Los empleos m¨¢s cotizados de China
La industria de ¡®smartphones¡¯ del pa¨ªs asi¨¢tico mejora sus condiciones laborales
Solo hace cinco a?os que Yu Baixiang abandon¨® los estudios y se embarc¨® en un viaje de 2.000 kil¨®metros en busca de un futuro mejor. No obstante, esta mujer menuda de 21 a?os, originaria de un peque?o pueblo rural de la provincia interior de Sichuan, asegura que tanto su vida como China han dado un vuelco en ese tiempo: "Cuando llegu¨¦ a Dongguan ¡ªen la provincia suroriental de Guangdong¡ª, las f¨¢bricas ofrec¨ªan unos 1.200 yuanes (170 euros) al mes, no pagaban las horas extra que nos forzaban a hacer ni el seguro m¨¦dico, nos daban alojamiento en unas literas horribles que adem¨¢s nos cobraban a precio de hotel, y nos multaban por cualquier tonter¨ªa. Era un infierno". Yu cosi¨® zapatillas, dio forma a osos de peluche y, finalmente, decidi¨® que la tecnolog¨ªa ofrec¨ªa las mejores oportunidades laborales.
Acert¨®. Ahora, por sus manos pasa una de las exportaciones m¨¢s codiciadas de China: los tel¨¦fonos m¨®viles. Es una de los 6.000 empleados del principal centro manufacturero de Oppo, una de las marcas emergentes que mejor ejemplifica el salto cualitativo que el gigante asi¨¢tico est¨¢ dando en su proceso de desarrollo. No en vano, el gigantesco pabell¨®n industrial es la ant¨ªtesis de lo que el imaginario colectivo occidental atribuye a una f¨¢brica china: espacios di¨¢fanos impolutos, tecnolog¨ªa de vanguardia, e infraestructuras adecuadas para el esparcimiento del personal. "Seguimos trabajando mucho, porque los turnos son de 12 horas, pero tenemos descansos y se nos paga mucho mejor ¡ªcasi 5.000 yuanes (675 euros) con horas extra¡ª. Ahora incluso puedo enviar dinero a casa", cuenta la trabajadora.
Al fin y al cabo, como otras empresas chinas, Oppo es consciente de que la era en la que China compet¨ªa exclusivamente con el precio de sus productos ha concluido. Ahora, el reto es pasar del "hecho en China" al "creado en China", y los fabricantes de smartphones est¨¢n marcando el camino en este vuelco. "El mercado est¨¢ saturado, la mano de obra es cada vez m¨¢s cara, y hay mucha competencia por parte de otros pa¨ªses, sobre todo de India y Vietnam. As¨ª que la ¨²nica salida viable es la innovaci¨®n", explica Katrina Li, responsable de la marca para el mercado internacional. Que sus palabras no son una mera pose corporativa queda claro en el amplio laboratorio de la empresa, donde cobran vida y se prueban hasta la extenuaci¨®n los terminales de Oppo, entre los que destacan el N3 ¡ªel primero que incorpora una c¨¢mara que rota autom¨¢ticamente 206 grados¡ª y el F1Plus ¡ªel buque insignia que ha aupado a la marca al liderazgo de ventas en China en junio¡ª.
La planta de ensamblaje, el verdadero coraz¨®n de la f¨¢brica, se encuentra en el tercer piso. Y para acceder a ella hay que embutirse en una bata de pl¨¢stico azul antiest¨¢tico, calzar unos patucos a juego, y rematar el look con un gorro de similares caracter¨ªsticas. Un t¨²nel de viento elimina cualquier mota de polvo, y un empleado de seguridad asegura que no se acceda con ning¨²n objeto. A la salida, con un detector de metales, certificar¨¢ que no se roba ning¨²n producto. Dentro, el ¨²nico sonido que se escucha es el repiqueteo de las m¨¢quinas y el siseo de los robots que acompa?an en las 64 l¨ªneas de la planta a unos 2.000 trabajadores, la mayor¨ªa emigrantes rurales como Yu. Desempe?an su tarea sin hacer un solo ruido ni levantar la vista de su puesto, porque cualquier retraso, por m¨ªnimo que sea, repercute en toda la cadena.
As¨ª, a toda velocidad los chasis se llenan con los chips producidos en la primera planta y con las c¨¢maras, bater¨ªas, y otros elementos fabricados por subcontratas de todo el mundo. En total, estas instalaciones de Oppo en Dongguan, en las que tambi¨¦n se producen los terminales de OnePlus, tienen capacidad para tres millones de unidades al mes. Y ya se est¨¢n quedando peque?as. La empresa Oppo concluy¨® 2015 con un r¨¦cord de ventas ¡ªm¨¢s de 50 millones¡ª que la han convertido en la cuarta marca m¨¢s vendida del mundo. Ahora, el objetivo es conquistar el mercado exterior, donde las marcas del gigante asi¨¢tico se enfrentan al reto de eliminar las connotaciones negativas de la etiqueta Made in China.
A su favor juega la crisis econ¨®mica global. "Los consumidores exigen cada vez una mejor relaci¨®n calidad-precio y est¨¢n abiertos a probar cosas nuevas. Nuestro mercado principal seguir¨¢ siendo China, el pa¨ªs con mayor n¨²mero de usuarios del mundo, pero tenemos que diversificarnos. Por eso estamos extendi¨¦ndonos primero por el sudeste de Asia y por India, donde hemos logrado ventas muy prometedoras", explica Li. "La clave est¨¢ en diferenciarse. Nosotros apostamos por la calidad fotogr¨¢fica de los terminales".
Pero Oppo tiene competencia. Mucha. La china Huawei compite con Apple por el segundo puesto en la clasificaci¨®n mundial de ventas, y muy cerca le quedan las emergentes Vivo y Xiaomi. Adem¨¢s, un buen n¨²mero de marcas prometedoras, como Meizu o la propia OnePlus, van comi¨¦ndose un trozo cada vez mayor del pastel. La mayor¨ªa tiene sus f¨¢bricas en el delta del r¨ªo Perla, donde se fabrica gran parte de la electr¨®nica que se consume en el planeta. De hecho, en la ciudad colindante de Shenzhen est¨¢ la principal f¨¢brica de ZTE, una de las marcas chinas que mejor ha sabido introducirse en el mercado estadounidense. All¨ª patrocina ya varios equipos de la liga NBA de baloncesto, y sus acuerdos con diferentes operadoras de telefon¨ªa le han dado buen resultado.
Tanto que la f¨¢brica est¨¢ a pleno rendimiento. All¨ª los responsables de personal tambi¨¦n hacen hincapi¨¦ en la importante revoluci¨®n industrial que vive el pa¨ªs. Sobre todo en lo que se refiere a las condiciones laborales de su ej¨¦rcito de batas azules. "Shenzhen tiene el salario m¨ªnimo m¨¢s alto de toda China, y aqu¨ª todos los empleados cobran m¨¢s. Retenerlo es importante", comenta uno de los encargados de planta, apellidado Wu. Adem¨¢s, de 15.30 a 16 horas los trabajadores apagan las m¨¢quinas y disfrutan de una siesta reparadora all¨ª donde pueden. "Mejora el ¨¢nimo y la productividad", justifica Wu.
Zhao Xianming, presidente y consejero delegado de ZTE, afirma que la ingente inversi¨®n en I+D y el aumento del bienestar y de la cualificaci¨®n de los trabajadores ya est¨¢ dando resultados positivos. "Actualmente estamos trabajando en el establecimiento de est¨¢ndares que permitan dar un paso m¨¢s y establecer lo que se conoce como el Internet de las cosas, un universo virtual en el que la tecnolog¨ªa 5G permitir¨¢ la conexi¨®n a la red de todo tipo de aparatos". En ese mundo, el tel¨¦fono m¨®vil ser¨¢ el mando a distancia de nuestra vida, un aparato que controlar¨¢ desde el autom¨®vil hasta los electrodom¨¦sticos. "Y estamos convencidos de que China puede llevar la batuta en esta nueva etapa", sentencia Zhao.
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