La brecha entre beneficios y pagos por el impuesto de sociedades, en m¨¢ximos
La Autoridad Fiscal detecta que las empresas pagan menos impuestos que nunca sobre su resultado contable
?Est¨¢ el impuesto de sociedades hecho un queso gruyer? Un informe de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) apunta que s¨ª. La brecha entre el resultado contable de las empresas y la recaudaci¨®n del tributo se ha ampliado cada vez m¨¢s desde el a?o 2007. Hasta el punto de que a cierre de 2015 la diferencia entre el beneficio de las empresas y lo que han pagado en impuestos se sit¨²a en niveles m¨¢ximos, seg¨²n los datos de la Agencia Tributaria compilados por la Airef. ?Y a qu¨¦ obedece esa mayor distancia? Entre otras razones, los beneficios exentos del extranjero, el sistema que permite a las empresas compensarse p¨¦rdidas de ejercicios anteriores y, en definitiva, una mara?a legal cuyo efecto sobre la recaudaci¨®n es, en opini¨®n de la Airef, "incierto".
La recaudaci¨®n por el impuesto de sociedades alcanz¨® su m¨¢ximo en 2007, a?o en el que fruto de la burbuja la caja ascendi¨® a los 44.000 millones y el 4,1% del PIB. Desde entonces, los ingresos por esta r¨²brica se han desmoronado. En 2010 y 2011 las arcas p¨²blicas s¨®lo se embolsaron por este tributo unos 16.000 millones, esto es, en torno a un 1,5% del PIB. La ca¨ªda se antoja bastante mayor a la que se registr¨® en los beneficios contables, tal y como se puede apreciar en el gr¨¢fico que acompa?a esta informaci¨®n elaborado por la Airef. O lo que es lo mismo, las empresas pasaron a pagar por el impuesto de sociedades menos que nunca en relaci¨®n con sus beneficios.
En privado, el ministro en funciones de Hacienda, Crist¨®bal Montoro, suele bromear que las reuniones de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero con los jefes del Ibex siempre acababan brindando un nuevo beneficio fiscal. Entonces se aprob¨® por ejemplo la libertad de amortizaci¨®n: este cambio posibilit¨® que las grandes empresas se amortizasen fiscalmente una inversi¨®n en un solo a?o. Es decir, que para un edificio que se compraba a 50 a?os, el desembolso se deduc¨ªa fiscalmente en un ¨²nico ejercicio, lo que a todas luces facilit¨® que muchas grandes compa?¨ªas se rebajasen la factura tributaria.
Sin embargo, por m¨¢s que Montoro haya cerrado numerosas lagunas que las sociedades aprovechaban para abonar menos impuestos, la Autoridad Fiscal sostiene que las empresas siguen tributando poco sobre su resultado contable. De hecho, como se puede comprobar en la tabla adjunta, los beneficios casi han retornado a los niveles de 2006 mientras que la recaudaci¨®n por Sociedades todav¨ªa se encuentra a la mitad.
Para entender por qu¨¦ ocurre esto hay que tener en cuenta que los impuestos nunca se calculan directamente sobre el resultado contable. Hace falta aplicar antes una serie de ajustes por beneficios y exenciones fiscales para conseguir lo que se conoce como la base imponible. Y precisamente ¨¦sta es la base que se grava y la que durante la crisis se ha desplomado. Seg¨²n coinciden cuatro expertos consultados, el hundimiento de la base imponible sobre los resultados contables obedece, sobre todo, a cuatro motivos.
En primer lugar, porque las empresas espa?olas cada vez ganan m¨¢s dinero fuera. Y como esos beneficios est¨¢n exentos por los convenios de doble imposici¨®n, en consecuencia no tributan en Espa?a. Hacienda ha barajado alguna vez la posibilidad de hacer pagar algo a las empresas por estos rendimientos en el extranjero. Pero eso se hace en Estados Unidos y las compa?¨ªas prefieren no repatriar dividendos. Tal es el caso de Apple, que opta por endeudarse para desembolsar el dividendo en lugar de traerse a casa sus beneficios. Seg¨²n las cifras de la Agencia Tributaria, en 2014 la base imponible se redujo en 26.196 millones debido a estas exenciones por doble imposici¨®n.
En segundo lugar, dentro de estas exenciones por doble imposici¨®n, el Gobierno ha permitido que desde 2015 est¨¦n exentas las rentas correspondientes a las ventas de empresas participadas o filiales. Y en 2015 se produjeron muchas ventas de acciones y participaciones de grandes empresas, hecho que claramente ha tenido un reflejo en los n¨²meros que maneja la Autoridad Fiscal.
Tercero, porque las empresas acumulan numerosas p¨¦rdidas generadas durante la crisis que la legislaci¨®n permite que se compensen ahora que tienen beneficios. De acuerdo con las estad¨ªsticas del Fisco, las bases imponibles negativas de periodos anteriores ascendieron en 2014 a 19.355 millones.
Por ¨²ltimo, porque las empresas tienen la posibilidad de consolidar la actividad de las filiales que poseen para no tributar dos veces. Sin embargo, a juicio de varios expertos, estos ajustes por consolidaci¨®n se han convertido en una suerte de caja negra al compensar beneficios de unas sociedades con p¨¦rdidas en otras. En opini¨®n de estos fiscalistas, llama la atenci¨®n c¨®mo algunas participadas de los grandes grupos siguen arrojando p¨¦rdidas mientras la econom¨ªa y, por tanto, los beneficios empresariales crecen.
¡°La reforma que entr¨® en vigor en enero de 2015 ha ampliado de forma significativa las bases, pero siguen estando muy presentes determinados beneficios fiscales. En particular, habr¨ªa que plantearse si el nuevo tratamiento fiscal del mecanismo para eliminar la doble imposici¨®n, que establece un r¨¦gimen de exenci¨®n con car¨¢cter general para las participaciones significativas, no afecta en exceso a la recaudaci¨®n¡±, explica Javier Mart¨ªn, socio director de F&J Martin Abogados.
9.000 millones menos de lo previsto
Seg¨²n se deduce de los c¨¢lculos de la Autoridad Fiscal, la recaudaci¨®n de Sociedades en 2016 podr¨ªa acabar en el entorno de los 16.000 millones, 9.000 millones menos de lo que proyectaba Hacienda en los Presupuestos a pesar del crecimiento de los beneficios. Tan s¨®lo podr¨ªan recuperarse unos 6.000 millones de esos 9.000 si se restablece el pago a cuenta con un tipo superior al 20%, explican. ¡°Otra raz¨®n del desplome de 2016 reside en las menores limitaciones para compensar p¨¦rdidas fiscales¡±, comenta Francisco de la Torre, portavoz de Hacienda de Ciudadanos.
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