De hecho, ya hay varias denuncias por ello. La Comunidad de Madrid impuso en 2013 la primera sanci¨®n, de 4.000 euros, a un t¨¦cnico por falseamiento de datos en la emisi¨®n del informe. "Recomendamos a los propietarios que no se decanten por profesionales que realicen este tipo de pr¨¢cticas, ya que si el certificado no se hace correctamente la multa puede repercutir tanto al t¨¦cnico como al profesional", recuerdan en Certicalia.
En Espa?a la normativa es m¨¢s flexible que en otros pa¨ªses. Cualquier profesional con titulaci¨®n apta para redacci¨®n de proyectos (arquitectos e ingenieros, t¨¦cnicos y superiores) puede elaborar el certificado. Ahora bien, para que sea v¨¢lido es necesario registrarlo en el ¨®rgano correspondiente de cada comunidad. En la mayor¨ªa de los casos es el propio t¨¦cnico el que se encarga de hacerlo y de entregarlo al propietario. El primer registro de certificaciones energ¨¦ticas que se abri¨® tras la normativa fue el de Madrid. Arag¨®n fue el ¨²ltimo en marzo de 2014. Cada comunidad ha creado un registro diferente: pueden ser telem¨¢ticos o presenciales, gratuitos o con tasas administrativas. Por ejemplo, en Madrid es gratis, mientras que en Murcia se cobran 23,23 euros por tasas administrativas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.