Abengoa celebra la junta con la familia Benjumea enfrentada
Bancos y bonistas no logran un acuerdo para salvar el concurso
Abengoa llega a la junta general de accionistas que se celebra hoy (¨²ltimo d¨ªa legal) con los deberes todav¨ªa por hacer y, lo que es m¨¢s llamativo, con los Benjumea divididos. El enredo es may¨²sculo. La empresa, que recibi¨® el respaldo del juez para negociar el plan de refinanciaci¨®n hasta el 28 de octubre, se aboca a un futuro incierto. Los acreedores esperaban llegar a la junta de hoy con un acuerdo o, al menos, con avances significativos. Sin embargo, se tendr¨¢n con conformar con presentar un acuerdo de intenciones que se cerrar¨ªa en una junta extraordinaria antes de agosto y evitar¨ªa de forma definitiva el concurso de acreedores.
La junta ordinaria de hoy tiene como plato fuerte la salida del consejo de administraci¨®n de Javier Benjumea, hermano mayor del expresidente, Felipe Benjumea. El abandono se produce a petici¨®n de Inversi¨®n Colectiva (IC), la sociedad tenedora de acciones que agrupa a las familias fundadoras del grupo y que controla precisamente Felipe Benjumea. La relaci¨®n de los dos hermanos, que ya ven¨ªa renqueante, se ha deteriorado desde que la empresa present¨® el preconcurso de acreedores en noviembre pasado y se refleja en esta petici¨®n.
IC posee m¨¢s del 50% de los derechos pol¨ªticos de Abengoa y Felipe Benjumea cuenta con el apoyo de la mayor parte de los miembros de las familias (parte de sus 11 hermanas y descendientes, los Abaurre, Aya y Sol¨ªs), mientras su hermano Javier y otras hermanas est¨¢n en minor¨ªa. Pese a la salida de Javier Benjumea, IC mantendr¨¢ tres puestos en el consejo, junto a seis independientes y dos ejecutivos.
Est¨¢ previsto que esta composici¨®n se modifique cuando se lleve a afecto la reestructuraci¨®n de la empresa. Tambi¨¦n estaba previsto que para estas fechas se hubiera podido avanzar; pero los acreedores (bancos y bonistas) no han logrado ponerse de acuerdo. Al contrario, las cosas se han enconado y, cada d¨ªa que pasa, las necesidades de la empresa crecen, lo que obligar¨ªa a los acreedores a poner m¨¢s dinero.
En paralelo, la empresa se ha tenido que desprender de activos, se han producido un plan de bajas incentivadas de m¨¢s de 500 personas y el ¨¦xodo por goteo de directivos, se han perdido contratos y la empresa no ha tenido la posibilidad de presentarse a concursos, el primer trimestre present¨® p¨¦rdidas de 340 millones, se han sucedido las impugnaciones al acuerdo de financiaci¨®n¡ En definitiva, la empresa se ha precipitado al abismo, pese al esfuerzo de los bancos y bonistas por mantener el grupo, que en todo caso se quedar¨ªa como una ingenier¨ªa cuatro veces menor que la antigua Abengoa.
El acuerdo de rescate, que conllev¨® la salida de la presidencia de Jos¨¦ Dom¨ªnguez Abascal por imposici¨®n de Felipe Benjumea, prev¨¦ una inyecci¨®n de unos 800 millones de euros (en principio se hab¨ªa hablado de 1.500 millones) en los pr¨®ximos cinco a?os, de los que 500 ser¨ªan capital nuevo y que ser¨ªa aportado fundamentalmente por fondos, que recibir¨ªan a cambio el 55% del capital de la nueva Abengoa. Los actuales acreedores tendr¨ªan un 30%, despu¨¦s de sufrir una quita del 70% y los actuales accionistas (la familia y 50.000 minoritarios) se quedar¨ªan con otro 5%. Las entidades que aporten avales podr¨ªan hacerse con otro 5% adicional.
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