Cuarta bala para la banca italiana
La directiva de resoluci¨®n bancaria no proh¨ªbe inyectar dinero p¨²blico, pero lo dificulta
Italia podr¨¢ recapitalizar a sus an¨¦micos bancos con dinero p¨²blico. Pero solo si demuestra que esa opci¨®n encaja en las restrictivas excepciones a la regla europea. La de que antes que pegar el sablazo al contribuyente, son los accionistas, los bonistas s¨¦nior y los j¨²nior o preferentistas los que se rascan el bolsillo para salvar a sus bancos, como sucedi¨® en Espa?a, cuyos (400.000) peque?os ahorradores se sacrificaron.
Si los peque?os inversores, que atesoran la mitad de los 60.000 millones de deuda subordinada y 200.000 de deuda s¨¦nior (solo en el caso del Monte dei Paschi di Siena son 60.000 personas), pierden su dinero, estallar¨¢ la desconfianza, y el Gobierno de Matteo Renzi perder¨¢ el refer¨¦ndum constitucional de oto?o, y su empleo, a manos populistas: ¡°Quiz¨¢ habr¨ªa que intervenir en los bancos como hizo Merkel, que puso 247.000 millones en la banca alemana¡±, arguye con retranca el florentino, aunque eso pas¨® al inicio de la Gran Recesi¨®n, cuando el asunto no estaba regulado.
Pero si los ahorradores no pierden su dinero y se salvan al violarse la Directiva ¡ªde Reestructuraci¨®n y resoluci¨®n bancaria (2014/59, 15/5/2014)¡ª que establece un orden de prelaci¨®n de perjudicados empezando por los privados y acabando por los p¨²blicos, entonces, la credibilidad de la norma, y de la uni¨®n bancaria de la que es pilar, capotar¨¢. Pues ¡°lo ¨²nico importante es que respetemos lo que hemos acordado entre nosotros, de lo contrario todo ser¨¢ cuestionado en Europa¡±, defiende el jefe del Eurogrupo, el r¨ªgido Jeroen Dijsselbloem.
La directiva no proh¨ªbe inyectar dinero p¨²blico a la banca. Pero lo pone muy dif¨ªcil. De sus pl¨²mbeas 189 p¨¢ginas, dedica apenas cuatro (art. 31 y siguientes) a fijar cuatro excepciones. Una, el apoyo p¨²blico mediante garant¨ªas estatales para respaldar la liquidez: ya est¨¢ en marcha, hasta 150.000 millones. Otra es el apoyo con garant¨ªas estatales a los pasivos de nueva emisi¨®n (por ejemplo, titulaci¨®n de cr¨¦ditos dudosos ofrecidos al mercado), lo que se intent¨® con el h¨¢bil y prometedor plan de rescate de enero, pero que fracas¨® porque el dinero avalado se aplic¨® a salvar a dos min¨²sculas entidades (hay centenares) en quiebra, la Popolare de Vicenza y la Veneto Banca.
La tercera es la excepci¨®n de la regla ¡°a fin de evitar perturbaciones graves de la econom¨ªa de un Estado miembro y preservar la estabilidad financiera¡±: Italia enarbol¨® el Brexit como una de ellas. Bruselas se lo neg¨®. Queda la cuarta bala, a dilucidar el pr¨®ximo d¨ªa 29, cuando la Autoridad Bancaria (con sede aun en Londres) y el BCE publiquen los datos de sus nuevas pruebas de resistencia a la banca: es la ¡°recapitalizaci¨®n p¨²blica preventiva¡±, por la que las inyecciones de dinero se limitan a reparar temporalmente el d¨¦ficit de capital cuantificado en las pruebas de estr¨¦s. Pero no pueden destinarse a enjugar p¨¦rdidas, deben otorgarse con precios y en condiciones que no den ventaja comparativa a la entidad beneficiada y cumplir las reglas astringentes de toda ayuda de Estado (compensaciones a los competidores).
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.