¡°He firmado 14 contratos laborales este a?o¡±
Beatriz S¨¢nchez ha tenido empleos temporales en cinco centros de salud distintos
Beatriz S¨¢nchez duda cuando le preguntan cu¨¢ntos contratos de trabajo ha firmado este a?o. Tuvo tantos empleos temporales que no recuerda el n¨²mero de memoria. Pide que la esperen un segundo, saca el m¨®vil, revisa sus anotaciones y cuenta: son 14. Su caso es uno de los que engrosan la estad¨ªstica del n¨²mero de contratos firmados, que este a?o alcanz¨® el m¨¢ximo hist¨®rico entre enero y julio.
M¨¢s contratos no significa m¨¢s empleo?y eso lo sabe esta madrile?a que ronda la treintena y ha trabajado en cinco centros de salud distintos de la Comunidad de Madrid en lo que va del a?o, siempre como auxiliar administrativa o celadora. Hace dos meses que est¨¢ cubriendo una suplencia por enfermedad, antes hab¨ªa reemplazando un mes a otro compa?ero que estaba de licencia por depresi¨®n. El resto fueron contratos por ¡°d¨ªas sueltos¡±. ¡°Una vez trabajaba un d¨ªa en un centro de salud, otra dos d¨ªas en un centro distinto¡±, detalla.
Beatriz considera que, a pesar de todo, ha tenido suerte porque la llamaron a fines de 2014 para una suplencia de 18 meses que termin¨® en marzo de este a?o. "Gracias a ese contrato y a la ayuda de mi familia pude comprar un piso", cuenta y explica que hace unos meses firm¨® una hipoteca junto con su novio, con el que lleva 12 a?os en pareja. Pudo ahorrar el monto para el pago inicial gracias a ese a?o y medio de trabajo. Antes de ese contrato, solo hab¨ªa tenido empleos de menos de seis meses.
El sueldo no est¨¢ mal, admite Beatriz. Cuando trabaja todos los d¨ªas del mes cobra un poco m¨¢s de 1.300 euros, con vacaciones. "Prefiero que me paguen las vacaciones. Aunque podr¨ªa tom¨¢rmelas, ya voy a tener vacaciones obligatorias", ironiza porque sabe que va a estar en el paro entre un contrato y el otro. Pero la inestabilidad se nota cuando dice que tiene miedo de que dejen de llamarla si rechaza una oferta. En 2008 la contactaron de un centro de salud para que se presentara a trabajar en una hora, pero ella no pod¨ªa ir y desde entonces no la han vuelto a llamar, relata y lo pone como un ejemplo para justificar sus temores.?Temores que la han llevado a aceptar trabajos cuando estaba enferma, a?ade.?
S¨¢nchez es licenciada en administraci¨®n y direcci¨®n de empresas de la Universidad Complutense, pero solo tuvo un trabajo relacionado con su carrera, unas pr¨¢cticas al final de sus estudios. Desde entonces, fue azafata en una tienda, limpi¨® casas y fue empleada en la administraci¨®n de una finca, pero en abril dej¨® de buscar trabajo en el sector privado. "Mi madre me dec¨ªa que no pod¨ªa entender c¨®mo no consegu¨ªa trabajo. Una empieza a creer que es su culpa", se lamenta Beatriz.
"?C¨®mo me imagino en dos a?os? Igual que ahora. Tengo que conformarme con lo que me ofrecen, no hay trabajo", resume S¨¢nchez. Se ilusiona cuando piensa en un horizonte m¨¢s largo, espera conseguir un empleo indefinido como auxiliar administrativa en un centro de salud. "Es lo que hago hace 11 a?os", explica. Pero tiene un plan b. Mientras espera una oportunidad dentro del sistema de salud, se est¨¢ preparando para presentarse a una oposici¨®n en el Estado.
Su historia laboral esconde un dato que sorprende a Beatriz cuando lo descubre. Repasa la cuenta y lo confirma: en los ¨²ltimos cinco a?os firm¨® 78 contratos. Lo dice y se queda pensativa. "Igual, si tengo que elegir, me quedo con los 78 contratos", reflexiona tras unos instantes. "Claro que me gustar¨ªa tener un empleo indefinido, pero la alternativa es el paro", responde r¨¢pido, antes de que le pregunten.
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