El pesimismo se extiende entre las empresas europeas con negocios en China

La encuesta anual de la C¨¢mara de Comercio de la UE en China, presentada este martes, est¨¢ llena de r¨¦cords negativos: un 56% de las compa?¨ªas aseguran que les resulta m¨¢s dif¨ªcil hacer negocios en la segunda econom¨ªa mundial (cinco puntos m¨¢s que en 2015), el n¨²mero de optimistas se ha reducido casi a la mitad en apenas un lustro y el porcentaje de empresas que se plantean reformular sus operaciones y reducir costes toca m¨¢ximos, con un 41% del total.

El cada vez menor crecimiento de la econom¨ªa china y las previsiones de que lo peor a¨²n est¨¢ por llegar tienen mucho que ver con este estado de ¨¢nimo. En el ¨²ltimo lustro el pa¨ªs ha pasado de crecer del 9,3% al 6,7% y se enfrenta a una dura reestructuraci¨®n industrial en los pr¨®ximos a?os para eliminar la excesiva oferta de ciertas industrias. Si bien Pek¨ªn sostiene que la econom¨ªa seguir¨¢ avanzando a un ritmo medio del 6,5% anual, los miembros de la organizaci¨®n dudan de que esto sea posible.

A ello se le suma los incumplimientos de las autoridades chinas de facilitar un entorno m¨¢s abierto y competitivo para las firmas extranjeras, como establece la hoja de ruta que el Partido Comunista hizo p¨²blica a finales de 2013. "Cuando uno hace estas promesas y despu¨¦s no las cumple, es normal que el pesimismo abunde. Despu¨¦s de muchos a?os hablando de competir en igualdad de condiciones, no vemos ning¨²n cambio significativo. Todo es ret¨®rica", subray¨® el presidente de la C¨¢mara, J?rg Wuttke. Y no solamente se trata de un estancamiento, sino que algunos han observado un aumento de la hostilidad: 7 de cada 10 encuestados dicen sentirse menos bienvenidos en comparaci¨®n con hace diez a?os.

Un avance en las esperadas reformas, seg¨²n el sondeo, cambiar¨ªa los planes de muchas compa?¨ªas y despertar¨ªa una nueva oleada de inversi¨®n. Sin embargo, las perspectivas de que esto ocurra -al menos a corto plazo- son sombr¨ªas. "Una desaceleraci¨®n econ¨®mica ya es dura de por s¨ª, pero si adem¨¢s est¨¢s rodeado de restricciones a¨²n lo es m¨¢s", se?ala Wuttke.

La decepci¨®n de las empresas europeas es compartida tambi¨¦n por sus hom¨®logas estadounidenses. En este sentido, el secretario del Tesoro, Jack Lew, que est¨¢ en Pek¨ªn para participar en el Di¨¢logo Estrat¨¦gico y Econ¨®mico entre los dos pa¨ªses, advirti¨® de la dificultades con las que se enfrentan las empresas extranjeras en territorio chino: "la preocupaci¨®n por el clima empresarial ha crecido en los ¨²ltimos a?os, con un entorno m¨¢s complejo que hace preguntarles si son bienvenidas en China", asegur¨® ante varios empresarios de ambos pa¨ªses, informa Reuters.

La creciente censura en Internet, la ley de seguridad nacional, la antiterrorista o la normativa para controlar las ONG for¨¢neas son otros de los puntos que preocupan a la comunidad empresarial y a parte de la sociedad civil. "A menudo, parece que Pek¨ªn avanza en direcci¨®n contraria, con la promulgaci¨®n leyes vagas y relacionadas con la seguridad y a trav¨¦s de estrangular el acceso a Internet hasta el punto que da?a a las empresas dom¨¦sticas y extranjeras", dice el informe.