As¨ª son y as¨ª trabajan ¡®los caballeros negros¡¯ del fisco
La brigada m¨®vil de la Agencia Tributaria act¨²a cuando nadie la espera. Recreamos la mayor operaci¨®n contra la econom¨ªa sumergida en un centenar de discotecas de 11 comunidades
Son las cuatro de la ma?ana del 8 de julio. En el puerto de Ibiza, una veintena de agentes de la Agencia Tributaria repasa los detalles de la operaci¨®n que est¨¢n a punto de ejecutar. La noche est¨¢ despejada. La luz amarillenta de dos farolas ilumina al grupo. Apenas se oye el murmullo de los agentes. Algunos van ataviados con pasamonta?as, otros llevan cascos, chalecos antibalas. En unos minutos irrumpir¨¢n en Privilege y en Space, dos de las discotecas m¨¢s conocidas de la isla. Llevan semanas prepar¨¢ndose. Han pasado varias noches de paisano en las discotecas, simulando estar de copas. Pero observaban las rutinas de los camareros, encargados y del personal de seguridad de ambos locales: las horas de entrada y salida, el ambiente... la ubicaci¨®n de las cajas registradoras, los accesos. Han evaluado todos los riesgos. La actuaci¨®n no parece f¨¢cil. Hace unas semanas robaron en una de estas discotecas y los guardias de seguridad est¨¢n nerviosos. El ambiente, adem¨¢s, no es el ideal. Esperan entrar a la hora de cierre, cuando cientos de j¨®venes euf¨®ricos abandonan los locales, con aforo para casi 10.000 personas.
Ernesto, nombre ficticio de uno de los responsables de la operaci¨®n, lo repasa todo una ¨²ltima vez. Hace unas horas ha informado a los agentes sobre cu¨¢l es el verdadero objetivo de la misi¨®n. Su equipo se ha trasladado esa misma ma?ana desde Madrid a Valencia, y luego a Ibiza en tres veloces lanchas patrulleras.
Nada puede fallar. Se palpa la tensi¨®n. Existe el riesgo de que puedan encontrar armas y drogas y la situaci¨®n se descontrole. Tardan entre 15 y 20 minutos en llegar desde el puerto de Ibiza a la Platja d¡¯en Bossa y a la urbanizaci¨®n San Rafael donde estan ubicados los populares locales.
Una veintena de agentes irrumpen en Privilege y Space, las 'macrodiscotecas' ibicencas
Est¨¢n a punto de iniciar la mayor actuaci¨®n contra el dinero negro en Espa?a, la operaci¨®n Chopin. En las siguientes horas, un destacamento de unos 500 inspectores y funcionarios entrar¨¢n en casi un centenar de discotecas diseminadas por todo el pa¨ªs.
Medios sofisticados
La de Ibiza es una de las actuaciones m¨¢s delicadas. La Agencia Tributaria ha recurrido a la brigada m¨®vil central, una unidad especial integrada dentro de Vigilancia Aduanera. Es una especie de servicio policial de la Agencia. Pocos los conocen. Son apenas 20 agentes de ¨¦lite, que se encargan de operaciones de especial complejidad, los caballeros negros del fisco. Realizan actuaciones de localizaci¨®n, vigilancia, seguimientos especiales y labores de inteligencia. Esta unidad est¨¢ especializada en t¨¢cticas policiales avanzadas y ha colaborado con el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos, entre otros. Cuenta con medios muy sofisticados, c¨¢maras de vigilancia de ultim¨ªsima generaci¨®n, micr¨®fonos para escuchas y otros equipos muy caros, seg¨²n explica uno de sus responsables, que prefiere ocultar su nombre. Aunque en realidad no tienen autoridad policial, tienen permiso para llevar armas.
Han vivido situaciones complicadas. Persecuciones, intercambio de disparos con traficantes a los que segu¨ªan... Muchas de las escenas policiales de la pel¨ªcula El Ni?o, dirigida por Daniel Monz¨®n, est¨¢n extra¨ªdas de historias protagonizadas por estos agentes, recuerda un alto funcionario de la Agencia.
Ernesto y su equipo han planificado la entrada en Space y Privilege. Tienen dos objetivos. Evitar que se destruyan pruebas cuando entren los inspectores a registrar en busca de dinero negro, y sobre todo, garantizar su seguridad.
En las cajas fuertes encuentran cerca de un mill¨®n en fajos de billetes
En Space ten¨ªan que localizar al jefe del equipo de seguridad, porque ten¨ªa acceso al dinero y pod¨ªa dar orden de destruir pruebas, como la contabilidad b, donde se registraba el dinero que se distra¨ªa al fisco. En la otra discoteca, en Privilege, se hab¨ªa constatado que la encargada, que ten¨ªa acceso a la caja, sal¨ªa siempre a la misma hora. Ten¨ªan que neutralizarla. La inspecci¨®n ten¨ªa miedo de que a trav¨¦s de un programa especial instalado en un tel¨¦fono m¨®vil pudiera eliminar pruebas. Un par de agentes de paisano llevan horas dentro de las discotecas controlando que no haya imprevistos y controlando visualmente a los objetivos.
R¨¢pido despliegue
Ernesto da la orden y los equipos se despliegan como una tela de ara?a por los accesos de las dos discotecas. Son casi las siete de la ma?ana y los locales est¨¢n cerrando. Quieren aprovechar el efecto sorpresa. Se apuestan en las barras. En Space no ha sido f¨¢cil. A¨²n quedaban unos 40 empleados cuando llegaron y algunos clientes todav¨ªa estaban abandonando el local. En el aparcamiento la llegada ha causado cierto desconcierto. Un par de hombres han tirado unas peque?as bolsas, se supone que con droga, y han salido corriendo. La discoteca es enorme. Cuenta con 18 barras. Por eso, bloquean las cajas registradoras e interrogan al jefe de seguridad.
En Privilege, llegan una media hora m¨¢s tarde. La discoteca ya est¨¢ cerrada y no queda casi nadie. Es la hora a la que encargada abandona el local cada noche y la interceptan sin problemas. Aseguran el per¨ªmetro para que los inspectores accedan f¨¢cilmente y puedan registrar los locales. Las oficinas est¨¢n distribuidas mediante pasillos laber¨ªnticos. Encuentran las cajas fuertes y montones de dinero. Fajos de billetes de cinco, diez, veinte y cincuenta euros en las hieleras, en tupperware, en cajas de zapatos, colocados sin ning¨²n orden aparente. Calculan que podr¨ªa haber m¨¢s de un mill¨®n de euros en efectivo.
Es dif¨ªcil entender c¨®mo registran todos estos billetes. La mayor¨ªa es dinero negro que no ha sido contabilizado. Muchos de los tiques de las consumiciones no se registran y as¨ª se evita declarar las ventas reales al fisco. Pero probar todo eso es trabajo de otro equipo de la Agencia Tributaria.
C¨¢maras y ¡®tronchas¡¯ para pillar a narcos colombianos
Cuentan que Al Capone solo pudo ser acusado de cometer delito fiscal. Entr¨® en prisi¨®n por ello. La Brigada M¨®vil Central de Vigilancia Aduanera ha participado, junto a la Guardia Civil y la polic¨ªa, en las operaciones m¨¢s importantes contra el crimen organizado. Desde la que permiti¨® destapar la estafa de Forum Afinsa ¡ª¡±una de las m¨¢s complicadas¡±, reconoce un mando de este grupo; o la operaci¨®n Emperador.
Ernesto, nombre ficticio de uno de los funcionarios de esta unidad, recuerda la operaci¨®n Jaula, por la que desmontaron la mayor f¨¢brica clandestina de tabaco ilegal de Europa.
Estaba en un pol¨ªgono industrial de Guadalajara. ¡°Durante d¨ªas hicimos tronchas de 10 horas¡± (vigilancia desde un coche camuflado), recuerda Ernesto. Pusieron c¨¢maras de alta resoluci¨®n, micr¨®fonos. ¡°Fue una combinaci¨®n de medios tradicionales con la tecnolog¨ªa m¨¢s avanzada¡±, abunda. La unidad alquil¨® una nave junto a donde estaba la f¨¢brica ilegal. Durante semanas no pudieron encontrar ninguna pista. De la nave contigua entraban y sal¨ªan discretamente b¨²lgaros pero no hab¨ªa forma de encontrar nada raro con lo que pedir una orden judicial. Finalmente hallaron el indicio. No explica cu¨¢l fue. Pero insisten: ¡°un t¨ªo que est¨¢ sobre el terreno, a ojo, vale millones¡±.
Tambi¨¦n han participado en la operaci¨®n Oto?o (2005) que permiti¨® desmontar la infraestructura que ten¨ªa en Espa?a el cartel colombiano del Norte del Valle. Se estaba instalando en Espa?a. La investigaci¨®n dur¨® meses. Hasta que un miembro de la banda se compr¨® un Hummer y comenz¨® a exhibir el dinero. En esta operaci¨®n particip¨® la DEA, la agencia antidroga de Estados Unidos, y las autoridades holandesas. Con la investigaci¨®n iniciada en Espa?a se intercept¨® un env¨ªo grande de droga a trav¨¦s del puerto de Rotterdam. Agentes de la Brigada M¨®vil se desplazaron all¨ª. Uno de los jefes del cartel fue pillado con el alijo tras una fren¨¦tica persecuci¨®n en la ciudad holandesa termin¨® muerto tras precipitarse por la ventana de un hotel.
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