Los trabajadores con m¨¢s antig¨¹edad en un mismo empleo tocan m¨¢ximos
M¨¢s de 8,5 millones de asalariados conservan su puesto de trabajo seis a?os o m¨¢s
Los trabajadores que llevan m¨¢s a?os en un mismo empleo no dejan de crecer. Los asalariados que permanecen seis a?os o m¨¢s en un puesto de trabajo ascend¨ªan a m¨¢s de 8,5 millones durante el primer trimestre del a?o, lo que equivale a poco m¨¢s de 57,3% del total de quienes tienen un contrato, seg¨²n el INE. El hecho de que los ajustes durante las dos recesiones recayeran principalmente sobre los empleados temporales y sobre los trabajadores con menos tiempo en su puesto de trabajo, y el envejecimiento de la poblaci¨®n con empleo se encuentran en la base de este fen¨®meno. Con esto y la revitalizaci¨®n de la contrataci¨®n temporal, la dualidad ¡ªla diferente protecci¨®n en el empleo entre temporales e indefinidos¡ª aumenta.
En el mercado laboral espa?ol ha crecido la precariedad. La temporalidad se recupera y lleva una senda ascendente. Ya el 25% de los asalariados tienen un contrato limitado en el tiempo, unos diez puntos m¨¢s que en la Uni¨®n Europea. Adem¨¢s han crecido en los ¨²ltimos a?os ¡ªaunque ahora se ha frenado¡ª los contratos a tiempo parcial. Y, en cambio, tambi¨¦n suben los trabajadores que tienen m¨¢s antig¨¹edad, seis a?os o m¨¢s, seg¨²n la clasificaci¨®n realizada en la encuesta de poblaci¨®n activa. En ella se ve que este colectivo ha crecido hasta llegar al m¨¢ximo que se aprecia en las series estad¨ªsticas, tanto si se observa solo a los asalariados (8,6 millones) como al conjunto de ocupados (10,6).
Este crecimiento ha sido casi continuo en los ¨²ltimos a?os, independientemente de que hubiera crisis, recesi¨®n o recuperaci¨®n. Y eso ha elevado el protagonismo de los trabajadores con mayor antig¨¹edad en las plantillas: ahora suponen el 57,3% de los asalariados, uno de los valores m¨¢s altos de la serie, que empieza en 1987. Estos datos llevan a una conclusi¨®n: la dualidad, el viejo problema del mercado laboral espa?ol, se acent¨²a.
¡°Durante la crisis se despidi¨® a los temporales y luego a los indefinidos de m¨¢s baja antig¨¹edad¡±, explica en primer t¨¦rmino Jos¨¦ Ignacio Garc¨ªa P¨¦rez, profesor de Econom¨ªa en la Universidad Pablo de Olavide en Sevilla. A esta causa a?ade otra, el envejecimiento de la poblaci¨®n activa y la poblaci¨®n con empleo.
Profundiza en este motivo Josep Oliver, catedr¨¢tico de Econom¨ªa Aplicada en la Universidad Aut¨®noma de Barcelona: ¡°El colectivo de 16 a 39 a?os se ha llev¨® toda la p¨¦rdida de empleo durante la crisis, y, en cambio, todav¨ªa no nota la ganancia¡±.
Oliver se?ala tambi¨¦n a la incertidumbre que todav¨ªa existe sobre el futuro econ¨®mico: ¡°Hasta que esto no se despeje, los empresarios dif¨ªcilmente van a invertir en contratar a un joven al que han de formar¡±.
Este punto se completa con una din¨¢mica propia de los periodos prolongados de crisis y despidos masivos. Las plantillas de las empresas se quedan con quienes tienen m¨¢s experiencia y esto cambia las din¨¢micas de renovaci¨®n. Los empresarios no pueden permitirse prescindir de quienes est¨¢n m¨¢s formados y hasta que los reci¨¦n llegados adquieres la experiencia necesaria tiene que pasar un tiempo.
El resultado de todo esto un aumento de la dualidad en el mercado laboral. C¨®mo resolver esta situaci¨®n ha generado debates interminables en los ¨²ltimos a?os. Recientemente el Banco de Espa?a apost¨® por reducir la protecci¨®n ¡ªcoste de despido¡ª de los trabajadores indefinidos. Garc¨ªa P¨¦rez, partidario del contrato ¨²nico, defiende que la soluci¨®n no es precarizar a todos. ¡°No se trata de abaratar del despido, el problema es la brecha entre los costes de unos [los temporales] y otros [los indefinidos]¡±, esgrime, ¡°apostamos por un coste de despido [en los contratos indefinidos] m¨¢s bajo al principio, pero no siempre¡±.
Para Carlos Garc¨ªa Serrano, profesor de la Universidad de Alcal¨¢, ¡°no se puede defender desde la reforma de 2012 que haya mucha protecci¨®n al indefinido¡±. En su opini¨®n, hay una l¨®gica empresarial detr¨¢s de esto: las compa?¨ªas prefieren quedarse con los que llevan m¨¢s tiempo porque son m¨¢s productivos¡±.
Hay otro elemento que, para Garc¨ªa Serrano, contribuye a explicar la dualidad: la composici¨®n del tejido productivo espa?ol. Esto se ve cuando se analiza el peso porcentual de trabajadores con mayor antig¨¹edad por sectores. Dejando de lado el sector p¨²blico, donde hay particularidades propias que explican que el porcentaje de quienes llevan seis a?os o m¨¢s en su empleo supere el 80%, tambi¨¦n hay grandes diferencias si se compara a la industria manufacturera (63%) o las finanzas (74%) con la hosteler¨ªa (39%).
¡°S¨ª que hay un componente de tejido productivo¡±, admite Garc¨ªa P¨¦rez. ¡°La hosteler¨ªa siempre tendr¨¢ m¨¢s temporales que la industria, pero en otros pa¨ªses no tiene la misma tasa de temporalidad¡±, zanja.
M¨¢s de seis a?os como temporal
Al analizar las estad¨ªsticas del empleo temporal aparece un fen¨®meno contradictorio: hay 535.200 de ellos que llevan seis a?os o m¨¢s en el mismo empleo.
Esto se explica por el recurso al contrato de obra o servicio, pero tambi¨¦n por el alto fraude de ley que se da en la contrataci¨®n temporal, en la que muchas veces no se respeta la causa a la hora de contratar y en otras se superan los dos a?os como tiempo m¨¢ximo en que un trabajador puede permanecer con contrato temporal en el mismo puesto de trabajo.
El colectivo tambi¨¦n ha crecido en los ¨²ltimos a?os, aunque en este caso s¨ª que hubo una ca¨ªda significativa con la crisis y la recesi¨®n. De hecho, el dato del primer trimestre de este a?o es inferior al varios periodos similares de 2006.
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