El endeudamiento externo
El endeudamiento externo sigue creciendo y representa una importante fuente de vulnerabilidad para la econom¨ªa espa?ola. En el primer trimestre, Espa?a deb¨ªa a otros pa¨ªses m¨¢s de 1,08 billones de euros, cerca de 40.000 euros por habitante, y 7.000 millones m¨¢s que a finales del 2015. Adem¨¢s, la deuda externa es una de las m¨¢s elevadas de la zona euro, despu¨¦s de Grecia y Portugal.
Bien es cierto que el pa¨ªs se est¨¢ endeudando para invertir. Despu¨¦s de un largo per¨ªodo de depresi¨®n como consecuencia de la crisis, la inversi¨®n se ha recuperado con fuerza, lo que deja augurar mayor capacidad para generar riqueza y hacer frente a futuros vencimientos de la deuda externa. La inversi¨®n representa casi el 21% del PIB, dos puntos m¨¢s que a finales del 2013. Tambi¨¦n ha crecido la inversi¨®n directa internacional, dato especialmente positivo en el contexto de debilitamiento que vive la econom¨ªa mundial. Se trata de operaciones de creaci¨®n de empresas y sobre todo de ampliaci¨®n de filiales que ya operan en el pa¨ªs. Por ejemplo, esta semana se ha dado a conocer un proyecto de inversi¨®n extranjera, por un importe superior a 1.000 millones, que se dedicar¨¢ a la producci¨®n de autom¨®viles principalmente destinados a la exportaci¨®n. Por lo general, la inversi¨®n directa internacional facilita el acceso a tecnolog¨ªas punteras, conlleva mejoras de la productividad y estimula la creaci¨®n de puestos de trabajo bien remunerados.
Emigraci¨®n
El saldo migratorio que vive la sociedad espa?ola sigue siendo negativo. A lo largo del pasado a?o, salieron de Espa?a 352,003 personas mientras que llegaron 343,614. La emigraci¨®n de espa?oles, sobre todo de j¨®venes, aumenta con especial intensidad. El Reino Unido es el primer receptor de emigrantes espa?oles, seguido de Francia, Alemania y EE UU. La inmigraci¨®n tambi¨¦n aumenta, pero menos que en otros pa¨ªses europeos, sin duda un reflejo de las altas tasas de paro. Pese a todo, el n¨²mero de extranjeros que residen en Espa?a disminuye debido al proceso de adquisici¨®n de nacionalidad.? Cerca de 4,5 millones de extranjeros residen en nuestro pa¨ªs, menos del 10% de la poblaci¨®n residente. Los principales pa¨ªses de origen de estos inmigrantes son Ruman¨ªa, Marruecos y Reino Unido.
Por otra parte, la deuda externa no plantea problemas de financiaci¨®n a corto plazo. Los tipos de inter¨¦s son reducidos, aliviando las cargas financieras. Y los inversores extranjeros tienden a reinvertir sus excedentes, aprovechando el dinamismo de la econom¨ªa y los s¨®lidos beneficios que generan las empresas. Pese a todo, se echa de menos una estrategia de contenci¨®n del endeudamiento externo. Eso se consigue estimulando el ahorro para facilitar la financiaci¨®n interna del esfuerzo inversor. Otra v¨ªa de reducci¨®n de la deuda externa ser¨ªa mediante recortes en la inversi¨®n p¨²blica y privada, algo poco recomendable. ?Qui¨¦n puede ahorra m¨¢s? Las empresas ya lo hacen, y m¨¢s de la cuenta. En el primer trimestre, dispon¨ªan de un colch¨®n de liquidez de casi 13.000 millones que deber¨ªan dedicar a la inversi¨®n para modernizar el aparato productivo y mejorar la competitividad, en vez de pagar dividendos o adquirir activos financieros.
Para muchas familias, sobre todo aquellas con rentas m¨¢s bajas, no es f¨¢cil ahorrar m¨¢s. Las rentas del trabajo aumentan gracias a la creaci¨®n de empleo, pero los salarios siguen estancados. Sobre todo, despu¨¦s de varios a?os de restricciones y de sacrificios, los espa?oles tienden a consumir m¨¢s. La tasa de ahorro de las familias ha disminuido y el cr¨¦dito al consumo se ha disparado. Los bancos han encontrado en esos cr¨¦ditos una v¨ªa de compensaci¨®n de la estrechez de los m¨¢rgenes de intermediaci¨®n, fruto de los tipos negativos del Banco Central Europeo.
As¨ª pues, la clave est¨¢ en el d¨¦ficit de ahorro de las administraciones. Seg¨²n los datos del INE, la necesidad de financiaci¨®n del conjunto del Estado, Seguridad Social, Comunidades Aut¨®nomas y Corporaciones Locales alcanza 8,256 millones, 1.000 millones m¨¢s que hace un a?o. Para reducir ese d¨¦ficit se puede actuar por el lado de los ingresos. Las comparaciones internacionales dan cierto margen en este sentido. La recaudaci¨®n en concepto de impuestos sobre la renta de las familias y de las empresas se sit¨²a por debajo de la media europea y de lo que cabr¨ªa esperar teniendo en cuenta los tipos impositivos. Es esencial seguir luchando contra el fraude fiscal y racionalizar el sistema de exenciones.
Por el lado del gasto, se pueden realizar mejoras de eficiencia, sin reducci¨®n del per¨ªmetro de los servicios p¨²blicos ni de su calidad. Estos ¨²ltimos trimestres, el consumo p¨²blico ha crecido con intensidad, y cabe esperar un esfuerzo de contenci¨®n, atendiendo a las necesidades de una econom¨ªa todav¨ªa en fase de recuperaci¨®n y a una sociedad que espera mayor contundencia en la pol¨ªtica de creaci¨®n de empleo y la reducci¨®n de las desigualdades. En conclusi¨®n, la recuperaci¨®n ha creado un contexto favorable a la reducci¨®n de desequilibrios, entre ellos la deuda externa.
Raymond Torres es director de Coyuntura de la Fundaci¨®n de Cajas de Ahorros (Funcas)
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